Sólo un poema dedicado a las 90 millas de mar que separan las orillas de Cuba y de Estados Unidos podía dar comienzo este viernes a la ceremonia de reapertura de la embajada estadounidense. Y sólo podía leerlo Richard Blanco, su autor, descendiente de cubanos y especialista en traducir en verso los delicados puentes que tienden los emigrantes al dejar atrás su país, su cultura y su historia.
La familia de Blanco emigró de Cuba poco antes de que él naciera en 1968 y fruto de ese viaje, con parada también en España, surgió la carrera de un poeta que ha sabido retratar el equilibrio entre la patria familiar y la nueva tierra con la que se concilia el emigrante, entre la cultura heredada y la fe con la que millones de inmigrantes a lo largo de la historia han adoptado los valores estadounidenses.
Este viernes, su obra Matters of the Sea -Cosas del Mar- estaba dedicada a un mar cuya distancia no ha impedido la reconciliación entre las dos naciones. “Lo que importa es esto: todos pertenecemos al mar que permanece entre nosotros”, leyó Blanco. El Malecón de La Habana servía de marco para la ceremonia. Detrás, “el azul brillante de nuestro horizonte compartido”.
La carrera del poeta se ha vuelto a cruzar así con la historia de Estados Unidos. El escritor se convirtió en 2013 en el primer hispano -y el primer homosexual- en recibir el honor de redactar el poema inaugural para la ceremonia de investidura del presidente, Barack Obama. Este viernes dedicó su poema “a todos aquellos que siempre creyeron que ni siquiera el mar podría separarnos”.
El poeta explicó esta semana que toda su carrera literaria parece haberle preparado para su presencia ayer en La Habana. “Siempre he sentido que mi corazón estaba dividido entre dos países, dos herencias, dos lealtades”, explicó Blanco en la NBC. “El poema me ayuda a reconciliarlas”.
El poeta de origen cubano y abiertamente gay Richard Blanco ha sido el invitado de excepción a la ceremonia de reapertura oficial de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, que certifica el nuevo periodo de acercamiento entre los gobiernos de los dos países tras décadas de hostilidad. Blanco leyó el poemaMatters of The Sea (Cosas Del Mar, en castellano). El poeta, que por cierto nació en España, ya tuvo un papel destacado en la ceremonia de toma de posesión de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos en enero de 2013.
Richard Blanco, hijo de exiliados cubanos (nacido en Madrid en 1968, aunque luego marchó con su familia a Miami, donde creció), fue entonces el encargado de recitar un poema, una tradición inaugurada en 1961 por John F.Kennedy, que luego siguió Bill Clinton en dos ocasiones y que el propio Obama había rescatado en 2009. Ahora ha sido de nuevo elegido para leer otro poema en la histórica reapertura de la Embajada estadounidense en Cuba, ceremonia que fue presidida por el secretario de Estado, John Kerry.“Mi generación tiene la responsabilidad de darle la mano a Cuba, entenderlos, ayudarlos a que la prosperidad sea de ellos, que su pueblo sea el dueño”, ha declarado Blanco a BBC Mundo. “Pero ellos también tienen que ayudarnos a los que no nacimos en Cuba a reencontrarnos con nuestra cultura, renovar nuestra ‘licencia’ de cubanos”, añadía.
Blanco se ha posicionado, obviamente, con Barack Obama y su política de acercamiento a la isla. “Si no hay diálogo nada se mueve. Hablar no significa conceder. Veo este momento en la historia no como que si alguien perdió y otro ganó. También veo la historia de mis padres y eso hay que recordarlo. Pero hay que ver todo esto desde la perspectiva actual, lo veo como el levantamiento del embargo emocional”, ha explicado. “Todo tiene que ver con cómo podemos sanar heridas y no necesariamente cediendo o abrazando al régimen y aceptar todo lo que ellos dicen. Si no nos sentamos alrededor de la mesa nada se va a mover”.
