John Kerry ensalza el corraje de Obama y Castro
por dejar de ser “rehenes de la historia”Estados Unidos vuelve a Cuba
Cientos de cubanos asisten al izado de bandera. (GETTY IMAGES)
“El futuro de Cuba lo tienen que dibujar los cubanos”
PABLO DE LLANO / La Habana / El País
A las 10.20 de la mañana de este histórico viernes 14 de agosto, el secretario de Estado John Kerry subió al púlpito en la entrada de la embajada de Estados Unidos en La Habana y, sacándole hierro al hito que protagonizaba, rogó disculpas por haberse retrasado unos minutos en llegar. "Se ha hecho un poco tarde, pero es un día radiante".
Bajo un sol tropical demoledor, el primer canciller de la Casa Blanca en pisar Cuba desde hace 70 años presidió la izada de la bandera de las barras y las estrellas y llamó a fortalecer el impulso del deshielo de relaciones entre Washington y La Habana anunciado el 17 de diciembre por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro. "Sabemos que el camino hacia unas relaciones plenamente normales aún es largo, pero precisamente por ello tenemos que empezarlo en este mismo instante", dijo.
En un discurso de 20 minutos, Kerry, que aterrizó por la mañana poco antes del acto y regresará a Washington antes de terminar el día, ensalzó "el coraje" de Castro y Obama "de dejar de ser rehenes de la historia". Después de mencionar algunos episodios de la tormentosa relación entre Estados Unidos y Cuba, como la invasión de Bahía de Cochinos (1961) o la Crisis de los Misiles (1962), lamentó que el conflicto entre los dos países haya durado tres décadas más desde el final de la Guerra Fría global tras la caída de la Unión Soviética. "Durante todo este tiempo las relaciones entre Estados Unidos y Cuba han seguido enclaustradas".
En línea con el discurso mantenido por Obama desde el deshielo, Kerry recalcó que las políticas del pasado "no llevaron a una transición democrática", apostó por incrementar la relación entre los pueblos y gobiernos de los dos países y remarcó que "el futuro de Cuba lo tienen que dibujar los cubanos".
El compromiso de Obama, trasladó Kerry, "es dar más pasos para aligerar las restricciones para conectar a los cubanos al mundo y mejorar sus vidas". Para ello considera que no sólo bastará lo que hagan ellos sino que será necesario que La Habana trabaje en el mismo sentido. "El embargo ha sido una calle de dos direcciones", afirmó, "y en las dos calles hay eliminar trabas". El discurso de Kerry fue medido y conciliador, pero no dejó pasar la ocasión de reivindicar el convencimiento de su Gobierno de que el sistema político de la isla debe cambiar: "Los cubanos estarán mejor con una democracia auténtica, en la cual puedan escoger a sus dirigentes, expresar sus ideas y profesar su fe", afirmó.
La ceremonia, a la que asistió como representante del Gobierno cubano la responsable de asuntos estadounidense de la cancillería, Josefina Vidal, terminó con la izada de la bandera. Antes de las once de la mañana, tres veteranos marinos que se encargaron de retirarla en 1961 en plena crisis con el gobierno de Fidel Castro entregaron la enseña a los jóvenes soldados de la guardia actual de la legación y el emblema del histórico enemigo de Cuba ascendió en primera línea del icónico Malecón habanero.
Cientos de cubanos acudieron a los alrededores de la embajada. Al final, daban su opinión del acto. "Lindísimo", "emocionante", "excepcional". Uno de ellos, Marta Caballero, afrocubana de 56 años con un colgante al cuello con la cara del Che Guevara —"no me lo quito, este es mi Dios"— agradecía el paso adelante dado por Obama para reencauzar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, rotas durante 54 años. "El negrito ha hecho lo que no hizo ningún blanquito".
GRACIAS PRESIDENTE BARACK OBAMA