¿Por qué podemos detectar planetas a 1.400 años luz?
Comparación del Kepler 452b y su estrella con la Tierra y el Sol. NASA
El último planeta detectado, el Kepler 452b, se encuentra a 1.400 años luz. Es decir, que una nave que viajase a la mitad de la velocidad de la luz, ¡lo cual ya es ir deprisa! tardaría 2.800 años en llegar. Es decir, el tiempo que ha pasado desde que Homero escribió sus poemas, o desde que se fundó Roma. Un poquito, nada más.
El ser humano se encuentra en una escala intermedia en las dimensiones del universo. Si consideramos que nuestra escala son los metros, los núcleos de los átomos son mil billones (españoles) de veces mas pequeños y el universo es unos 100 cuadrillones más grande. La distancia al Kepler-452b es de algo mas de un trillón de metros.
Hemos sido muy listos en los últimos 300 años de nuestra historia. Hoy, mediante células fotoeléctricas podemos medir la energía de hasta fotones individuales.
La nave Kepler orbita alrededor del Sol, siguiendo a la Tierra en una órbita muy parecida a la de ésta. No es un satélite de la Tierra, sino un planetesimal del Sol. En principio debía apuntar siempre hacia la constelación del Cisne en la Vía Láctea.
La nave Kepler lleva un único instrumento, un telescopio que con una apertura de 115º podía visualizar constantemente medio millón de puntos de luz que representaban estrellas (Digo podía, porque se estropeó. Hoy sigue pero trabaja de otra manera). Si tenemos una pantalla de televisión de 1.000 x 1.000 píxeles la pantalla tiene un millón de píxeles. Si cada pixel es un cuadrado de 1mm x 1mm una pantalla de un metro por un metro tiene un millón de píxeles. Las pantallas actuales de leds tienen mucho más que eso.
La idea era tener ese medio millón de estrellas siempre en el campo de visión y monitorizar 150.000 de ellas, las que más se parecían al Sol.
Cuando un planeta pasa por delante de la estrella que orbita es como cuando una mosca pasa por delante de la lámpara con la que estamos leyendo: Detectamos una ligerísima variación de la intensidad de la luz que recibimos.
Si el telescopio de la nave Kepler monitorizaba constantemente las 150.000 estrellas seleccionadas podía detectar si delante de alguna de ellas pasaba una 'mosca'. Si este paso se repite tres veces en la observación de esa estrella, se puede pensar que la estrella tiene un planeta que da vueltas a su alrededor. Comparando el tamaño de la estrella, su lejanía, y el tamaño de la 'mosca' que pasa delante de la estrella se puede determinar el radio en kilómetros del posible planeta. Calculando el periodo orbital y utilizando la fórmula del astrónomo Johannes Kepler, que dice que el radio (aproximadamente) de la órbita al cubo es proporcional a su periodo orbital elevado al cuadrado, se puede determinar el tamaño de esa órbita. La temperatura de la estrella a la que orbita es proporcional a su brillo, teniendo en cuenta la distancia.
La Kepler ha detectado unos 1.000 exo-planetas que podrían albergar vida en la forma que la conocemos.
Si sabemos la temperatura de la estrella y la distancia media del planeta a la misma, podemos estimar si, teniendo agua el planeta, el agua esta en forma líquida.
Lo que no podemos es determinar si el planeta gira sobre su propio eje ni si este eje está inclinado con respecto al plano orbital.
Estas dos condiciones son inmensamente importantes para la presencia de vida en los planetas. En nuestro sistema solar podría, en principio, haber vida en Venus, la Tierra y Marte. Pero Venus esta llena a rebosar de CO2 y la temperatura de su superficie es de 470ºC. Marte parece que perdió el agua que, también parece, tenía.
El surgimiento de la vida es algo muy, muy raro, de una probabilidad bajísima, y la probabilidad de surgimiento de vida inteligente, y su mantenimiento es aún más baja. Recordemos, como he contado en este Blog, que la humanidad inteligente se vio reducida a unas pocas parejas hace unos 30.000 años. Si en vez de pocas parejas se hubiese visto reducida a cero, habríamos desaparecido como seres humanos y no estaríamos buscando exo-planetas por el universo.
El equipo científico de la misión Kepler estima que en la Vía Láctea puede haber unos 500 millones de planetas con condiciones para la vida basada en el carbono y el agua líquida. Una probabilidad de surgimiento de ese tipo de vida de uno dividido por mil millones (que es muy alta), nos dice que la probabilidad de que haya vida en la Vía Láctea es de 0.5 o un 50%. La probabilidad de que haya otro planeta con vida es por tanto del 25%. Es alta, pero no segura.
