Iglesia pentecostal en Brasil acepta a ‘pastores’ homosexuales
El pastor Marcos Gladstone y su esposo Fabio Inacio tienen una iglesia en Brasil.
Son gays y aceptan gays y heterosexuales por igual. Su iglesia pentecostal ya recibe unos 3.000 fieles.
RIO DE JANEIRO.
Con una voz atronadora y un carisma de alto voltaje capaz de convencer a multitudes, Marcos Gladstone tiene todos los atributos de lo que un predicador “exitoso” tiene. Pero este “pastor” tiene algo distinto a los demás, un esposo, aunque no lo crea.
Él y su esposo, Fabio Inacio, son cofundadores de la Iglesia Cristiana Contemporánea, una de las múltiples denominaciones de la iglesia pentecostal en Brasil, que recibe a gays y lesbianas con los brazos abiertos y nació del sueño de Gladstone de predicar “un evangelio de amor y aceptación para todo el pueblo”.
Con una presencia discreta hasta hace unas décadas, los pentecostales son ahora más de una quinta parte de la población de Brasil, el país con más católicos del mundo. Por lo general son socialmente más conservadores que sus hermanos católicos: se opone ferozmente al aborto, que está prohibido excepto en contadas circunstancias, y al matrimonio homosexual — en los últimos años, se permitió que uniones civiles entre personas del mismo sexo pudieran convertirse en matrimonios completos. Algunas iglesias pentecostales brasileñas ofrecen incluso programas que dicen ser capaces de “curar” a personas gays.
No así en la Iglesia Cristiana Contemporánea, que esta semana celebró su noveno aniversario y la apertura de su novena sede con un servicio teatral y estridente en un cine remodelado en un peligroso vecindario de Rio.
“Te dan la bienvenida, te aceptan, porque Dios nos ama como somos”, dijo Katia Simene, una lesbiana de 48 años que se unió a la iglesia hace unos tres años.
Nacido católico, Gladstone tenía 14 años cuando su familia empezó a acudir a una iglesia pentecostal de las muchas que han surgido especialmente en los barrios pobres del país. Fue expulsado tras romper un compromiso de cuatro años y reconocer su homosexualidad cuando tenía 20 años.
“Fue un gran escándalo dentro de la iglesia”, dijo gritando para hacerse oír por encima de la música en vivo y el estruendo de los cientos de fieles que llegan al nuevo templo. “La que iba a ser mi suegra se lo contó a todo el mundo, incluso a los loros, los perros y los pericos”.
Después de esto, Gladstone sintió que no pertenecía a ninguna iglesia, por lo que fundó la Iglesia Cristiana Contemporánea en el tercer piso de un edificio en el bohemio barrio de Lapa en Río. A los primeros servicios acudía una docena de feligreses.
Entre los primeros conversos estaba Inacio, quien también había cancelado su compromiso con una mujer y roto con una iglesia pentecostal. Desde entonces, él y Gladstone se han casado y tienen dos niños adoptados de 11 y 12 años.
Juntos lideraron la expansión de la iglesia, que ahora tiene más de 3.000 miembros en tres ciudades, y esperan abrir tres sedes más para finales de año.
En el servicio de esta semana — un espectáculo ruidoso de casi tres horas con bailes coreografiados y un popurrí de canciones de fe— varios asistentes se unieron a la iglesia vistiendo simbólicamente camisetas con el lema “Sonría, Jesús le acepta”. Algunos fieles se desmayaron agitándose en el suelo, superados por el fervor spiritual y, quizás, el calor subtropical.
Aunque la mayoría de la congregación es homosexual, también hay heterosexuales, generalmente emparentados con un gay.
“Tenemos padres de homosexuales que están cansados de discursos homófobos, cansados de iglesias que usan el púlpito sagrado para predicar sobre política en lugar de la palabra de Dios”, dijo Gladstone.
Lilian Sales, una vendedora de 28 años, dijo que la iglesia llenó el vacío espiritual que le produjo ser expulsada de su tradicional comunidad pentecostal.
“En la otra iglesia, piensan que eres homosexual porque has sido poseído por el diablo”, dijo flanqueada por su pareja y su hijo. “Aquí todo el mundo entiende que Jesús nos hizo así, y es hermoso”.
Criticando a los que predican lo que está en la Biblia, Rodrigues dice que la salvación es hecha por la misericordia de Dios y que los pastores no pueden decir quién será salvo y quién no.
La Biblia condena la homosexualidad, tanto en el Antiguo y Nuevo Testamento, pero para Gregory Rodrigues, (el homosexual que protagonizó el primer matrimonio gay y el primer divorcio gay en Belo Horizonte) no hay base bíblica para condenar las relaciones entre personas del mismo sexo.
Por tal justificación Rodrigues ha creado la Iglesia Inclusiva Agua Viva que abre sus puertas a la comunidad LGBT ignorando todos los versículos que hablan acerca de la sexualidad y la manera en que Dios dice que “es una abominación que un hombre se acueste con otro hombre o que los sodomitas y los homosexuales no heredarán el Reino de los Cielos”.
Formado en un seminario bautista, el propietario de la nueva iglesia dice que los textos sagrados son registros históricos que no estaban destinados para este tiempo, al menos la parte en que habla sobre la homosexualidad, indicando que la Biblia está desactualizada y que esos mandamientos están abrogados.
“La teología ha cambiado. La gente tiene un pensamiento más abierto y ya que es un concepto histórico. Toda esa predicación que Dios no acepta la homosexualidad. ¿Dónde está escrito que Dios no acepta la homosexualidad?”, se preguntó el pastor obviando los pasajes como el primer capítulo de Romanos.
Criticando a los que predican lo que está en la Biblia, Rodrigues dice que la salvación es hecha por la misericordia de Dios y que los pastores no pueden decir quién será salvo y quién no.
“Los pastores se creen dueños de la verdad por decir que los gays no son salvos y los heterosexuales si lo son. Si somos salvos por la misericordia de Dios, no es el pastor el que me va decir si estoy o no estoy en pecado”.
Para adaptarse a esta creciente audiencia, el falso pastor decidió establecer una iglesia inclusiva que hará que las reuniones sean semanales en un hotel en Belo Horizonte. “La Iglesia Inclusiva trata de traer a esta familiarización del evangelio. La iglesia tiene esta función, no para ser una iglesia exclusiva para gays, sino para todos y todas”, dice.
Hijo de evangélicos, Rodrigues dijo que descubrió que era gay a los 15 años cuando comenzó a relacionarse con el hijo del pastor de la iglesia donde asistían sus padres. Las peleas con su padre, un militar religioso, hicieron que enfocara a las iglesias inclusivas.