|
La Virgen de la Caridad del Cobre Patrona de la Isla de Cuba
Una vez más el exilio se reúne en el Bank United Center de la Universidad
de Miami para celebrar el día de su patrona y enviar un mensaje de amor y unidad
Por Wilma Hernández - Diario las Americas Cada 8 de septiembre los devotos celebran a la Caridad del Cobre, que más que una advocación de la virgen María se ha convertido en el símbolo de la identidad nacional, que los cubanos han llevado consigo por todo el mundo.
Durante los últimos 54 años, miles de exiliados cubanos y otras nacionalidades se han congregado en la Capital del Sol para rendir tributo a la patrona de Cuba. Esta vez no será la excepción, el Bank United Center de la Universidad de Miami acogerá este martes a las 8 p.m. a los hijos de la Caridad, o simplemente Cachita, como cariñosamente le llaman.
“La virgen de la Caridad del Cobre quiere volver a reunir a sus hijos para recordarles la necesidad de amor y que estamos unidos por el fuerte lazo de la fe”, expresó el sacerdote Juan Rumín Domínguez, rector de la Ermita de la Caridad en Miami.
La devoción del pueblo cubano por su virgen surgió a partir de que en 1612 su imagen apareciera flotando sobre el mar que ocupa la Bahía de Nipe, ubicada en el oriente de la isla.
“Ahí empieza una gran devoción, y poco a poco la virgen de la Caridad se va asentando en el corazón y los hogares de los cubanos”, recordó el padre Rumín Domínguez.
Luego, cuando los mambises emprendieron la lucha para liberar al país del colonialismo español, cuentan que la Caridad los acompañó en los campos de batalla. Entonces fue rebautizada con el seudónimo de la virgen mambisa. Incluso, también se cree que Antonio Maceo se salvó de un tiro en una ocasión por llevar en su pecho una medalla de la Caridad del Cobre.
Fue debido a este episodio de protección excepcional y la gran devoción nacional que los veteranos independentistas le pidieron al papa Benedicto XV en 1915 que proclamara a Cachita como la patrona de la isla.
Un año después el entonces Sumo Pontífice cumplió los designios de los mártires y los héroes de la patria nombrando a la Caridad del Cobre la patrona de Cuba.
“La virgen de la Caridad es un símbolo de cubanía. Es parte de nuestra identidad porque ella llegó al corazón de los cubanos en los tiempos cuando se forjaba nuestra identidad nacional, cuando se estaban convergiendo diferentes razas y culturas”, indicó el padre Rumín.
Además de la gran celebración el martes, un grupo de cantantes y músicos cubanos radicados en Miami cantan a la virgen el lunes, a las 9 p.m., después de una misa solemne que culmina la novena en honor a la virgen. “Es una fiesta de mucho arraigo popular aquí en nuestra comunidad y el pueblo de Cuba, porque donde quiera que haya cubanos, en cualquier parte del mundo, el 8 de septiembre es el día que celebramos a nuestra patrona, la virgen de la Caridad del Cobre”.
Entre los que le cantan a la virgen frente a su altar en la Ermita figuran Albita Rodríguez, Malena Burke, Amaury Gutiérrez y Carlos Oliva, mientras que Ramoncitín Veloz le dedicará unas décimas.
“Es muy importante ver a varias generaciones juntas cantándole a la patrona, ya sea aquellos que llevan muchos años en el exilio o quienes llevan poco tiempo”. Es que Cachita ha acompañado al pueblo de Cuba a lo largo de su historia. Incluso, cuando hace más de medio siglo el régimen castrista se instaló en la isla e intentó despojar de la fe a los devotos, los hijos de la Caridad ingeniaron la manera de esconder su imagen en sus hogares.
“Ella no se fue. Ella permaneció. Muchas veces en imágenes escondidas en clósets o escaparates. De manera que cuando fue posible, esa devoción resurgió con una fuerza tremenda, porque no se puede aplastar, borrar ni eliminar la fe de un pueblo”, afirmó.
Por tanto, el padre Rumín aseguró que esta virgen ha salvado la fe de los católicos cubanos, que además, los ha unido a pesar de cualquier filosofía política, pensamiento o creencia.
“Si hay un punto de unidad, si hay alguien que une al pueblo de Cuba por encima de cualquier diferencia ideológica, religiosa o de cualquier tipo, esa es la patrona de los cubanos, la Caridad del Cobre”, enfatizó.
“A pesar de las diferencias, todos nos sentimos siempre cobijados bajo el manto de la virgen”, agregó.