Os dejamos con el vídeo del poema de Blanco. Para los que tengáis dificultades con el inglés, debajo insertamos un segundo vídeo de Telesur, en el que se superpone la voz de una intérprete al castellano. Comienza algo antes, pero incluye también el poema:
Realidad LGTB en Cuba: una evolución difícil
Cuba ha protagonizado una larga y terrible historia de persecución de las personas LGTB, que poco a poco ha ido evolucionando a mejor. El propio Fidel Castro, ya anciano, reconocía en 2010 su responsabilidad personal en lo que calificó como “gran injusticia“. El papel de Mariela Castro, sobrina de Fidel e hija del actual presidente Raúl Castro, y del CENESEX(Centro Nacional de Educación Sexual, que ella misma dirige) ha sido determinante, impulsando por ejemplo la cirugía de reasignación de sexo a cargo del estado.
Pero ni siquiera para la hija del presidente cubano es fácil. Sus intentos por promover una legislación en favor de las parejas del mismo sexo cuentan con importante oposición dentro del propio régimen, y ello pese a a que la propia Mariela ha insinuado en alguna ocasión que su padre está a favor. En enero de 2012, por ejemplo, se anunció una discusión sobre el tema que finalmente no tuvo lugar. Más recientemente, el nuevo Código de Trabajo de la isla incluía por primera vez la no discriminación por razones de orientación sexual, pero la propia Mariela Castro votó en contra en la Asamblea Nacional de Cuba por no incluir la identidad de género ni hacer referencia a las personas seropositivas.
Por lo que a la situación social respecta también se están produciendo avances, aunque la disputa política que contamina todo lo que tiene que ver con Cuba hace difícil una evaluación objetiva de su alcance. Lo cierto es que a lo largo de los últimos años han seguido produciéndose denuncias (según Mariela Castro, infundadas) de detenciones y arrestos de personas homosexuales, especialmente en lugares de encuentro (playas, parques o cines) así como de mujeres transexuales que ejercen la prostitución. También perviven episodios de discriminación. Uno de los casos de los que nos hicimos eco fue la muerte de una mujer transexual mientras se encontraba detenida tras una redada, que comenzó a sentirse mal pero a la que los agentes no prestaron atención hasta que fue tarde.
Por otra parte, cada vez llegan más noticias positivas, como la elección de la primera concejal transexual o la celebración desde hace pocos años de marchas (algunas de ellas críticas con el gobierno) que cada vez dan una mayor visibilidad al colectivo. Avances que desembocaron, en mayo de 2014,en la celebración en Cuba de la VI Conferencia regional de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales para América Latina y el Caribe (ILGALAC), todo un hito para la comunidad LGTB cubana.
Por Gina Montaner John Kerry viajó a la Habana para izar la bandera de barras y estrellas. En el acto que se celebró en la embajada de Estados Unidos leyó un poema el poeta cubanoamericano Richard Blanco, quien apela al levantamiento del "embargo emocional" después de más de medio siglo de diferencias ente el régimen castrista y Washington.
Sin embargo, a diferencia de Blanco y otros invitados que el Departamento de Estado seleccionó para asistir junto a representantes de la oficialidad cubana a la ceremonia oficial de apertura, los disidentes y activistas proderechos humanos no fueron invitados al acontecimiento de mayor trascendencia desde que el presidente Obama y el gobernante Raúl Castro anunciaron el deshielo.
Por muchas piruetas retóricas que la administración Obama ha dado para justificar la ausencia de destacados opositores en un festejo que pretendía marcar el avance hacia la normalización de relaciones, toda explicación resulta inexplicable. Tanto es así, que un editorial este viernes el 'Washington Post' le recomendó a Kerry que al menos tuviera el decoro de dejar un asiento vacío, como símbolo de las "personas y los valores que se quedan al otro lado de las rejas". Es un "insulto", se añade, excluir a figuras como Antonio Rodiles, Jorge Luis Pérez (Antúnez), Yoani Sánchez o las Damas de Blanco para complacer a los Castro.
Algo parecido pensaron Rodiles y la Dama de Blanco Berta Soler, quienes declinaron la invitación a una reunión posterior y de carácter privado en la residencia del encargado de Negocios de la embajada, Jeffrey DeLaurentis. ¿Por qué habrían de ser relegados a un encuentro de bajo perfil cuando sus esfuerzos están dirigidos a ese cambio tan necesario que invocan los artífices y defensores del acercamiento? Si se habla en serio de normalización, es de rigor tener el gesto inequívoco de contar con representantes de la oposición democrática. Una condición más apremiante que hablar de Internet, intercambios comerciales o golosas inversiones.
