Actualmente, los lubricantes se han convertido en una parte más de las relaciones sexuales. Quizás hace un tiempo se pensaba que su uso estaba limitado a los encuentros anales, pero hoy en día son pocas las personas que los han probado y que no sigan usándolos habitualmente. Facilitan la penetración, sobre todo de juguetes sexuales, evitan una gran cantidad de molestias y nos permiten dedicarnos solo a disfrutar.
Lubricación vaginal y anal Cuando una chica está excitada su sangre se acumula en las paredes de la vagina y esto causa que las glándulas emitan un líquido transparente que las cubren. Esta lubricación natural va a depender de la cantidad de estrógenos presente en el cuerpo de cada mujer y puede variar de una relación a otra, provocando ciertas molestias si son demasiado bajos. Por lo tanto, para disfrutar al máximo, son muy recomendados los lubricantes sexuales.
Caso aparte merecen las relaciones anales. Las paredes del ano, a diferencia de las de la vagina, no producen ningún tipo de lubricación natural. Aquí se hace prácticamente indispensable el uso de lubricantes si queremos evitar el exceso de fricción. También son especialmente necesarios si estamos disfrutando de algunos juguetes, como el caso de los vibradores.
En los últimos años se han disparado las ventas de los preservativos y este aumento ha estado unido al de los lubricantes. ¿El motivo? Pues que si las paredes no están lo suficientemente húmedas, hay un enorme riesgo de que se produzca alguna pequeña grieta en el condón.
Tipos de lubricantes Pues bien, hasta ahora hemos visto que los lubricantes son muy aconsejables en las relaciones vaginales y prácticamente indispensables en las anales. Si vamos a usar juguetes o, como acabamos de ver, preservativos, también son una excelente opción para evitar problemas. Pero ¿qué tipos de lubricantes podemos encontrar en un sexshop?
De sabores: para dar otro aire a tus preliminares y sesiones de sexo oral, que es donde más vamos a notar sus características. Con efecto calor: son realmente especiales, ya que con la fricción de la penetración producen una agradable sensación de calor en las partes íntimas. Con base de agua: son muy cómodos, ya que no manchan y se retiran con facilidad. Se pueden usar en preservativos sin problemas, sin embargo hay que tener mucho cuidado con hacerlo dentro del agua, como en una piscina, ya que se diluye su efecto.
Con base de aceite:pueden manchar la ropa, para limpiarlo hace falta jabón y hay alguna posibilidad más de que el condón se rompa que si usamos un lubricante con base de agua. Pero para compensar, es perfecto para pasar un rato divertido en la piscina. Con base de silicona: son quizás los que tienen mayores propiedades lubricantes de todos y tampoco les afecta el agua. La única pega es que la piel de algunas personas no reacciona bien a la silicona.
¿Los lubricantes naturales funcionan? Algunas personas usan recetas caseras para conseguir sus propios lubricantes, usando para ello ingredientes como aceite o mantequilla. La verdad es que su eficacia deja mucho que desear y hay que andarse con ojo, ya que algunos de sus componentes podrían llegar a irritarnos la piel. Un buen caso de lubricante ineficaz en la saliva, que apenas actúa durante un minuto o dos, mientras que algunos de los que os mostramos antes son efectivos durante horas.
¿Cuál es mi lubricante ideal? Cada cuerpo es distinto y tiene sus propias necesidades. A la hora de elegir tu lubricante debes tener en cuenta si te irritas fácilmente con algún tipo de material en concreto. Si tienes alguna duda sobre esto, por norma general los lubricantes que están fabricados con una base de agua son más neutros, no modifican el pH de la piel y es muy complicado que contraigan infecciones, por lo que son un buen punto de partida para casi todos.
No aconsejamos usar el mismo lubricante para las relaciones vaginales y anales y en el caso de usar juguetes, como consoladores, tampoco es muy recomendable, ya que en el interior del ano se encuentran bacterias que no deberían entrar en contacto con otras partes de nuestro cuerpo. Además de esto, los lubricantes anales tienen mayor consistencia y están específicamente diseñados para paliar esa carencia de lubricación natural que antes comentábamos.
Aceites para masajes Una de las experiencias más excitantes que se pueden disfrutar en pareja son los masajes eróticos, perfectos para celebrar una ocasión especial o bien para evadirnos después de un intenso día. Además, es una práctica que mejorará nuestra relación a través del puro contacto físico, permitiendo descubrir partes “ocultas” del cuerpo de nuestra pareja y llegando a alcanzar nuevas cuotas de complicidad.
Tipos de aceites Podrás encontrar estos aceites para masajes en cualquier tienda erótica. Existe un enorme catálogo de fragancias, por lo que si no tienes claro que es lo que quieres puede que tardes bastante en decidirte. Por ejemplo, los más comunes son el aceite de almendras, de coco o de uvas, mientras que otras variedades menos conocidas son el aceite de escaramujo o el de aguacate.
Consejos para un buen masaje No te vamos a enseñar a dominar el arte del masaje, lo mejor para ello (y lo más placentero también) es que lo practiques mucho. Sin embargo, si andas un poco perdida aquí tienes unos consejos básicos:
Asegúrate de que todo está bien antes de comenzar. Vigila especialmente tus manos, que las uñas estén cortas y que no tengas puesta ninguna joya que pueda molestar. Que el lugar donde vas a realizar el masaje sea lo más tranquilo y agradable posible.
La ropa, en el caso de que la lleves, que sea muy cómoda y si tienes el pelo largo, recógetelo para que no estorbe. Para que el masaje salga bien, ambas partes tienen que estar relajadas, por lo que es mucho más efectivo entre dos personas que tienen confianza. Si el aceite está demasiado frío no lo apliques directamente, es mejor que lo calientes antes con tus propias manos. Y por último, deja volar tu imaginación, experimenta y como siempre, escucha lo que la otra parte tiene que decir.