Un templo construido por el pueblo
Al igual que la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, ubicado en el oriente de Cuba, el Santuario Nacional Ermita de la Caridad, en Miami, ha sido templo de oraciones para los devotos durante todo el año, desde que fue construido en 1973.
La tradición de celebrar a la virgen cubana en exilio comenzó luego de que su imagen llegara a la Capital de Sol en 1961. Fue ese mismo año que alrededor de 30 mil cubanos se dieron cita para venerar a la patrona de la mayor de las Antillas.
A partir de ese año, cada 8 de septiembre, los devotos de la virgen celebraron el día en Miami. Entonces, el arzobispo Coleman Carroll exhortó a los cubanos exiliados a edificar una casa a quien tanto veneraban.
Fue así que se materializó el santuario, centavo a centavo, que hoy reúne a devotos de Miami y el mundo. Ya es tradición que los recién llegados a la ciudad visiten el templo para dar gracias a la virgen por haberles ayudado a salir de Cuba, bajo las circunstancias políticas que la caracterizan.
“Es importante recordar que es un santuario del pueblo, hecho por el pueblo. Nadie lo construyó por sí solo. Nadie dijo, tengan esta gran donación y háganle un santuario a la patrona de Cuba. Fue el pueblo de Miami que hizo este santuario”.
Después que la Arquidiócesis de Miami ofreciera el espacio para realizar la gran obra, el arzobispo Carrol encargó el proyecto a monseñor Agustín Román.
En honor a la figura del precursor de la Ermita de la Caridad del Cobre, el pasado sábado el santuario develó la estatua de bronce que recoge la imagen de monseñor Agustín Román, cuando oraba, apuntando a Cuba, cada mañana.
Ermita de la Caridad del Cobre de Miami construido en el año 1973 por cubanos exiliados
Fotos del presidente de Barack Obama, en la Ermita de la Caridad del Cobre de Miami
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 4 de 4
Siguiente
Último
|
|
La Caridad nos une Un breve recorrido por la historia de la devoción a la Virgen de la Caridad
Procesión de la Virgen de la Caridad del Cobre por las calles de La Habana el pasado 8 de septiembre de 2014. ( 14yMedio)
Por Mario J. Penton Martínez | Fuente 14yMedioHace algo más de cuatrocientos años, en una remota bahía al oriente de Cuba, en Nipe, sin bombos ni platillos, sin alfombras rojas ni trompetas, ocurrió uno de los hechos más trascendentales en nuestra historia: el hallazgo de la venerada imagen de la Virgen de la Caridad. Tres humildes cubanos tuvieron el privilegio de encontrar, flotando sobre las aguas, en una tabla de madera, la preciosa imagen. Fueron los hermanos indígenas Juan y Rodrigo Hoyos, junto a un negrito esclavo de nombre Juan Moreno, de 10 años, quien en sus memorias muchos años después relató el episodio. A los pies de María la inscripción: Yo soy la Virgen de la Caridad. Sus vestiduras no estaban mojadas, a pesar de la tormenta acaecida el día anterior.
¿Lanzada desde un barco pidiendo clemencia al mal tiempo? ¿Perdida por los marineros? ¿Aparición milagrosa? No sabemos. Lo cierto es que a partir de aquel día de 1812 Cuba no sería igual. El hallazgo de una imagen mestiza preludiaba el llamado "ajiaco" en el que se fraguarían los elementos esenciales de nuestra identidad como nación. La deidad aborigen Atabey, madre del dios indio, terminará conjugándose con la María de la Caridad cristiana y finalmente sincretizándose con la orisha africana Oshún, consuelo de los negros esclavos en sus largas jornadas bajo el caribeño sol.
Los más pobres y oprimidos, a quien ella había escogido como hijos, pronto sentirán su benéfico influjo. 80 años antes de que se decretara la abolición de la esclavitud en la Capitanía General de Cuba y 86 años antes de que se aboliera el patronato.
En sus primeros doscientos años de historia apenas se encuentran esparcidas por el oriente de Cuba ocho esculturas, un óleo y un dibujo, un texto histórico y una novena referidos a la Caridad. Sin embargo, en el siglo XIX, junto a las guerras independentistas, la devoción a Cachita, como cariñosamente le comienzan a llamar los cubanos, crece exponencialmente. Tanto mambises como españoles comienzan a nombrarla como protectora de sus respectivas fuerzas armadas. En 1868, Carlos Manuel de Céspedes se postra en su santuario y le ofrece de rodillas la causa libertaria. Nunca se separó de una medalla con su imagen, regalo de su esposa.