Precisamente el aspecto más débil de la política de 'engagement' que Obama suscribe con entusiasmo en el tramo final de su mandato es la falta de condiciones de peso a la hora de negociar con regímenes totalitarios, y hasta ayer enemigos, como el de los hermanos Castro. Sabe a muy poco que Kerry repita en sus discursos que siempre apoyarán a los disidentes, cuando no se les ha dado voz en el diálogo que ha establecido la Casa Blanca con una dinastía familiar que carece de legitimidad alguna.
En momentos como éste, cuando no se alcanza a comprender el ruido de los aplausos en una fiesta en la que no hay motivos reales para celebrar, arrojan luz las reflexiones de un campeón de la lucha por los derechos humanos como Natan Sharansky, quien sufrió nueve años de presidio político en el gulag de la ex Unión Soviética. Sharansky, que en los años 70 vivió en carne propia la intención de Nixon (abortada por una enmienda que propuso el senador demócrata Henry Jackson) de normalizar y levantar las sanciones a un Kremlin que sistemáticamente atropellaba a la disidencia, defiende la importancia de promover acercamientos siempre y cuando se le exija un cambio de comportamiento a gobiernos opresores.
Sobre la falta de valores éticos en la política, Sharansky concluye que, al final, una conducta moral es la más provechosa de las conductas. Sin duda, algo falló en la Habana si junto al poeta no pudo estar una pacífica Dama de Blanco.
El poeta cubanoamericano Richard Blanco cuando recitaba el viernes en La Habana. Chip Somodevilla Getty Images
Por Mimi Whitefield / La Habana El mar siempre ha jugado un papel importante en la psiquis del poeta Richard Blanco, e inspiró el poema que leyó justo antes de que la bandera de las barras y estrellas ondeara sobre la Embajada de Estados Unidos en La Habana por primera vez en más de medio siglo.
Blanco, quien en el 2013 se convirtió en el primer hispano y el primer hombre abiertamente gay elegido para recitar un poema en una ceremonia de toma de posesión presidencial, volvió a dar un paso histórico el viernes cuando leyó su nueva obra, Matters of the Sea (Cosas del Mar), en la ceremonia que marcó la reapertura formal de la Embajada de EEUU en Cuba.
“Mi inspiración fue algo que ha estado dándome vueltas en la cabeza desde que era niño: Cuba y Estados Unidos están a apenas 90 millas de distancia, tan cerca, pero tan lejos”, dijo al Miami Herald.
Vestido de guayabera blanca, Blanco abogó por la unidad: “Nadie es el otro para el mar, seamos apartada isla o vasto continente”.
Fue significativo que el poema se recitara a la vista del Malecón, la explanada que se extiende a lo largo de la costa de La Habana.
Blanco, de 47 años, dijo que el poema estaba dedicado a aquellos que viven a ambos lados del Estrecho de la Florida. Mientras él recitaba en inglés en un sofocante día cubano, una traducción hecha por Ruth Behar, profesora de la Universidad de Michigan nacida en Cuba fue leída en la televisión cubana.
“Yo insistí en que se tenía que hacer en los dos idiomas”, dijo.
El mar, dijo Blanco, hace de “Muro de Berlín invisible” entre ambos países, pero al mismo tiempo es un poderoso vínculo entre las personas.
“Todos hemos jugado en la arena junto al mar; todos hemos caminado por la orilla del mar”; la experiencia es la misma ya se esté en Cuba o en Estados Unidos, dijo.
Cosas del mar, dijo, se trata de “regresar a nuestra humanidad, la humanidad compartida por debajo de la política. Al fin y al cabo, se trata de llegar a un estado de sanación, llegar a un estado en que podamos vernos unos a otros como seres humanos”.
De hecho, Blanco cierra el poema con estas palabras conmovedoras:
“Todos hemos apoyado caracoles a nuestros oídos
Escucha de nuevo el eco.
Hoy, el mar sigue diciéndonos
El fin de todas nuestras dudas y miedos
Es admirar los azules lúcidos de nuestro horizonte compartido
Para respirar, juntos,
Para sanar, juntos”.
