Obama hizo referencia a su buena relación con el vicepresidente, Joe Biden."El hecho es que me siento más relajado que nunca. Esos masajes de hombros de Joe Biden son mágicos", bromeaba. Pero el humor también sirve para denunciar las injusticias y la sin razón que tanto abunda a ambos lados del Atlántico.
El presidente se refirió a la ley 'antigay' del estado de Indiana. Una ley que, apoyándose en la libertad religiosa, permitirá a los comercios vetar la entrada a homosexuales en sus locales. "Biden y yo nos hemos hecho tan cercanos que en algunos sitios de Indiana no nos servirán pizza nunca más", dijo Obama en lo que se puede interpretar como una crítica a los propietarios de Memorias Pizza que dijeron que núnca atenderian una boda gay, ni venderian pizza a los gays, después de que el estado aprobó una ley que permitía a las empresas discriminar a los clientes LGBTI por motivos religiosos.
En otro orden de cosas, el mandatario también tuvo tiempo para reírse de sí mismo, lamentando que seis años después de alcanzar el poder la gente le sigue considerando "arrogante, distante y condescendiente". "La gente es tan tonta... Por eso no me reúno con ellos", ha sentenciado. También ha hecho referencia al paso de los años, reconociendo que parece "mucho más viejo". "John Boehner ya ha invitado a Netanyahu a hablar en mi funeral", ha bromeado, subrayando que mientras, su mujer Michelle "no ha envejecido ni un día".
"Es increíble cómo pasa el tiempo", dijo Obama . "Pronto se celebrará la primera contienda presidencial y, por mi parte, no puedo esperar a ver a quién escogen los hermanos Koch. Es emocionante".
Obama agregó: "Marco Rubio, Rand Paul, Ted Cruz, Jeb Bush, Scott Walker. ¿Quién conseguirá finalmente esa rosa roja?"
En el lado demócrata, Obama destacó que Hillary Clinton inició su campaña yendo de incógnito a Chipotle. Por su parte, agregó, el ex gobernador de Maryland Martin O'Malley pasó completamente desapercibido en un evento de campaña de O'Malley.
Bromeando consigo mismo y el senador por Vermont Bernie Sanders, que estaría considerando presentarse, el presidente dijo: "Al parecer algunos quieren ver a un socialista fumador de hierba en la Casa Blanca. Podríamos tener un tercer mandato de Obama, después de todo".
La cena también le dio la posibilidad de burlarse de algunos de sus críticos más visibles.
"Esta misma semana Michele Bachmann predijo que yo iba a provocar el final bíblico de los días. Bien, eso es un legado", comentó. "Es grande. Quiero decir, ni Lincoln ni Washington hicieron eso".
Por supuesto, tuvo que hacer referencia a su ley sanitaria.
"Hoy en día, gracias a Obamacare, ya no tienen que preocuparse de perder su seguro si pierde su trabajo", dijo. "De nada, demócratas del Senado".
Pocos de los políticos que aspiran a suceder a Obama estuvieron presentes. Uno de ellos fue Donald Trump, quien de nuevo ha estado provocando a los Republicanos con la posibilidad de presentarse para un cargo nacional.
La mayoría de los candidatos republicanos posibles y confirmados se mantuvieron lejos de Washington. Muchos eligieron reunirse con potenciales seguidores y donantes en eventos conservadores en Las Vegas y Des Moines, Iowa.