En el registro de los árboles más viejos del mundo, Matusalén es el más, con alrededor de 5000 años. Sin embargo hay algunos cuyo nacimiento no es tan sencillo de identificar y que podrían rondar en las fechas de longevidad de Matusalén, uno ejemplo de estos es el del árbol más viejo de Inglaterra, llamado el tejo Fortingall, localizado en Perthshire, Escocia.
Este árbol tiene entre 3 y 5 mil años; ha sido uno venerable en la historia de Gran Bretaña y los científicos siempre lo han reconocido como un árbol femenino. Esta especie como muchas del reino botánico tiene una distinción entre su tipo de género, hay tejos femeninos y tejos masculinos.
Los científicos, naturalmente, siempre han mostrado un interés en el estudio de este árbol. Pero algo ha sucedido en el último análisis hecho por Max Coleman del Jardín Real Botánico de Edimburgo. Este investigador recién encontró bayas rojas creciendo del árbol, lo que de hecho es una señal de un tejo femenino. Lo curioso, es que en todas las investigaciones anteriores este había resultado como uno masculino.
“Los machos tienen pequeñas y esféricas estructuras que liberan polen cuando maduran.” comparte Coleman en su blog. Por su parte, las hembras germinan bayas rojas desde el otoño hasta el invierno”.
Nadie esperaba el cambio de sexo de esta ejemplar pero es un fenómeno que ha maravillado a muchos y que será profundamente estudiado.