El compara los años de aislamiento entre Cuba y Estados Unidos a un matrimonio anciano que vive en la misma casa y no se han hablado el uno al otro en 60 años: “¿Cómo es que eso va a cambiar nada?”, preguntó.
Blanco, graduado de ingeniería y de una maestría en Bellas Artes en la Universidad Internacional de la Florida, dijo que la reanudación de lazos diplomáticos entre Cuba y Estados Unidos es “el fin de una era de silencio y estancamiento.
“A través de la comunicación pueden pasar cosas. De mi generación y de las generaciones futuras depende que mantengamos esta conversación”, dijo en una entrevista. “Como poeta y como cubanoamericano, estoy orgulloso y agradecido de la oportunidad de participar en este momento histórico” de mejoramiento de las relaciones EEUU-Cuba.
El otro poema de Blanco que hizo historia fue One Today (Un hoy)que él escribió para la segunda ceremonia de toma de posesión del presidente Barack Obama. El dijo que en esa época estaba escribiendo un poema sobre Estados Unidos, pero ahora lo ve más como un poema sobre sí mismo y sobre cómo ve a Estados Unidos.
El mar ha jugado siempre un poderoso papel en la vida del propio Blanco. Antes de que él naciera, sus padres salieron de Cuba y atravesaron el Atlántico hasta Madrid. “Yo no nací en Cuba por cuestión de dos meses”, dijo. Luego, contó Blanco, fue “importado” casi de inmediato a Estados Unidos siendo un niño de brazos. Sus padres viven todavía en Westchester.
Tanto Cuba como Miami, donde él pasó su infancia, han ejercido en él una atracción magnética. Su libro más reciente, The Prince of Los Cocuyos (El príncipe de Los Cocuyos) recoge las memorias de su infancia en Miami.
Aunque él siempre había conocido a Cuba — o creía conocerla — a través de los cuentos, las cartas y los telegramas de sus parientes, “Cuba era el verdadero lugar de la imaginación”.
Cuba, dijo Blanco, era “donde el azúcar era más dulce, la sal era más salada, el lugar que era mío pero en que nunca había estado. Era como una película que alguien me contó”.
En 1994, él hizo su primer viaje a Cuba. Dijo que necesitaba asegurarse de que era real, y “hacerlo mío emocionalmente”. El ha regresado varias veces desde entonces. Su breve viaje de dos días para leer su poema en la embajada fue su séptima visita a Cuba.
Ahora, Blanco está tratando de establecer un puente entre las dos realidades del exilio y la isla. El y Behar han creado un blog llamado “Puentes hacia/desde Cuba” que busca animar al diálogo entre la diáspora cubana y los que viven en la isla.
Cuando visitó Cuba en junio, dijo, las cosas parecían diferentes.
“Había un optimismo cauteloso, o tal vez un optimismo pesimista”, dijo Blanco.
A pesar de muchas quejas de parte del pueblo cubano, dijo, “Hay algo en el aire que dice que se ciernen cambios en el horizonte”.
Lo que más le impresionó fue el “predominio del espíritu empresarial que está saliendo a la superficie”.
Alrededor de 500,000 cubanos en una población de 11 millones son trabajadores por cuenta propia (”cuentapropistas”), y el gobierno quiere que muchos más hagan lo mismo porque ya no puede permitirse costosas nóminas estatales.
Los carros antiguos ya no son simples curiosidades en Cuba, dijo.
Han sido renovados y puestos a trabajar por sus dueños, transportando pasajeros de un lado a otro de La Línea.
“Había además toda una escena artística y culinaria que yo nunca había visto antes”, dijo Blanco. “Muchos de los restaurantes privados eran lugares modernos, de decoración artística, vanguardista, como pudiera verse en Miami, y estaban llenos de cubanos”.
En las casas particulares que alquilan habitaciones a visitantes extranjeros, a Blanco lo impresionó “el orgullo con que los dueños sirven de anfitriones. Ellos obsequiaban con platos de frutas a sus inquilinos, y tenían tarjetas de negocios”.
No obstante, dijo, esas actividades sólo tienen lugares en rincones de la economía, no en todas partes.