La Virgen comienza a tener el sobrenombre de mambisa. Se rumoreaba que la imagen desaparecía del santuario y cuando reaparecía, entre sus vestiduras aún se encontraban restos de la manigua en la que había estado acompañando a sus hijos en su lucha por la libertad. Este tipo de leyendas definitivamente tienen un trasfondo teológico muy significativo, pues refleja la impresión en el imaginario colectivo del apoyo brindado por Nuestra Señora de la Caridad a los cubanos, acompañado por un sinnúmero de milagros atribuidos a su venerada imagen. Por solo citar un ejemplo de tal devoción, hacia 1870 el sacerdote camagüeyano Ricardo Arteaga le llama en un sermón "la Estrella Solitaria" en clara alusión al símbolo patrio. Las autoridades coloniales le condenan inmediatamente al destierro.
Es precisamente en este siglo donde comienza el sincretismo con la figura del panteón yoruba conocida como Oshún. Este es un fenómeno propio del Occidente cubano y que posteriormente se extenderá por toda la Isla. Entre las decenas de miles de negros esclavos que forzosamente llegan a Cuba como mano de obra para los cañaverales y cafetales estaba muy enraizada la devoción a la orisha del amor y de las aguas dulces. La figura atractiva y mestiza de la Caridad, unido a su mismo nombre, que en latín significa amor (charitas), junto a la prohibición expresa de adorar a sus deidades ancestrales, probablemente permitió el complejo y enriquecedor proceso sincrético en el cual se identificaban indistintamente Oshún y la Caridad.
Durante ambas guerras, la figura de María inspira y acompaña a las fuerzas mambisas. En 1898, el general Calixto García Íñiguez manda celebrar una misa solemne en el Cobre, lo cual se conoce como la Declaración Mambisa de la independencia del pueblo cubano. Comienza así el caminar independiente de la isla de Cuba –saltando, claro está, el período ocupacional norteamericano 1898-1902–. El 8 de septiembre de aquel año se celebró la primera festividad religiosa en la naciente Cuba libre.
A tal punto llega la devoción de dichas fuerzas a la figura de la Virgen, que el Consejo Territorial de Oriente emite una declaración en apoyo a la solicitud de que fuera proclamada Patrona de Cuba: "... En el fragor de los combates y en las mayores vicisitudes de la vida, cuando más cercana estaba la muerte y más próxima la desesperación, surgió siempre como luz disipadora de todo peligro, o como rocío consolador para nuestras almas, la visión de esa virgen cubana por excelencia, cubana por el origen de su secular devoción y cubana porque así la amaron nuestras madres inolvidables."
La veneración de la Caridad en la Cuba republicana va de la mano con el aumento de colegios religiosos y el resurgir de la Iglesia Católica. En 1915, Jesús Rabí y otros destacados mambises piden al Papa que la nombre Patrona de Cuba, lo que ocurre al año siguiente. En 1927, se inaugura el actual Santuario Nacional. En 1936, es coronada como Reina y Madre de todos los cubanos, por voluntad expresa del papa Pío XI. Entre 1951 y 1952, la Virgen recorre toda Cuba en la celebración del cincuentenario de la República. En 1959, vuelve a La Habana para la celebración del Primer Congreso Católico Nacional. En la misa, celebrada en la Plaza Cívica –actual Plaza de la Revolución–, se encontraba el entonces primer ministro Fidel Castro, formado en el jesuita Colegio de Belén.
Duros años vendrían a partir de 1961 para la Iglesia Católica y para la Virgen de la Caridad. El marcado acento marxista que fue adquiriendo el Gobierno, con la correspondiente visión materialista terminó en una persecución abierta a los creyentes, la expulsión de sacerdotes y religiosos, la confiscación de las escuelas católicas e incluso de algunos templos. En 1975, el Primer Congreso del Partido Comunista calificó el hecho religioso como "anticientífico y, por lo tanto, falso". En 1976, se aprueba la Constitución que declara atea la educación.
