La fama de "marxista"
que persigue al papa Francisco en EE.UU.
Primero fueron sus críticas a la
"Obsesión" de la Iglesia católica con el aborto y los gays.
Luego su condena al "capitalismo salvaje" y a la "dictadura de la economía".
Luego vinieron sus palabras sobre la responsabilidad del hombre en el cambio climático.
Mucho antes de que el papa Francisco iniciara la gira que lo lleva este martes a Estados Unidos muchos políticos y comentaristas estadounidenses de tendencia conservadora ya habían expresado abiertamente reservas sobre el pontífice.
El que haya pasado antes por Cuba, y no aprovechara la ocasión para hablar públicamente a favor de la democracia y los derechos humanos, muy probablemente tampoco les habrá sentado bien a sus críticos.
Tal vez por eso, según declaró en mayo el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, el papa Francisco está algo nervioso por su primera visita al cuarto país con más católicos del mundo.
Aunque Dolan afirma que "no es que no crea que va a tener una recepción amigable" en Estados Unidos.
Efectivamente, buena parte de los católicos en EE.UU. ciertamente espera con emoción al máximo jerarca de la Iglesia católica.
Son fundamentalmente los sectores más conservadores los que tienen algunas dudas, como reconoce Stephen Moore, economista del centro de estudios The Heritage Foundation en Washington.
"Se ha mostrado muy escéptico con el capitalismo y el libre mercado y creo que eso es preocupante", le dijo a la BBC Moore, quien no duda en señalar que el pontífice tiene "claramente tendencias marxistas".
"Puro marxismo"
Ese señalamiento ya la había también hecho, hace un par de años, el locutor Rush Limbaugh, luego de la publicación de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium("La alegría del evangelio").
Entre otras cosas, en esa exhortación el Papa rechazaba las teorías que sostienen que el libre mercado hace que la riqueza tarde o temprano llegue a todo el mundo.
"Eso es puro marxismo saliendo de la boca del Papa", se quejó Limbaugh en su programa diario de radio, que cuenta con millones de seguidores.
Estrellas del ultraconservador movimiento conocido como el Tea Party como la exacadnidata republicana a la vicepresidencia Sarah Palin o el exprecandidato republicano Rick Santorum tampoco han dudado en mostrar sus reparos hacia la "agenda liberal" del Papa.
Santorum, quien es padre de familia numerosa, llegó a asegurar que "a veces es difícil escuchar" al papa Francisco, por las recientes declaraciones en las que el pontífice dijo que "ser un buen católico no implica tener hijos como conejos".
Las críticas a Bergoglio también llegaron de medios como la cadena de televisión Fox News, de tendencia conservadora, en la que el periodista Adam Shaw comparó la popularidad del Papa con la que disfrutó en sus primeros días como presidente de EE.UU., Barack Obama.
"Igual que el presidente Obama ha sido una decepción para EE.UU., el papa Francisco demostrará ser un desastre para la Iglesia católica", escribió el periodista.
Preparado para lo que venga
Sin embargo, en su visita a Cuba Francisco advirtió que había que servir "al hombre y no a las ideologías".
Ya antes, en una entrevista con el diario italiano La Stampa dijo no ser un marxista, pero tampoco sentirse ofendido cuando lo acusan de ello.
Según el Papa, su visión sobre la redistribución de la riqueza, las injusticias del sistema capitalista y la necesidad de ayudar a los más pobres proviene de los evangelios, y nada tiene que ver con el marxismo o el comunismo.
Austen Ivereigh, autor de la biografía del papa Francisco "El Gran Reformador: Retazos de un papa radical", afirma que Francisco sabe muy bien lo que le espera en EE.UU.
"Lleva muchos meses preparando esta visita, consultando a muchas personas (...) tratando de entender cuáles son los valores y principios que alimentan la cultura del país”, dijo Ivereigh.
“Él cree mucho en la evangelización desde la cultura. Y va a llegar a afirmar lo bueno de los valores de EE.UU. Habrá retos y desafíos a esa cultura, pero va a empezar afirmándolos", dijo.
