Una femen española en Rabat
Me tiraron del brazo, pensé que me estaban robando'
"Lo que se está viviendo en Marruecos es una dictadura", señala Lara Alcázar
La líder de Femen España denuncia haber sido secuestrada por la policía secreta marroquí
Por Joan García
El pasado domingo aterrizaba en el aeropuerto marroquí de RabatLara Alcázar, la activista y líder de Femen España. El objetivo de su viaje era participar en una acción para denunciar la inexistencia de derechos del colectivo LGTB en Marruecos. Para la ocasión, Lara había optado por alquilar un lugar para dormir los días que tenía previsto permanecer en el país.
Dos hombres vestidos de paisano y sin identificarse llamaron a la puerta y, después de que la líder de Femen España la abriese, éstos le mostraron un "reporte del aeropuerto" por el que se le pedía informar sobre cuáles eran los motivos de su visita a Marruecos y además se le requería enseñar el pasaporte a los emisarios.
Lara Alcázar ha declarado que en ningún momento ninguno de los hombres que se acercaron hasta su hogar de alquiler se identificaron: "Eran civiles sin placa. Me miraron el pasaporte y me lo devolvieron". También asegura que le preguntaron "si estaba con alguien más" e insistieron en que explicara cuáles eran los motivos por los que se encontraba en la ciudad. Alcázar señaló que se encontraba "visitando Rabat como turista". Los presuntos miembros de la Policía secreta abandonaron la casa "lanzando una advertencia, un ultimátum" sobre las "consecuencias de no cumplir la ley" marroquí. "Comprobaron los datos y se fueron", relata.
Tras el episodio vivido el domingo por la mañana, Lara Alcázar cuenta que decidió "moverse por la ciudad". Según ha trasladado a este periódico, se encontraba en uno de los barrios del centro de la ciudad, cerca del mercado y la medina. Había decidido fijarse en un escaparate cuando de repente, los dos hombres que le habían visitado esa misma mañana, le abordaron. "Me tiraron del brazo, pensé que me estaban robando- confiesa-, cada uno de ellos me agarró de un brazo y me condujeron andando por varias calles de la ciudad a una especie de local o almacén, un bajo sin apenas muebles, tan sólo sillas, una mesa y estanterías metalizadas". Alcázar incide en que no opuso resistencia: "Les acompañé, quería colaborar. Fui con ellos para no empeorar la situación".
Alcázar matiza que el local al que fue trasladada carecía de identificaciones policiales o institucionales. Asegura que le hicieron sentarse en una silla y le volvieron a pedir el pasaporte y sus datos. También señala que volvieron a formularle las mismas preguntas: "Por qué estaba allí" y "si esperaba a alguien más". La activista contestó, otra vez, que se encontraba como "turista" en el país ya que no "quería poner en peligro la acción". Relata, también, que los hombres sin identificar le pidieron el móvil y le ordenaron que "tradujese los mensajes y correos electrónicos".
Salió del local acompañada por los dos hombres, y sin estar esposada le introdujeron en un coche durante un trayecto de "unos diez o quince minutos" hasta a una "especie de oficina". Ésta también carecía de identificaciones y en ella les esperaba otro hombre, sin identificación, al frente de un ordenador. La líder de Femen España afirma que se le pidieron los datos, información sobre sus padres y hasta sobre la religión que procesaba. Una vez finalizado el interrogatorio, los hombres le espetaron que "si no se iba del país le iban a quitar el pasaporte". La activista subraya que les mostró sus billetes de avión con una vuelta prevista para el martes dos de junio, no obstante, la presunta policía secreta omitió su argumento e insistieron en que "tenía que irse". Relata, además, que tras el interrogatorio le dejaron "tirada en la calle" dónde tuvo que pedir un taxi.
La líder de Femen España confiesa que tuvo que permanecer los 2 días restantes de su viaje en la casa que había alquilado. Ella era una de las activistas que iba a participar el acto que el movimiento feminista protagonizó el pasado martes en Rabat en señal de protesta por la situación del colectivo LGTB en Marruecos. No quiso ponerse en contacto con las autoridades ni con la Embajada, en primer lugar, para no perjudicar la acción y, en segundo, porque tenía "miedo a mayores represalias" y no podía "demostrar lo ocurrido". Además, resalta que "su prioridad era volver a España y estar segura" y una vez de vuelta "poner de manifiesto" lo acontecido.
Desde Femen España, Lara Alcázar quiere enfatizar que en Marruecos "no es algo excepcional el bloqueo de la libertad de expresión y de manifestación". Además, alega que este tipo de situaciones se han normalizado -ningún viandante acudió en su ayuda cuando le "secuestraron"- y enfatiza que "lo que se está viviendo en Marruecos es una dictadura. No respetan los derechos fundamentales".
Activistas de Femen se besan desnudas en un monumento de Rabat
Dos activistas de Femen se han fotografiado besándose en la explanada de la Tour Hassan, en Rabat, para rein¡vindicar que se deje de discriminar al colectivo LGTB en Marruecos. En su torso tenían pintado que "la homofobia no es una tradición ni una cultura, y aun menos debe convertirse en ley". Se desconoce qué ha sucedido con las protagonistas de la imagen tras esta acción.