En 1986, el Encuentro Nacional Eclesial Cubano, después de una profunda reflexión invita a perdonar y adoptar una actitud constructiva de cara al futuro. El fin del socialismo real en Europa del Este obligó a replantearse la actitud ante la fe del Partido y la admisión en sus filas de creyentes. Se modifica la Constitución en 1992, garantizando la plena libertad de culto y creencia. Tras la visita de Juan Pablo II, en 1998 un nuevo horizonte se abría para la devoción a la Caridad. Su coronación, transmitida en vivo en toda la Isla, constituyó un hecho sin precedentes en la historia de la Cuba socialista. Los hechos más recientes son conocidos por todos: la Peregrinación Nacional por los 400 años del hallazgo y presencia de la Virgen en Cuba conmocionó al país y la visita de Benedicto XVI selló con broche de oro dichas celebraciones.
Desde hace más de 400 años la Virgen de la Caridad, Oshún o simplemente Cachita, desde su maternal santuario en el oriente de la Isla ha unificado las ansias libertarias de nuestro pueblo. Una pléyade insigne de cubanos le ha cantado sus loas. En ella se resumen y encuentran acogida nuestras ilusiones logradas y frustradas, nuestros proyectos de nación truncados. Cada día a su santuario llegan flores de aquel balsero que parte a su peligrosa travesía o de la abuela que le pide bendiga al nieto que está en la escuela. En María de la Caridad, morena, blanca, india y mestiza como nosotros, vemos reflejado el rostro siempre plural de Cuba. En su casa cabemos todos, porque es la casa de la Madre, donde siempre hay un lugar vacío en la mesa y un plato servido a la espera del hijo que un día se fue del hogar.
|
|
|
|
Virgen de la Caridad del Cobre Patrona de todos los cubanos
El 8 de septiembre es una fecha especial para los cubanos. Es el Día de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. La imagen de la virgen ha acompañado a los cubanos desde su aparición a principios del siglo XVII, inclusive en las campañas independentistas contra la corona española y en el largo exilio de la época moderna.
La imagen de la Virgen de la Caridad es pequeña y su rostro es redondo. En el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús quién en una mano tiene un globo terráqueo.
Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, o la Virgen de la Caridad del Cobre, Caridad del Cobre o simplemente Cachita, es una de las advocaciones de la Virgen María. Es la Patrona de Cuba, este solemne nombramiento fue proclamado por el Papa Benedicto XV en el año 1916. Posteriormente en un viaje realizado por Juan Pablo II a la isla de Cuba en el año 1998, coronó con gran dignidad a la Virgen como Patrona de Cuba.
La imagen mariana se venera en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba y tambien en el Santuario de la Ermita de la Caridad de Miami, construido por los exiliados cubanos en el año 1973. En la santería Orisha se identifica con Oshun.
Benedicto XVI le otorga el 26 de marzo de 2012 la Rosa de Oro de la Cristiandad,1 con motivo del cuadringentésimo aniversario de la aparición de la imagen.
Leyenda Entre los años 1612 ó 1613, se realizó el hallazgo de la imagen de La Virgen de La Caridad, la patrona de Cuba. La historia narrada bajo juramento eclesiástico a los 85 años por Juan Moreno, "el negrito de La Caridad" nos cuenta como fueron en una canoa en busca de sal, el y dos hermanos indios, Juan y Rodrigo de Hoyos, cuando salían de Cayo Francés (en la Bahía de Nipe) observaron algo flotando en el mar, al acercarse vieron con asombro y alegría que se trataba de una imagen de la Virgen María sobre una tablilla donde se podía leer: "Yo Soy La Virgen de La Caridad".
Según recuentos de la época, su imagen apareció en 1612 o principios de 1613 de abril, en la Bahía de Nipe, la mayor de Cuba, situada en la costa norte de la región oriental de la isla.
Fue avistada por tres esclavos: un muchacho negro de 10 años (Juan Moreno) y dos hermanos de pura sangre india (Juan y Rodrigo de Hoyos), que trabajaban como esclavos en las minas de cobre de la región. El trío ha quedado bautizado en la imaginería cubana como "los tres Juanes".
En un relato que se conserva en el Archivo de Indias de Sevilla, hecho bajo juramento eclesiástico "setenta y cinco años después del suceso", el esclavo negro Juan Moreno contó cómo ocurrieron los hechos.
Los jóvenes, que habían ido en busca de sal, divisaron la imagen de la Virgen con el Niño Jesús en brazos --la misma que hoy es objeto de veneración por los cubanos-- que se acercaba flotando en una tabla, donde podía leerse la frase "Yo soy la Virgen de la Caridad".
El santuario inicial se construyó de manera improvisada, empleando hojas de guano y tablas. Tras múltiples sucesos misteriosos ocurridos en torno a la imagen, ésta fue llevada al que sería su santuario definitivo, a poca distancia de allí, en la cima de una loma cercana a las minas de cobre.
