El fin de dos dictadores ...
Todavía quedan algunos jodiendo a media humanidad
En 1945 finalizó la Segunda Guerra Mundial y se
estableció un nuevo orden geopolítico que derivaría en la Guerra Fría.
Semana
La última semana de abril de ese año dos figuras emblemáticas de los Estados beligerantes conocidos como las potencias del Eje, conformadas por Alemania, Japón e Italia, murieron en menos de 48 horas.
Ante la inminente derrota, el duce Benito Mussolini y su amante Clara Petacci intentaron escapar hacia Suiza pero un grupo de partisanos comunistas los capturó y fusiló el 28 de abril en la plaza pública de Giulino di Mezzegra, Lombardia. Al día siguiente, sus cadáveres fueron trasladados a Milán donde los arrojaron en una plaza para que la gente los golpeara hasta convertirlos en una masa y luego los colgaron en unos ganchos como pedazos de carne.
Dos días después, Adolf Hitler y su compañera Eva Braun, a la que había desposado en secreto horas antes, se suicidaron para evitar ser capturados. El dictador nazi se disparó en la sien con una pistola semiautomática Walther PPK calibre 7,65 mm, mientras que Eva se envenenó con cianuro. Aunque esta es la versión oficial, nunca se encontraron los restos del cuerpo del führer, pues se presume que su chofer, Erich Kempka, incineró su cadáver y el de su esposa. Esta semana se conmemoran 70 años de la trágica muerte de estos polémicos personajes que causaron la muerte de millones de personas.
Semana
“La despedida de un Tirano”
Usted, ¿por qué tiembla Señor? usted, que por todo el mundo tanta sangre derramó, que separó las familias, que a la prensa enmudeció. Usted, ¿usted por qué tiembla? ¿ tiene miedo del dolor? ¿ del dolor que a tanta gente usted siempre ocasionó? Mientras sentado leía muy cómodo en su mansión, disfrutando sus habanos, mirando televisión, pequeños niños perdían su padre en el paredón. Mucha gente injustamente era encerrada en prisión y a otros regalaba el hambre otorgando una ración, ración que usted no tenía, porque usted, usted comía dulces piernas de jamón. Señor, señor, ¿por qué tiembla? ¿cree que su hora le llegó? ¿ tiene miedo que mujeres habrán fuego de una flor? ¿ o que aquellos pequeñitos ya vomiten su sermón y se expresen en la calle, en la escuela o en su blog? ¿Teme usted que los difuntos que su gente asesinó regresen en las banderas que usted siempre pisoteó? Señor, señor, ¿por qué tiembla? ¿ cree que su tiempo acabó? no podrá evitar sentencia, no podrá evitar dolor, porque el pueblo ya despierta, porque el miedo se perdió, porque se levanta el mundo uniendo una sola voz. Usted, que siempre asumía ser el justo vencedor y le llamó antisociales a todo el que lo retó, y gusanos a todo el que se largo, contra una cosa no puede pues supera su rencor y no es la Ley de los hombres es “La justicia de Dios”
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