¿CUT O UNCUT?:
¿ES NECESARIA LA CIRCUNCISIÓN?
La circuncisión es la remoción quirúrgica de la piel que cubre el glande o la cabeza del pene; a esta piel se le llama prepucio. Se convirtió en una práctica rutinaria por razones médicas y religiosas. Tanto así, que para principios de la década del ’80, El 81% de los niños nacidos en E. U. fueron circuncidados. Pero existe polémica en cuanto a la necesidad real de la intervención, e inclusive muchos hombres circuncidados al nacer han reclamado que fueron mutilados sin su consentimiento.
La circuncisión es una práctica común en las religiones judías y musulmanas. De igual manera se practica en mucha comunidades africanas como una tradición tribal o étnica. Desde una perspectiva médica se reclama que esta intervención puede aminorar la incidencia de infecciones virales y bacterianas. Sin embargo, muchos profesionales de la salud ahora reclaman que los riesgos asociados con la circuncisión, como sangrado excesivo e infecciones, exceden los beneficios potenciales.
Uno de los argumentos recientes de mayor contundencia a favor de la circuncisión ha sido que puede ayudar a prevenir las infecciones con VIH. La comunidad científica entiende que los hombres no circuncidados pueden desarrollar una mayor cantidad de bacterias en el ambiente húmedo y cálido debajo del prepucio. Se especula que el mantener un nivel mayor de bacteria puede inhabilitar funciones del sistema inmunológico necesarias para combatir una posible infección con VIH (para una explicación más detallada ir al siguiente enlace). siguiente enlace). Pero de igual manera otros sectores reclaman que esto se puede evitar con hábitos adecuados de higiene.
Toda la polémica tiene además un componente asociado al placer. Se reclama que la remoción del prepucio causa cierto nivel de insensibilidad al exponer la cabeza del pene a roce constante con la ropa interior. Existen, además, personas que sienten mayor excitación frente a un pene no circuncidado, inclusive hay personas para quienes el prepucio mismo es objeto de fetiche. De aquí que la información de si eres “cut o uncut” sea parte de muchos perfiles en lugares de contactos sexuales. De igual manera una circuncisión mal realizada puede dejar cicatrices estéticamente desagradables a la vista.
Entonces, ¿Es necesaria la circuncisión? Saliendo de las razones religiosas existen al menos una condición donde la circuncisión puede ser médicamente recomendable. En condiciones normales se supone que el prepucio pueda ser retractado para limpiar el área, y para exponer la cabeza del pene cuando este entra en erección. Pero hay hombres que tienen una apertura del prepucio demasiado pequeña lo cual les puede hacer incómodo el retractarlo para limpiar, e inclusive hacer dolorosas las relaciones sexuales. Esta condición se llama fimosis, y para su tratamiento se recomienda remover el prepucio, o circuncidar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de la ONU contra el Sida (ONUSIDA) han recomendado, la circuncisión masculina como una vía adicional para luchar contra el VIH en el caso de los hombres heterosexuales. Esta cirugía podría evitar 5,7 millones de nuevos casos y tres millones de muertes en 20 años en el África subsahariana. El organismo recuerda, no obstante, que se trata de una medida complementaria y en ningún caso supone una protección total frente al virus del sida.
Tres ensayos clínicos realizados en Kenia, Uganda y Suráfrica, entre una población de casi 10.000 hombres de entre 15 y 49 años, han aportado pruebas convincentes de que la circuncisión masculina reduce en casi el 60% el riesgo de contraer esa infección por vía heterosexual, ha dicho hoy en Ginebra Susan Timberlake, especialista de la OMS. "Los países con tasas elevadas de infección hereosexual por VIH y baja prevalencia de circuncisión masculina disponen ahora de una vía adicional para reducir ese riesgo entre los varones heterosexuales", ha indicado el doctor Kevin De Cock, director del departamento VIH/Sida de la OMS. A esos países se les recomienda que "examinen urgentemente" la posibilidad de extender los servicios de circuncisión masculina.
En la actualidad, según datos de la OMS, hay 665 millones de hombres circuncidados, esto es, el 30% de la población masculina mundial.
Efecto sobre las mujeres Kim Dickson, otra experta de la OMS, ha señalado que todavía "no se tienen pruebas directas de que ese tipo de intervención tenga efectos de protección directa en las mujeres", aunque ha subrayado que si la infección por VIH se reduce entre los varones heterosexuales, también tiene un efecto sobre las mujeres. Timberlake ha advertido, por su parte, de que la ablación o circuncisión femenina "no es lo mismo y es además una práctica que constituye una violación de los derechos humanos".
Los estudios se han realizado después de observar que en los países del este y del sur de África había una mayor prevalencia del sida entre los hombres y que el porcentaje de circuncidados era muy escaso, mientras que en las naciones del norte y del oeste de ese continente la relación era la inversa.
Medida de prevención adicional Los expertos de la Organización Mundial de la Salud han indicado que la práctica de la circuncisión debería ser incluida en los sistemas sanitarios públicos de los países, teniendo en cuenta sus circunstancias políticas, religiosas y sociales. Asimismo, han manifestado que habrá que esperar años para conocer el impacto de la circuncisión sobre la epidemia y estudiar sus efectos sobre el comportamiento sexual de los varones circuncidados, así como sus repercusiones en la salud de la mujer por motivos distintos a la infección por sida, como las menores tasas de cáncer cervicouterino.
Dickson ha subrayado que la circuncisión masculina debe considerarse en todo momento parte de un conjunto más amplio de medidas de prevención del contagio del VIH, entre las que se incluyen las pruebas de detección, el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, la promoción de prácticas sexuales más seguras y la distribución y uso correcto de los preservativos.
La circuncisión masculina (la femenina se conoce como ablación) es la extirpación o amputación del prepucio del pene, lo que deja al descubierto el glande. Las causas más frecuentes de circuncisión son los motivos religiosos, culturales o médicos.
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