Historia Según documentos antiguos que se encuentran en el Archivo General de Indias, la llegada de la imagen de la Virgen de la Caridad a las serranías de la Sierra del Cobre, en Cuba, se produjo cuando un illescano, Francisco Sánchez de Moya, capitán de artillería, recibió el 3 de mayo de 1597 un mandato del Rey Felipe II para que se fuera a las minas de la Sierra del Cobre a defender aquellas costas de los ataques de piratas ingleses. El rey le hizo el encargo de erigir una pequeña iglesia, lugar donde soldados y mineros pudieran acudir a encomendarse y hacer sus oraciones a la venerada imagen de la Virgen de la Caridad. Antes de su partida hacia el Nuevo Mundo, este Capitán mandó tallar en Toledo una réplica de la Virgen de la Caridad, que fue la que llevó por mar hasta la isla.
La Historia se mezcla con la leyenda cuando, setenta y cinco años después de la aparición, el único testigo sobreviviente del "milagro", ya en plena senilidad, hizo una declaración jurada donde involucra en el relato de la milagrosa aparición al propio capitán Francisco Sánchez de Moya, quien había llevado la imagen a la isla.
Proclamación de La Virgen como Patrona de Cuba y Coronación En 1915 los veteranos de la Guerra de Independencia escribieron al Papa Benedicto XV pidiendo que proclamara Patrona de Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre. El 10 de mayo de 1916, el papa Benedicto XV declara a la virgen patrona de Cuba. El Papa Pío XI autorizó la coronación canónica de la sagrada imagen. Es en la mañana del 20 de diciembre de 1936, cuando se realizó la coronación por el entonces obispo de Santiago de Cuba, Monseñor Valentín Zubizarreta.
La leyenda católica dice que dos indios, Juan de Hoyos y Juan Moreno junto a un negrito criollo, fueron a buscar sal a la bahía de Nipe donde vieron algo que flotaba en el mar, era una tabla sobre la que había una imagen de la Virgen tallada en madera que llevaba en el brazo izquierdo al niño Jesús y, en la mano derecha, una cruz de oro. La tabla tenía una inscripción que decía: "Yo soy la Virgen de la Caridad". Los indios llevaron la imagen al administrador de la mina de cobre de Varajagua quien ordenó se le hiciera una ermita. Los yorubas identificaron la Virgen con Ochún porque esta oricha es la dueña del cobre y tenía fama de caritativa y misericordiosa. La Iglesia católica utilizó la imagen en cintas de raso para proteger a las parturientas en los embarazos. Ochún es también protectora de las parturientas.
En un homenaje y reconocimiento al pueblo de Cuba, durante su visita a la Isla en 1998, El Papa Juan Pablo II coronó y bendijo la imagen de la Patrona de Cuba durante la tercera misa que ofició en el país, celebrada en la Plaza Antonio Maceo de la ciudad de Santiago de Cuba, el 24 de enero de 1998. El Papa llamó a no olvidar nunca los grandes acontecimientos relacionados con la Caridad y recordó el lugar singular que en la misión de la Iglesia ocupa la Virgen María, de la cual el propio Juan Pablo II era devoto.
Documento donde se narra la historia del hallazgo de la imagen El documento donde se narra como "los tres Juanes" encontraron la imagen fue encontrado en el Archivo de Indias de Sevilla por el sabio cubano Leví Marrero, bajo el título Audiencia de Santo Domingo, legajo 363; ha sido transcripto aquí para que Ud. lo pueda leer.
“En el lugar de las minas de Santiago de Prado, en primero día del mes de Abril de mil seiscientos ochenta y siete años, el Señor Beneficiado Juan Ortiz Montejo de la Cámara, Cura Rector de la Parroquial de este dicho lugar, Juez Comisario, por el señor Licenciado Don Roque de Castro Machado, Juez Oficial Provisor, y Vicario general de la Ciudad de Cuba y su Distrito, por su Señoría muy Venerables Señores Dean y Cabildo de la Santa Iglesia Catedral De dicha Ciudad, a cuyo cargo está el gobierno temporal y espiritual de este Obispado, sede vacante, (signo ilegible) para que conste de la aparición y milagros de la SS.ma Virgen María Madre de Dios y Señora Nuestra de la Caridad y Remedios, hizo parecer el Capitán Juan Moreno, del cual fue recibido juramento por Dios y una cruz, que hizo según forma de derecho, prometió decir la verdad de lo que supiere y le fuere preguntado. Se le preguntó lo siguiente:
Fuéle preguntado como se llama, de donde es natural, que edad, estado y oficio tiene. Dijo: que se llama Juan Moreno, negro esclavo, natural de este dicho lugar, y que fue capitán de este dicho lugar, y que es de edad de ochenta y cinco años y casado. Y esto responde.
