EEUU y Europa rivalizarán por el mercado cubano
Washington quiere manejar la totalidad del mercado de cereales de la isla.
La mayoría de las cadenas hoteles internacionales que está en Cuba son de capital español
Por Frank López Ballesteros | ![](http://www.lapoderosa.com/uploads/ElUniversal.jpg)
Con la apertura de Estados Unidos hacia Cuba, el Gobierno norteamericano, de la mano con el poderoso sector agrícola y alimentario estadounidense, espera hacerse del mercado de la isla desplazando a los europeos, lo que promete abrir un frente de competitiva donde privará la influencia política y la lógica de mercado.
La Unión Europa, sorprendida por el acercamiento en secreto entre La Habana y Washington, se apresura ahora a retomar el diálogo político que le permita ganar más influencia sobre el Gobierno de Raúl Castro, ante una previsible transición generacional en 2018 que implicará, sin duda, más negocios, contratos e inversión.
Alimentos, turismo, telecomunicaciones, automovilismo, infraestructura y medicina: ese será el hexágono estratégico por el que Bruselas y Washington competirán en Cuba, cada uno con sus ventajas.
La Casa Blanca aspira a que luego del levantamiento del embargo comercial, bajo facultad exclusiva del Congreso, sus industrias entren a Cuba y reemplacen a socios de los sectores agrícolas, tecnológicos o turísticos, donde la UE, Brasil, Rusia y China tienen presencia.
La geografía es un punto a favor de los estadounidenses en lo que se refiere al comercio directo con Cuba. A 140 kilómetros de Florida, exportadores de cereales están presionando al Departamento de Agricultura de EEUU porque desean dominar el mercado de cereales cubano tras la apertura.
"Los mercados de trigo, maíz y arroz deberían ser de EEUU", reclamaba el martes Michael Scuse, subsecretario de Agricultura dibujando las oportunidades de negocio sobre un país que importa 80% de los alimentos que consume.
Fiel a sus socios
De 2001 a 2013 las ventas de productos estadounidenses a Cuba alcanzó $5.117 millones, según la Oficina de Censo de EEUU, la mayoría fueron alimentos.
En cuanto a la UE, es el primer socio exportador de la isla (26.7%), así como el segundo socio importador más importante (20.7%), tras Venezuela.
Aun con los cambios adelantados por el presidente estadounidense, Barack Obama, la mayoría de las transacciones entre EEUU y Cuba siguen prohibidas. Y el crédito, combustible de cualquier economía, está vetado por el embargo.
Las importaciones cubanas de alimentos desde EEUU están cayendo desde 2012, según el Departamento de Comercio.
"En los dos primeros meses de 2015 cayeron 49.9% en relación al mismo período de 2014. La razón es la desviación de importaciones hacia países como Brasil, en donde se puede conseguir financiamiento. Las importaciones desde EEUU tienen que ser pagadas en efectivo por adelantado", comenta el economista Luis R. Luis, miembro de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana.
Lo mismo está ocurriendo con Europa: por la falta de crédito están cayendo las exportaciones a la isla. Por eso, a juicio de Luis, "el futuro de las ventas agrícolas europeas dependerá de la disponibilidad de financiamiento y subsidios".
Una normalización de relaciones Cuba-EEUU, sin duda, llevaría a una gran alza del turismo y exportaciones desde la nación norteamericana.
"Cuba continuará importando alimentos de países como Brasil y Vietnam que ofrecen condiciones competitivas en rubros como café y arroz. EEUU puede sin embargo reducir más el mercado para la UE con la que compite en producción de cereales", dice Luis.