Alex, hijo de Fidel Castro:
Los cambios son lentos por la corrupción y la inmovilidad de los funcionarios
Por Yusnaby Pérez
Alex Castro, el segundo de los cinco hijos del dictador Fidel Castro, es de aquellos que quisieran que los cambios que se han generado en la isla a raíz de la reanudación de relaciones con Estados Unidos, con todo lo que ello implica, fueran más rápidos. Y reconoce que ellos no lo son porque hay corrupción y e inmovilidad de funcionarios en lugares clave, temerosos de perder sus puestos.
No obstante, afirma que muchos cambios en Cuba ya se han producido, por ejemplo, el aumento de los trabajos por cuenta propia, que han significado mejorías para la gente. Y adelanta que su padre está de acuerdo “con que la gente trabaje y produza” y que estos negocios particulares, por pequeños que sean, dan trabajo a muchas personas y posibilidades de mejorar su economía familiar. “Se va observando una mentalidad diferente en las personas y creo que la gente se siente mejor”, reconoce frente al avance de la iniciativa privada.
Pero, al mismo tiempo, dice tener cierta aprensión respecto de las expectativas de quienes creen que la reanudación de relaciones diplomáticas con Estados Unidos podría derivar en un cambio del sistema socialista. El es de los convencidos de que eso no ocurrirá.
– ¿Cuáles son las expectativas a raíz de la reanudación de relaciones con Estados Unidos?
– Aquí mucha gente piensa que va a haber un cambio de sistema. Nosotros los cambios los hacemos dentro de nuestro sistema socialista. Indudablemente tenemos que mejorar y cambiar muchas cosas, pero los cambios no se pueden hacer a lo loco para no someter a las personas, al pueblo, a una política de choque donde muchos se pueden quedar en la calle, desamparados. Por eso los cambios no se han hecho a la velocidad que nosotros quisiéramos, o que mucha gente quisiera, ni han sido tan sustanciales como mucha gente piensa que debieran ser.
– ¿Tú crees que va muy lento todo?
-Sí, va muy lento. Yo soy de las personas que quisiera que las cosas vayan más rápido. Hay gente muy conservadora. Las corrientes conservadoras son peligrosas, porque un cambio es para mejor y si no resulta, vuelves a cambiar.
– ¿Esas corrientes conservadoras están dentro del Partido Comunista y en el Gobierno?
– En todas las esferas de la población hay conservadores.
– ¿Qué harías más rápido?
– Todas las regulaciones relacionadas con las inversiones extranjeras, como la zona de desarrollo del puerto de Mariel. Yo lo noto muy lento.
– ¿Es culpa de la burocracia del gobierno y el Estado?
– No es solo el Estado. El Estado está tratando de cambiar. El problema es la inmovilidad de la gente. Aquí hay personas que quieren hacer muchas cosas, pero hay gente que está en puestos clave que si tú no les pagas, nos les pasas algo, entonces no te dejan hacer nada.
– ¿Es un tipo de corrupción?
– Sí, la corrupción que existe en muchos lugares. Claro, aquí no existe tanta porque estos puestos clave no tienen salarios altos, no es como en otras partes que tienen salarios altísimos y entonces se matan por cubrir esos puestos. Aquí hay muchos niveles en que los dirigentes lo que buscan son más problemas que recursos y salarios. Pero hay otras personas que son muy vivas y están en puestos clave y son los que determinan que las cosas avancen. Ese es el burocratismo que nos tiene a nosotros frenados. Muchas veces la dirección política más alta del país plantea algunas metas a las que todo el mundo dice que sí, pero al final les ponen trabas porque van en contra de sus puestos. Su manera de corromperse les da ganancias ¿entiendes? Aquí eso pasa. El pueblo lo sabe, los dirigentes lo saben. Lo que es muy difícil es sacar a todo el mundo.
– ¿Cómo le cortas la cola al gato?
– Es muy difícil. Por eso es que se mantiene hasta cierto punto la inmovilidad que mucha gente quisiera mejorar. Aquí en Cuba hay muchos empresarios que están escondidos porque no han tenido la oportunidad de ser grandes empresarios. Hay muchos casos en que muchos cubanos salen de aquí y se van a otros países. La mayoría de ellos, a no ser los que no quieren trabajar, es gente que ha tenido muchos avances. ¿Qué te dice eso? Pues que el cubano tiene conocimientos, está muy bien preparado y donde quiera que llega se convierte en una persona muy importante en su empresa, por encima de todos los demás latinos, por encima de muchos y eso está dado por las enseñanzas que tiene aquí, por la cultura que gana aquí, pero aquí están frenados.
– ¿Y cómo generas más movilidad?
– Si yo tuviera la fórmula ya se hubiera generado la movilidad.
“Fidel está de acuerdo”
El hijo de Fidel Castro dice que su padre está “bien y lúcido” y que “hace sus ejercicios y sus investigaciones”. Entre éstas está su trabajo con la moringa, una planta con altas cantidades de proteína que puede ser un eficiente alimento para las personas.
Pero es más reacio a hablar de la postura de su padre frente a los cambios que están ocurriendo en la isla.
– Tu padre, ¿está de acuerdo con los cambios?