Preguntado, declare lo que sabe en razón de la aparición de Nuestra Señora de la Caridad y Remedios. Dijo que sabe este declarante que siendo de diez años de edad fue por ranchero a la Bahía de Nipe, que es en la vanda del norte de esta Isla de Cuba, en compañía de Rodrigo de Hoyos y Juan de Hoyos, que los dos eran hermanos y indios naturales, los cuales iban a coger sal y habiendo ranchado en Cayo Francés que está en medio de dicha Bahía de Nipe para con buen tiempo ir a la salina, estando una mañana la mar en calma salieron de dicho Cayo Francés antes de salir el sol los dichos, Juan y Rodrigo de Hoyos, y este declarante. Embarcados en una canoa para la dicha salina y apartados de dicho Cayo Francés, vieron una cosa blanca sobre la espuma del agua que no distinguieron lo que podría ser, y acercándose más les pareció pájaro y ramas secas. Dijeron dichos indios, parece una Niña, y en estos discursos, llegados reconocieron y vieron la imagen de Nuestra Señora de la Virgen Santísima, con un Niño Jesús en los brazos sobre una tablita pequeña, y en dicha tablita unas letras grandes las cuales leyó dicho Rodrigo de Hoyos y decían: “Yo Soy la Virgen de la Caridad”, y siendo sus vestiduras de ropaje se admiraron que no estaban mojadas. Y en esto llenos de gozo y alegría, cogiendo solo tres tercios de sal se vinieron para el Hato de Barajagua donde estaba Miguel Galán, Mayoral de dicho Hato y le dijeron lo que pasaba, de haber hallado a Nuestra Señora de la Caridad. Y el dicho Mayoral muy contento y sin dilación envió luego a Antonio Angola con la noticia de dicha Señora al Capitán Don Francisco Sánchez de Moya, que administraba las minas de dicho Lugar, para que dispusiese lo que había de hacer, y mientras llegaba la noticia pusieron en la casa de vivienda de dicho Hato un altar de tablas, y en él a la Virgen Santísima, con luz encendida, y con la referida noticia, el dicho Capitán, Don Francisco Sánchez de Moya, envió orden al dicho Mayoral Miguel Galán que viese una casa en dicho hato, y que allí pusiese la Imagen de Nuestra Señora de la Caridad, y que siempre la tuviese con luz.
Y para ello le envió una lámpara de cobre y se hizo la casa cubierta de guano cercada de tablas de palma. Y puesta en su altar esta Divina Señora dicho indio Rodrigo de Hoyos cuidaba de encender la lámpara, yendo de noche a reformar dicha lámpara, no hallaba a esta Divina Señora en su altar, y dando voces dicho Rodrigo de Hoyos al Mayoral y demás personas que venían, hasta veintiuna las personas que estaban en dicho Hato de Barajagua, les decía que la Virgen Santísima no estaba en su altar. Y haciendo todas las diligencias no la hallaban en su casa. Y al otro día por la mañana, volviendo a la casa, la hallaron en su altar, los vestidos mojados. Y esto se vio por dos veces, de cuyos milagros el Mayoral Miguel Galán dio aviso al Capitán DonFrancisco Sánchez de Moya, el cual, luego que tuvo la noticia, dispuso que fuese al dicho Hato de Barajagua el Padre Bonilla, religioso de San Francisco, y no se acuerda de su nombre, solo sabe y se acuerda que estaba administrando el curato de este Lugar de las Minas del Cobre, y con toda prevención de cera le despachó acompañado de toda la Infantería del Real de estas minas y mucha gente de su población para que trajese a la Virgen Santísima, como lo hizo, en unas andas en procesión y la pusieron en un altar en la Iglesia Parroquial de este lugar, donde tenían a esta Divina Señora de la Caridad mientras le hacían una ermita, y deseando fuese en parte de su santísimo agrado le encomendaron al Espíritu Santo. Y para ello le hicieron una fiesta de Misa cantada y sermón, y discurriendo hacer Santa ermita encima de una loma que llaman la cantera se vieron tres luces arriba del cerro de la mina en derecho de la fuente. Y dichas luces se aparecieron y vieron por tres noches continuas con admiración de todos, y luego se desaparecían. Y por este milagro eligieron el Lugar donde se veían las luces para la ermita y Santa Casa de esta Divina Señora de