“Alteración democrática” y otras perversiones
Cuando un tirano con más de 56 años en el poder es considerado la estrella de una cumbre de jefes de Estado, podemos decir que nos jodimos. Cuando el presidente de los Estados Unidos se ufana de haber terminado con el tiempo de las sanciones a esos déspotas cubanos y a sus esbirros y espías, cualquiera tiene que ver mucha incongruencia en sus anunciadas sanciones contra el neotirano Nicolás Maduro y su banda de forajidos, sabiendo que el sátrapa redimido que es Raúl Castro es el que mueve ese guiñol siniestro donde sus títeres están terminando de arrasar Venezuela.
Así esa Cumbre que se realiza esta semana en Panamá promete por parte de Obama y el resto de los jefes de Estado allí presentes un “encochinamiento” (empantanamiento) histórico (otro más) de una América donde la izquierda canalla ha implantado sus axiomas, sus dioses y sus indulgencias plenarias. Una América donde la banda colorada no se da por enterada de asesinatos y saqueos, porque sólo ven y denuncian cuando los culpables de los crímenes son enemigos de una izquierda que mostró su infinita perversión.
Cumbre donde veremos protagonizar al crapuloso Raúl Castro, ahora paladín de lo que tipos como Correa, Chávez y ahora Maduro, Cristina Kirchner, Daniel Ortega, Evo Morales y en Europa el trío de los chicos listos de Podemos y los maulas en el poder en Grecia, junto por supuesto a la progresía cada vez más golfa y cada vez más destructiva, consideran el ejemplo a seguir.
Tendrá sí sus momentos dignos, uno de ellos cuando al menos 21 exjefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos hagan la contundente denuncia sobre lo que han dado a llamar la “alteración democrática” (Lástima de terminología políticamente aceptable) que sufre Venezuela, una declaración que ya se conoce como Declaración de Panamá, presentada el 9 de abril, víspera de esa VII Cumbre de las Américas. Declaración que ojalá cuanto menos inquiete a los que participarán, así como a la OEA y a la ONU, y les muestre que la omisión también es pecaminosa y culposa y ese ignorar todos “la alteración democrática” que sufre esta tierra ensangrentada y saqueada, que está a la vista en lo político, en lo social y en lo económico, les hace cómplices.
“Alteración democrática” que muestra una cosecha de muertos siempre crescendo, fíjense no más que sólo en la ciudad de Caracas, los primeros cuatro días de este mes de abril ingresaron a la morgue que merece llamarse Hugo Chávez, 33 cadáveres producto de la violencia. “Alteración democrática” que ha llevado a 13.000 médicos a irse de Venezuela y que son parte de ese éxodo desesperado que nos está dejando sin lo mejor de nuestro recurso humano. “Alteración democrática” que tiene a todo un pueblo de cola en cola, unas por comida, otras por medicinas, algunas por atención médica, otras por su cadáver. “Alteración democrática” que nos tiene desde el año 2003 padeciendo un bochornoso control de cambio, y hoy, en este pobre país donde lo único que se produce es violencia y lo único que se cosecha son muertos, para lograr un dólar, oficialmente se requieren 194,84 bolívares, más de lo que ganan a diario los venezolanos que con suerte tienen sueldo mínimo; y en ese innombrable mercado negro que es delito referir, 250 bolívares fuertes (y juro que lo digo sin ironía) por cada “lechuga”, como le llaman en el argot de este país ruinoso.
“Alteración democrática” que asesina y encarcela disidentes. “Alteración democrática” que lleva hasta Panamá a dos mujeres heroicas cuyos maridos han sido apresados de manera arbitraria por quienes secuestraron a Venezuela y sus instituciones. Mitzy Capriles de Ledezma y Lilian Tintori de López bien que pueden explicar esa eufemística manera de llamar a esta tiranía que padecemos.
“Alteración democrática” que permite que con amenazas y siembra de miedo, Nicolás Maduro se presente en Panamá con ocho millones de firmas, muchas de ellas suministradas por Cuba y por ese “caballero” al que Obama le dará la mano junto con la alegría de sacarle su mazmorra antillana de la lista de auspiciadores del terrorismo, además con el vergonzoso y cómplice argumento de que lo hará porque Cuba es "un país pequeño".
“Alteración democrática” que ha logrado enriquecer a los ladrones más insaciables que pueda cualquiera imaginar. Ladrones y esbirros que además son intocables y hacerlo equivale a mancillar a Venezuela. “Alteración democrática” que atrae vivarachos planetarios como Dominique de Villepin y Baltasar Garzón entre otros.
“Alteración democrática” ¡un cuerno, esto es una cochina tiranía!