Aparece adicionalmente otro problema. Si existe esa vida, ¿ha evolucionado como la nuestra? La vida lleva sobre el planeta Tierra unos 3.800 millones de años. Si hay vida en otros planetas, ¿en que estadio se encuentra? Si hay o ha habido vida inteligente en la galaxia, y nos llegan sus señales, esas señales salieron de aquellos planetas hace cientos o miles o cientos de miles de años. ¿Cual es la situación actual?
Dejando aparte la física, ¿Para que buscamos vida fuera de la Tierra? ¿Somos mejores personas que los humanos de la época de Colón? En aquella época se descubrió vida inteligente en otro 'planeta' desconocido hasta entonces: Las Américas. La consecuencia del descubrimiento fue el genocidio de millones de amerindios y la muerte de millones de africanos llevados a esas Américas para trabajar para sus amos.
Es dudoso que hayamos mejorado moralmente desde entonces. Hace 80 años nos matamos entre nosotros, por nada, generando unos 20 millones de muertos, y hoy, 26 de Julio de 2015, hay equipos de personas en Oriente Próximo, los herederos de los asirios del primer milenio antes de la era común, que disfrutan matando a los que no son como ellos, a los que no son de su tribu.
Si hubiese exo-planetas con vida similar a la de la Tierra, y pudiésemos llegar a ellos, ¿Destrozaríamos sus poblaciones porque no son de nuestra tribu?
La búsqueda de los exo-planetas es quizás la búsqueda de una quimera. Quizás deberíamos buscar antes el entendernos a nosotros mismos y tratar de eliminar el salvajismo humano, que tratar de localizar vida extra-terrestre.
Es como estas 'medidas' tecnológicas para resolver el problema del cambio climático. Llenar el espacio de espejos que reflejen la luz del Sol, llenar la superficie de tubos que capturen el CO2, almacenar el CO2 bajo el suelo, cuando lo fácil, inmediato y sencillo es eliminar los combustibles fósiles no renovables y substituirlos por energía solar, renovable todos los días.
Para el ser humano, la solución a sus problemas es escapar de la realidad, cuando si se abraza la realidad los problemas, generalmente, desaparecen. Aunque hay lectores que se quejan de mis comentarios 'no físicos' voy a poner uno de ellos como ejemplo inteligible de lo que quiero decir: La realidad en Europa es que deuda griega no se va a pagar nunca. Esa es la realidad. La ilusión de los alemanes y los finlandeses es que se va a pagar. A cambio de esa ilusión, Grecia, y parte de Europa, va a sufrir durante décadas. ¿Para qué? Solamente para mantener una ilusión. De la misma manera, en España hoy hay ilusiones tribales que no son mas que eso, ilusiones sin realidad.
Si estudian ustedes la historia de Europa, verán que las guerras que hemos tenido durante 1.000 años no han servido absolutamente de nada. Los españoles quisimos que los holandeses volviesen a ser católicos. 100 años de guerras nos dejaron en la miseria y los holandeses siguieron siendo protestantes. 30 años de guerras en Alemania dejaron Alemania mitad católica y mitad protestante, con 5 millones de muertos y 30 años de miseria. Las guerras de Napoleón solo consiguieron la derrota de Francia, y las guerras alemanas solo consiguieron 50 millones de muertos y que todo quedase como estaba, salvo 40 años de 'Telón de acero'.
Es la ilusión de cambiar el mundo, de que todos sean protestantes, o católicos, o antimonárquicos, o esclavos de los alemanes, u hoy, esclavos de los islamistas del ISIS, lo que genera desgracias para nada. ¿No nos habría ido mucho mejor aliándonos con los protestantes holandeses, ingleses, con los católicos franceses, y con los demás, para ser ricos todos, en vez de pobres la mayoría con millones de muertos?
Está bien saber que hay exo-planetas similares a la Tierra. Y está bien, también, saber que están muy lejos y que sus evoluciones pueden ser muy distintas de la nuestra.
Y sobre todo, está bien saber que si podemos detectar esos planetas, eso quiere decir que somos lo suficientemente listos como para poder arreglar muchas cosas en nuestro endo-planeta, si queremos hacerlo.
¿Queremos?
ACERCA EL AUTOR
Antonio Ruiz de Elvira, Catedrático de Física Aplicada en la Universidad de Alcalá de Henares. Su investigación se centra en la Física del Clima y de la Atmósfera de la Tierra. Es autor de "Quemando el futuro: clima y cambio climático" (ed. Nivola).
Kepler-452b en todo su esplendor, el planeta más parecido a la Tierra hallado fuera del Sistema Solar