la Caridad que hoy está en dicho cerro haciendo muchos milagros con los devotos que la llaman, y muchos frecuentan esta Santa Casa, viniendo a novenas de la Ciudad de Cuba, dista cinco leguas poco más o menos, y de la villa de San Salvador del Bayamo, que dista más de treinta leguas. Preguntando, diga los milagros que han llegado a su noticia de los muchos que esta Divina Señora de la Caridad ha hecho con los que invocan su Divino favor desde que tiene su Santa Casa en el dicho cerro de la Mina hasta el presente. Dijo que son muchos los milagros que ha hecho y hace cada día esta Divina Señora, que hoy está en su Santa Casa como dos cuadras más al Oeste de donde se hizo la primera Casa sobre dicho cerro de la Mina, la cuál se retiró por estar el terreno más capaz, porque en el de la primera Casa estaba muy inmediato a la mina y arriesgado. Como se vio estando el hermano de Mathias de Olivera, servía a la Virgen Santísima de la Caridad, arrimado a una cerca de palos que guarnecía la parte de la Mina a librar del peligro a los que viniesen a la primera Casa, despidió la cerca y cayó nuestro hermano Mathías de Olivera en dicha mina que es profunda, y como se ve con el riesgo de que si alguno cae parece imposible escapar con la vida, y al caer estaba una mata de Magüey en aquella parte de la mina y a las voces que daba acudió la gente del Lugar y le vieron asido de una penca de Magüey de la dicha mata, Y estaba llamando Virgen Santísima de la Caridad, y le sacaron echándole unas sogas de que se agarró y solo por la providencia de esta Divina Señora pudo mantenerse en dicha penca de Magüey, siendo tan pequeña, y dicho Mathías de Olivera hombre corpulento, el cual, dando muchas gracias a Nuestra Señora de la Caridad decía que así que se despidió la cerca llamo a esta divina Señora, y se halló en el aire mantenido en dicha penca de Magüey. Y supo por haberlo oído decir ha dicho hermano Mathías de Olivera y a otras muchas personas, que habiendo faltado la manteca para la lámpara, que solo había la que estaba en dicha lámpara, que era muy poca, yendo dicho hermano a reconocer dicha lámpara, la halló llena de aceite, y se vio que duró dicho aceite dos días continuos hasta que vino manteca que se estaba aguardando de fuera del lugar, y oyó decir por muy cierto y notorio en este Lugar, que por dos veces halló el hermano Matías de Olivera a esta Divina Señora de la Caridad no estar en su altar y cuando venía la hallaba todos los vestidos mojados, y oían los que estaban en el trabajo de la Mina que dicho hermano decía: ¿De donde venís Señora? ¿Cómo me dejas aquí solo? ¿ Por qué ensuciáis los vestidos si sabéis que no tenéis otros ni dineros con que comprarlos? ¿Cómo los traes mojados, deadonde venís mojada? Y que esto fue tan patente que se repartieron los vestidos en reliquia. Y en una ocasión fue tan grande la seca que hubo, que se secó el río que pasa por medio de este lugar, y la fuente que nunca se seca se secó aquella vez y pasaron mucho trabajo, yendo más de tres cuartos de legua a buscar el agua. Se dispuso hacer una rogativa a la Madre de Dios de la Caridad bajándola de su Santa Casa a la Iglesia Parroquial de este lugar y sacando a esta Divina Señora de su Santa Casa, que habría andado como dos leguas se levantó un gran viento y comenzó a llover tanto que volvieron a la Santa Casa y Pusieron en su altar a la Virgen SS.ma., y en un instante creció el río y cesó la seca. Siendo los milagros que esta Divina Señora hace muchos, siendo la manteca de su lámpara general remedio para todas las dolencias. Y que por muerte del hermano Mathías de Olivera, de allí a algunos días entró el hermano Melchor de los Remedios, el cuál invocaba a la Virgen SS.ma. Señora Nuestra de la Caridad y Remedios, y así le llamarían todos en todas sus necesidades y en su Santísimo Rosario que le rezan todas las tardes a coros en su Santa Casa, le invocan Virgen SS.ma. María Madre de Dios y Señora de la Caridad y Remedios. Todo lo cual es la verdad, y así lo afirma como cristiano.
