En algún lugar en el Atlántico Norte, nada un tiburón de aleta larga —primo del legendario tiburón blanco—, ignorando la etiqueta satelital amarilla que lleva en su aleta dorsal para satisfacción de científicos cubanos y estadounidenses, reporta la AFP.
A mediados de julio esa etiqueta debería desprenderse, flotar en la superficie y emitir la información a los científicos que esperan con ansias en Cuba y Estados Unidos.
Cómo el tiburón mako o de aleta larga se convirtió en uno de los primeros en ganar una etiqueta satelital en aguas cubanas es el tema de un documental de una hora que forma parte de la serie Semana del Tiburón, transmitida por la cadena Discovery Channel.
Tiburones: The Sharks of Cuba marca la primera vez que cámaras de televisión graban a científicos cubanos y estadounidenses trabajando juntos para explorar los misterios de la conducta de los tiburones, sus ecosistemas y rutas migratorias.
"El Caribe tiene, creo, 20% de la biodiversidad mundial de tiburones y Cuba es el corazón de eso", dijo desde Los Ángeles Ian Shive, director del programa, según la AFP.
Lo más importante es que medio siglo de aislamiento y desarrollo limitado significa que las aguas de Cuba han escapado de forma amplia al impacto negativo en el medioambiente registrado en otros lugares de la región, añadió Shive.
"Las aguas alrededor de Cuba son como cápsulas de tiempo", dice. "Puedes observar como era el Caribe hace 50 años".
Como inspiración del proyecto, estuvo un escualo legendario, El Monstruo, un gran tiburón blanco atrapado por un pescador en las afueras de la ciudad de Cojímar, al este de La Habana, 70 años atrás.
De 6,4 metros de largo y 3.175 kilos de peso, es quizás el mayor tiburón capturado en el mundo.
Etiquetar a un tiburón similar era una de las metas de la expedición de 15 días que reunió en febrero a expertos del Centro de Investigación de Ecosistemas Costeros de Cuba y del laboratorio Mote Marine de Florida, Estados Unidos, así como al equipo de rodaje de Shive.
Consiguieron, con éxito, etiquetar a dos grandes tiburones sedosos con la ayuda del veterano buzo Noel López Fernández, que luchó con ellos bajo el agua con sus propias manos y luego acarició sus barrigas para calmarlos.
Las etiquetas implantadas en ellos han transmitido información sorprendente, dijo vía telefónica a AFP Robert Hueter, vicepresidente asociado de Mote para la investigación. Los tiburones sedosos prefieren permanecer cerca de los corales y pueden bajar hasta 610 metros de profundidad, entre otros datos, explicó Hueter desde Florida.
Los científicos prosiguieron hacia Cojímar y consiguieron etiquetar a un tiburón mako de aleta larga. Es apenas el segundo en su especie en ser etiquetado, subraya Hueter. El primero fue en 2012, en aguas estadounidenses.
Hueter espera que la etiqueta satelital, con un costo estimado de 4.000 dólares, se desprenda y comience a transmitir la información a mediados de julio.
"Todos estamos ansiosos por obtener los datos", dijo Shive, quien también habló de los dos años que tomó conseguir el permiso estadounidense para ir a Cuba y obtener de La Habana la aprobación para etiquetar sus tiburones.
El avance en las conversaciones entre Washington y La Habana podría facilitar más proyectos conjuntos entre los científicos de ambos países, espera Hueter.
Tiburones: The Sharks of Cuba se estrenará el martes en Estados Unidos. Discovery Channel planea transmitir el programa en otros países en los meses siguientes.