Pero Blanco dijo que eso le había dado ánimo. “Me hizo sentir mucha esperanza”, dijo.
Si la apertura de Obama hacia Cuba conlleva una mayor prosperidad, él tiene la esperanza de que la misma “sea propiedad del pueblo cubano”.
El mar no importa, Lo que importa es esto. Todos somos del mar entre nosotros, Todos nosotros. Una vez y aún ahora, el mismo niño Que se maravilla ante una estrella de mar, Escucha los caracoles vacíos, Esculpe sueños en castillos imposibles. Todos hemos sido amantes, De la mano paseando por cualquiera de nuestras orillas. Nuestras huellas, Como un espejismo de nosotros mismos, Se desvanecen en olas que no conocen su origen O no les importa en qué país se rompen, Se rompen. Nos bendicen y regresan al mar, Hogar de todos nuestros deseos silenciosos. Nadie es el otro para el mar, Seamos apartada isla o vasto continente. Recuerda a nuestros abuelos, Sus manos enterradas profundamente En la tierra roja o marrón Plantando árboles de arce o mango Que los sobrevivieron. Nuestras abuelas, Contando los años mientras desempolvan fotos del día de su boda, Esos desgastados rostros de familia todavía vivos, Ahora sobre nuestras cómodas. Nuestras madres, Enseñándonos cómo leer en español o inglés, Cómo atar nuestros zapatos, Cómo recolectar los colores del otoño, O morder una guayaba. Nuestros padres, Fatigados por el peso de las nubes, Marcando reloj en las fábricas O cortando caña de azúcar Para ganar una nueva vida para nosotros. Mis primos y yo ahora admirando los mismos cielos Sobre rascacielos o fincas, Esperando que el tiempo se detenga Y comience otra vez. Cuando la lluvia cae Limpia su camino hacia el río o la calle, De vuelta al mar. No importa qué himno cantemos, Todos hemos caminado descalzos y con el alma al desnudo, Entre los altibajos del llanto de la gaviota. Hemos proferido nuestras penas y esperanzas Al mar. Nuestros labios bendecidos por la misma rociadura de viento salado, Hemos acariciado memorias y arrepentimientos Como piedras en nuestras manos que no podemos arrojar. Pero, pero... Todos hemos apoyado caracoles a nuestros oídos Escucha de nuevo el eco. Hoy, el mar sigue diciéndonos El fin de todas nuestras dudas y miedos Es admirar a los azules lúcidos de nuestro horizonte compartido Para respirar, juntos, Para sanar, juntos.
Versión original, en inglés:
"Matters of the Sea"
The sea doesn't matter, What matters is this. We all belong to the sea between us, All of us. Once and still the same child who marvels at a starfish, Listens to hollow shells, Sculpts dreams into impossible castles. We've all been lovers, Holding hands, Strolling down either of our shores. Our footprints, Like a mirage ourselves, Vanish in waves that don't know their birth Or care on which country they break, They break. They bless us and return to the sea, Home to all our silent wishes No one is the other to the other, to the sea, Whether unhemmed island or vast continent. Remember our grandfathers, Their hands dug deep Into red or brown earth, Planting maple or mango trees That outlived them. Our grandmothers, Counting years while dusting photos of their wedding days, Those brittle family faces still alive On our dressers now. Our mothers teaching us how to read in Spanish or English, How to tie our shoes How to gather falls colors or Bite into a guava. Our fathers worn by the weight of clouds, Clocking in at factories Or cutting sugar cane To earn a new life for us. My cousins and I now scouting the same skies Above skyscrapers or farms, Waiting for time to stop And begin again. When rain falls, Washes its way to river or street Back to the sea. No matter what anthem we sing, We've all walked barefoot and bare soul Among the soar and dive of seagull's cries We've proffered our sorrows and hopes Up to the sea. Our lips anointed by the same spray of salt laden wind, We've fingered memories and regrets Likes stones in our hands that we can't just toss. Yet, yet We've all cupped seashells to our ears. Listen, again To the echo. Today the sea’s still telling us The end to all our doubts and fears Is to gaze into the lucid blues of our shared horizon, To breathe, together, To heal, together.
Richard Blanco Traducido al español por Martinoticias