Leyéndosele de verbo ad verbun esta su declaración dijo estar bien escrita y se ratificó. No firmó porque dijo no saber escribir. Fírmalo su Merced de que doy fe. El Beneficiado Juan Ortiz Montejo de la Cámara. Ante mí: Antonio González de Villarroel. Notario Mayor Público.”
FUENTE INTERNET
|
|
|
|
Milagros que piden los cubanos a la Virgen de Regla y al Papa Los fieles cubanos acudieron a la procesión no sólo con peticiones para la Virgen de Regla, sino también para el papa Francisco,
Vestidos de azul, creyentes cubanos rogaron a la Virgen de Regla que les conceda diversos milagros, en una procesión cargada de devoción ante la próxima visita del papa Francisco a la isla.
La imagen de esta Virgen negra -que en el culto africano es Yemayá, diosa del mar y la maternidad- fue transportada al hombro por una decena de sacerdotes y voluntarios en su recorrido por calles de adoquines el lunes al anochecer, en una celebración que se remonta a la colonia española.
La procesión y las misas, así como ritos de santería (culto de origen africano) marcaron las celebraciones por el nacimiento de María, la madre de Jesús, que la Iglesia Católica conmemora este martes.
Como en años anteriores, la procesión se realizó al anochecer del día anterior y congregó en el Santuario de Nuestra Señora de Regla en La Habana a unos 2.000 fieles, buena parte de ellos vestidos de azul, en alusión al color del mar. También había personas vestidas íntegramente de blanco, señal de que son santeros.
Los fieles acudieron a la procesión no sólo con peticiones para la Virgen, sino también para el papa Francisco, el artífice de la distensión entre Estados Unidos y Cuba, quien llegará a la isla el 19 de septiembre. "Al Papa le voy a pedir, creo que como todos los cubanos, paz, esperanza y mucha salud, que es lo que nos hace falta", dijo Aurora O'Farril a la AFP.
"Que salga mi hijo, que lo tengo encarcelado en la prisión del Combinado del Este. Que la vida me conceda ese milagro", declaró por su parte Marta Richard.
Dos carteles con el rostro sonriente del papa argentino adornaban el Santuario en Regla, un municipio de clase trabajadora situado en la ribera sur-oriental de la Bahía de La Habana, desde la cual hay una vista panorámica del centro histórico de la capital cubana. El pontífice cumplirá una histórica gira a Cuba y Estados Unidos, naciones que él ayudó a sentar en la mesa de diálogo.
En Cuba, único país comunista de Occidente, la Iglesia Católica y el Estado comunista tuvieron fuertes choques tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959, incluso con la expulsión de sacerdotes y confiscación de propiedades.
Las procesiones estuvieron suspendidas desde los años 60 en la isla, pero fueron restablecidas cuando las relaciones comenzaron a mejorar tras la histórica visita del papa Juan Pablo II, en enero de 1998.
Bajo el gobierno de Raúl Castro, quien sustituyó en el mando a su hermano Fidel cuando éste enfermó en 2006, la Iglesia posee más espacio para su labor pastoral y ahora mantiene una fluida comunicación con las autoridades.
El 70% de los 11,1 millones de cubanos practica el sincretismo religioso (catolicismo con cultos africanos). El 30% restante profesa una religión definida o son ateos. Incluso ateos cubanos están agradecidos hacia Francisco, por su papel en el deshielo con Estados Unidos.
En la procesión de la Virgen, varios fieles contaron a la AFP las peticiones que pensaban hacerle al papa. "Lo mismo que van a pedir todos los cubanos, tranquilidad, paz y armonía, y que cesen los problemas en el mundo entero", dijo a la AFP Lourdes Nusa, quien se gana la vida viendo la suerte con cartas frente al santuario de Regla.
"Lo estamos esperando con mucho amor, con mucho cariño, porque él es un papa muy bueno, además es latinoamericano, es un papa nuestro de verdad", expresó Aurora O'Farril.
La Virgen de Regla tiene muchos seguidores, pero no es la más popular en la isla: la mayor devoción la capta la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, cuya fiesta se conmemora este miércoles. La Virgen de la Caridad es Ochún en el culto africano y tiene su principal santuario en Santiago de Cuba (sureste), donde Francisco oficiará una misa el 22 de septiembre, su última actividad antes de seguir viaje a Estados Unidos.
La Caridad o "Cachita" -cuyo color es el amarillo- tiene también una iglesia en el empobrecido municipio de Centro Habana, donde se efectuará una procesión este martes al anochecer.
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 4 de 4
Siguiente
Último
|