– No sé. Está de acuerdo con muchas cosas.
– ¿Con muchas o con todas?
– No sé si con todas está de acuerdo…
– ¿Con las actividades económicas privadas?
– Sí, él está de acuerdo en que la gente trabaje, se fomente el trabajo, que todos produzcan y que la sociedad mejore. En eso, él está de acuerdo.
– ¿Y respecto del acercamiento con la Iglesia Católica?
– Muy bien. Desde hace muchos años hay un acercamiento a la Iglesia, incluso con la visita de los Papas anteriores. Francisco es latinoamericano, se identifica con nuestra sangre, con nuestra sociedad, con nuestra forma de ser y eso nos acerca todavía más a él. Las relaciones con la Iglesia Católica son las mejores en este momento.
– ¿Cómo se generó eso? Después de todo la Revolución expulsó sacerdotes, se acabaron los colegios católicos, pero ahora hasta el Partido Comunista llamó a recibir al Papa.
– Al principio de la Revolución la lucha del pueblo contra la burguesía explotadora que había en aquella época era una cosa grande y la Iglesia Católica era partícipe de toda esa lucha, pero a favor de la burguesía. Por eso se dice que se le abrió fuego a la Iglesia, pero después comprendimos, tanto la Iglesia como el gobierno, que en lugar de hacer esa guerra debía haber un acercamiento, lo hicimos y mejoraron las relaciones, tal como lo estamos haciendo ahora con los norteamericanos. Entendimos que podemos vivir en paz, en armonía dentro del mismo país.
– Hay voces que denuncian la persistencia del racismo en Cuba.
– El racismo lo tenemos prácticamente abolido. En Cuba todas las personas son iguales y no se discrimina a nadie, ni por su fe, ni por su orientación católica, sexual o religiosa, ni por su color de piel.
– Pero en algún momento se discriminó a los homosexuales y hasta Fidel pidió disculpas.
– Fueron cosas del pasado que se eliminaron o se están eliminando en la actualidad. Puede haber personas racistas. Siempre queda una oveja negra.
– En Cuba se ha producido un envejecimiento de la población. ¿Cómo enfrentan esa situación?
– La natalidad en Cuba no ha aumentado por la situación económica de mucha gente que dice ‘¿para qué voy a tener más hijos? Una boca más al mundo’. No hay control de la natalidad aquí, la gente puede tener los hijos que quiera. Lo que se le enseña a la población es que tengan los hijos deseados.
-¿Cómo ves el futuro de la isla, un nuevo Vietnam capitalista o una nueva y pequeña China capitalista cono un solo partido?
– Es muy difícil que haya otros partidos. Va a ser un solo partido, pero al paso que vamos no vamos a ser como Vietnam en cinco años sino en treinta o cuarenta años, según lo rápido que hacemos las cosas nosotros.
– ¿Es inevitable la mayor desigualdad social que acompaña a estos cambios?
– La desigualdad se genera cuando hay un empresario que tiene una gran empresa o industria o es dueño de una cadena de hoteles. Aquí en Cuba eso todavía no ha llegado y pienso que no va a llegar. Hasta ahora tenemos pequeñas y medianas empresas, cooperativas, pero no grandes cambios. La persona puede enriquecerse, pero no puede ser tan millonaria como para comprar una gran industria. Eso todavía no está estipulado en Cuba.
– ¿Y los grandes inversionistas?
– Pueden llegar grandes inversionistas, pero sus negocios serán con el Estado. Y pueden invertir en medianas empresas con varios cubanos que sean propietarios de medianas y pequeñas empresas eso está regulado.
Los herederos
– ¿Nunca te ha atraído la política?
– Yo conozco de política, pero la conozco porque la leo, no porque la ejerza. No tengo interés en ejercerla.
– ¿Hay algún familiar interesado en ejercerla?
– Hasta ahora no.
-¿Y Mariela, la hija de Raúl Castro, que es diputada nacional y dirige el Centro Nacional de Educación Sexual, que impulsa políticas de integración de la comunidad homosexual?
– Sí, ella tiene un puesto importante, pero desde mi punto de vista ella no está generando política, no lo veo político.
– Pero su cargo tiene que ver con la diversidad sexual, tiene que ver con una serie de temas que son en sí políticos.
– Bueno, desde ese punto de vista sí. Habrá que preguntarle a ella también sí se quiere dedicar a la política.
– Cuando tu tío muera y muera tu padre ella probablemente va a ocupar un puesto importante.
– Ella puede jugar un puesto importante, pero aquí en Cuba la dinastía familiar no existe. Si una persona de la familia está preparada para ejercer la política, lo puede hacer, pero si no está preparado, mejor que no lo haga.
– ¿Y tú crees que en la familia tuya no hay nadie preparado?
– Nosotros tenemos buena preparación en cuanto a política, pero yo por lo menos no estoy interesado en política.
– ¿Vas a ir a Estados Unidos?
– Cuando me inviten. Si me dan la visa voy, pero nunca la he pedido. Si a ellos les interesa voy. Han venido algunos americanos y han comprado mi libro. Fidel es una figura de mucho interés político.
Entrevista íntegra de 24horas