La vieja representante
de la dictadura cubana Alicia Alonso:
"La unión es el camino, no el estar ¡pum, pum, pum! todo el tiempo"
El Ballet Nacional de Cuba, dirigido por la anciana Alonso, vuelve a actuar en Madrid
EFE
La danza clásica, pero también sevillanas y malagueñas, tangos y valses son la vida para la legendaria Alicia Alonso que dice, cuando está a punto de cumplir 95 años, que le hubiera gustado "bailarlo todo": "existo, vivo y muero por la danza".
Desde que a los 9 años tomó sus primeras clases de danza en su Cuba natal, Alicia Alonso asegura, en una entrevista con Efe, que ha sido una "fanática" del baile, una dedicación que le ha llevado por todo el mundo y por la que se encuentra en constante evolución.
"La danza, como el arte en general, tiene continuamente una nueva vida, como el mundo, camina y anda. Hoy vivimos en un mundo que no es el de hace unos siglos y tenemos que bailar así y representar el adelanto, paso por paso. Eso es lo que hace la danza", dice la directora del Ballet Nacional de Cuba.
'He sido una fanática del baile'
Alonso se encuentra en Madrid para asistir al estreno de las actuaciones del Ballet Nacional de Cuba en los Teatros del Canal, donde representará durante tres semanas y a partir de mañana tres programas diferentes: El lago de los cisnes; Carmen, junto a Las Sílfides y Celeste; y El Quijote.
Tres programas que mostrarán al público "todas las formas de danza", desde piezas muy clásicas bailadas en punta a otras más románticas, alegres o folclóricas, especialmente el espectáculo de El Quijote, ha explicado la coreógrafa.
Un manchego muy cubano
La versión cubana de El Quijote se presentó por primera vez el 6 de julio de 1988, en el Gran Teatro de La Habana, en la que Alonso realizó un cuidadoso trabajo alrededor de la legitimidad de las referencias folclóricas en el aspecto coreográfico.
"Es un placer cuando uno hace una coreografía y le sale como pensaba que debía salir", ha indicado la artista que ha comparado este trabajo con el de construir una casa: "A medida que uno lo piensa, ve cómo se va construyendo. Un arquitecto se pone a construir una casa y ve que necesita más equilibrio de un lado que de otro y se arregla, igual que aquí se arregla cada situación del momento".
Según Alonso, la escuela cubana ha aportado a la danza universal "una inyección, una vida", ya que es "latina sin dejar de ser clásica", además de haber dado "muy buenos bailarines y buenas coreografías".
Los bailarines van asimilando la cultura que les rodea, basándose siempre en la cuna donde nacieron y crecieron, y enriqueciéndola con lo que viven cada día: "Así podemos bailarla con todo el sentido pero con una nueva vida", ha señalado Alicia Alonso.
Considera que en algunos casos la danza pueda estar marginada, pero dice que en Cuba no ocurre: "Quizá sea porque tiene una compañía tan tozuda como yo", bromea la bailarina que cree que "ningún gobernante puede olvidarse de lo que tiene en el corazón". Porque la danza ha expresado siempre la alegría y la unión de los seres humanos, ha dicho Alicia Alonso, que ha recalcado que "la cultura da al pueblo el camino del futuro".
Un camino en el que hay que respetarse mutuamente, unirse, ayudar y vivir, asegura la bailarina en relación al restablecimiento de relaciones entre EEUU y Cuba. "Mi vida como primera bailarina la hice en EEUU y después fui para Cuba. Como bailarines hemos estado muchas veces en EEUU, apoyando y ayudando porque la unión es el camino para vivir, no el estar ¡pum, pum, pum! todo el tiempo".
Alicia Alonso, Rosita Fornés, Esther Borja, Luis Carbonel y Germán Pinelli