El último 'topless' de Marilyn
La actriz quería apartar a Liz Taylor de los focos que ocupaba en ese momento
Por eso se ofreció a posar desnuda para un fotógrafo. Sería su última vez
23 de mayo de 1962. Estudios de Fox (California) Fotógrafos: Lawrence Schiller. Revista 'Life'
Por Azucenas Mancebo
"¿Qué pasaría si me quitara el biquini?". La estrategia de Marilyn Monroe por volver a recuperar toda la atención de los focos, de las portadas y de los estudios de cine que le había robado Elisabeth Taylor, la diosa de los ojos de gata que acababa de rodar la megaproducción Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz), no pudo ser más inteligente y efectiva. La explosiva rubia llamó al jovencísimo fotógrafoLawrence Schiller, con el que ya había trabajado, para hacer una sesión en el set de rodaje de Something's got to give, película que protagonizaba junto a Dean Martin y que la actriz nunca llegó a terminar: menos de tres meses después de esas fotografías, Marilyn aparecía muerta en su casa.
El acuerdo previo entre Monroe y Schiller: retratos en distintos lugares del rodaje, incluida la piscina, en biquini. Hasta que la actriz, desde el agua, preguntó al fotógrafo: "¿Qué pasaría si me quitara el biquini?". "Pues que me harías famoso",respondió Schiller sorprendido y emocionado. La (más ambiciosa que nunca) rubia, se sumergió en la piscina y salió completamente desnuda;Schiller comenzó a disparar su Leica sin saber que las que estaba haciendo serían de las últimas fotos de Marilyn con vida. Tras ser publicadas en Life, el 22 de junio de ese año (su última portada), la actriz relegó a Taylor al papel de segundona y a Schiller al del olimpo de la Historia.
Claro que, si su topless la devolvió a la primera plana, su sensualHappy Birthday, Mister President, cantado a John F. Kennedy sólo cuatro días antes de las fotos, le puso la alfombra roja para entrar aese lugar sólo permitido a los mitos. Algo que Marilyn necesitaba creer que era para sentir el cariño del que era yonqui. Por eso se permitía faltar al rodaje cada vez que se le antojaba; por eso, cuando fue despedida por la Fox, tenía la seguridad de que la volverían a llamar. Quienes la conocían sabían de las carencias afectivas de Marilyn, como el propio Schuller o el fotógrafo Cecil Beaton, que llegó a decir: "Probablemente, todo acabará en lágrimas"
Foto historica, 1953 para playboy