Apuntes de una Periodista Nueva York
Cuentos desde la ciudad del Vaticano: Las gafas del Papa
Por Angélica Mora / New York / Sucede Ahora QUE OJOS TAN GRANDES TIENES... -PARA VERTE MEJOR... El papa Francisco dijo a la prensa que le acompañó en el avión hacia los Estados Unido no saber de las detenciones de opositores en Cuba.
Sin embargo, en un video de la cadena UNIVISIÓN, se ve claramente al Líder de la Iglesia Católica inclinado en su Papamóvil hablando con el activista de la Unión Patriótica de Cuba, Zaqueo Báez Guerrero. El opositor se identificó y le trató de entregar una carta de su organización donde se denunciaba la falta de derechos humanos. En el video se ve perfectamente como la seguridad se abalazó en forma violenta sobre el disidente para sacalo del escenario.
No se puede achacar que hubo problemas de mala traducción, porque el Papa habla perfecto español, por ser él de nacional argentina y ser su idioma de origen. Así que, comprendió perfectamente lo que le decía el activista, entendió su afiliación y oyó su pedido.
El Papa Francisco vio, en primera persona, como Zaqueo Báez Guerrero y otros tres opositores, entre ellos una mujer, eran violentamente detenidos y sacados de la Plaza de la Revolución.
(Sin embargo, el Pontífice tuvo otra actitud hacia una niña mexicana que le entregó una carta en Washington, rompiendo también el cerco, pero siendo ayudada por un agente de la misma seguridad para llegar hasta el Papamóvil. Pero ese es otro cuento. PARA MENTIR Y COMER PESCADO HAY QUE TENER MUCHO CUIDADO).
Por otra parte, "El Santo Padre que vive en Roma", debería regañar al portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, .por no decirle que más de 250 opositores fueron arrestados y reprimidos durante su visita a Cuba.
También el Santo Padre, a su regreso a Roma, debería ir de nuevo a la óptica que le entregó sus gafas, para reclamar. porque no le sirvieron para ver nada. Nada de lo que verdaderamente importaba como cristiano y como representante de la Iglesia, aquí en la Tierra.
El Papa Francisco puede que esté sufriendo la misma enfermedad a los ojos que el Cardenal Jaime Ortega, quien no ha visto y por eso niega, que haya presos políticos en Cuba.
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