En ese sentido, el Papa –quien tendrá la oportunidad de dirigirse al Congreso de EE.UU.– podrá mostrar como carta de acercamiento a los estadounidenses su origen inmigrante, como la mayoría de la población de este país.
"Sus abuelos eran inmigrantes italianos que fácilmente podían haber acabado en Chicago o Nueva York, pero terminaron en la Argentina porque allí tenían lazos. Su propia historia es la de muchos americanos", explica el escritor.
El contraste con Juan Pablo y Benedicto
James Pethokoukis, periodista y analista del Instituto de Empresa Estadounidense (AEI, por sus siglas en inglés), estima que a Francisco se le dificultará tener la buena imagen de la que disfrutaban sus antecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, en Estados Unidos.
Efectivamente, Juan Pablo, Benedicto y los conservadores estadounidenses coincidían plenamente en cuestiones de moral, aunque ambos pontífices realizaban críticas al capitalismo y los mercados mucho más veladas que las de Francisco.
"Sus comentarios sobre el capitalismo son sorprendentes porque con ellos parece no dar valor al hecho de que el capitalismo ha sido una fuerza increíble en los últimos 200 años para aumentar los niveles de vida de millones de personas en todo el mundo y continúa siéndolo", señaló Pethoukis en conversación con BBC Mundo.
El analista cree que "muchos conservadores en EE.UU. sienten que Juan Pablo II y Benedicto XVI estaban de su lado porque parecían apreciar que el libre mercado es algo bueno para crear" riqueza y oportunidades.
"Los conservadores en EE.UU. que no son católicos y que no están muy familiarizados con la Iglesia católica y su doctrina, creen que se ha pasado de un Papa conservador y de derechas a uno de izquierdas, radical e incluso marxista", apunta el experto del AEI, un centro de pensamiento de tendencia conservadora.
Aunque William Doyle, profesor de economía de la Universidad de Dallas, en Texas, se muestra sorprendido de que los conservadores crean que el Papa es marxista, ya que considera que "muchas de sus ideas se encuentran implícita o explícitamente en los evangelios".
Mensaje mal entendido
"La razón por la que los conservadores veían con mejores ojos a Juan Pablo II y a Benedicto XVI es que estos pasaron mucho más tiempo hablando de los dogmas del catolicismo, sobretodo de lo relacionado con la moral sexual", sostiene Doyle.
"En cambio, el papa Francisco ha desviado la conversación hacia el sufrimiento que causa la pobreza y la indiferencia ante esta, lo que creo hace sentir incómodos a algunos de los que tienen mucho dinero", señala el profesor de la Universidad de Dallas, una institución de enseñanza católica.
Pese a las duras críticas que ha recibido el Papa por parte de la derecha estadounidense, Doyle considera que "los liberales en EE.UU. siguen siendo más hostiles hacia la Iglesia católica" que los conservadores, especialmente por los escándalos de abusos en los que se ha visto envuelta y por sus posturas en cuestiones de moral.
Mientras que Ivereigh cree que muchos simplemente no están entendiendo el mensaje del papa.
"Cuando habla de la economía y de los mercados, (el Papa) lo hace siguiendo la tradición de la enseñanza social de la Iglesia católica. No está hablando desde un punto de vista ideológico".
"Sus críticas a los mercados están relacionadas con lo que ha llamado 'la cultura del descarte', que cree da lugar a gran número de personas desempleadas o que viven por debajo del nivel de la pobreza", apuntó Ivereigh en conversación con BBC Mundo.
"Creo que los conservadores en EE.UU. se sienten amenazados por el papa Francisco y sospechan de él porque proviene de una tradición latinoamericanaque pone el énfasis en el Estado y que no entiende los beneficios y las virtudes de la libertad de mercado", dijo.
Pese a la controversia que está generando Bergoglio entre algunos sectores, los analistas consultados por BBC Mundo creen el pontífice tendrá una gran bienvenida en Estados Unidos.
"A la gente le interesa este Papa porque tiene un discurso diferente en muchos asuntos y una personalidad muy atrayente", señala James Pethokoukis.
"Seguro que tanto demócratas y como republicanos querrán tomarse una foto con él", concluyó.
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