Nuevo filme cubano causa escándalo
 
Alberto Joel García Osorio el sexy mulato cubano es el protagonista, guionista y productor del filme
“Cubano por cuenta propia", ha actuado en películas como Habana Blues, El loco soñador, El último amigo entre otras.
"Cubano por cuenta propia"
Raúl Lázaro Fonseca Díaz - La Habana Misceláneas de CubaLa película “Cubano por cuenta propia” que clandestinamente circula entre la población, cuyo protagonista, guionista y productor Alberto Joel García siembra el escandalo entre los talibanes del comunismo por su atrevimiento en fotografiar los vaivenes del gobierno al cual acusa expresamente y la “idiosincrasia popular” de la Cuba de los 2000.
El filme comienza con una escena “cómica” que engancha a los espectadores Maikel (Alberto Joel García) y Mabel (Rosmery Guillén) son sorprendidos por el marido de esta cuando realizaban un acto sexual de “aquellos” pero sorpresa Ernesto “el flaco” como llaman al conyugue muy “macho” y narco traficante en realidad es homosexual y travesti (dentro del “closet” por lo que dirán vecinos y clientes), lo que lo parecía un acto trágico acaba en un trio sexual. En la película “Buquenque” es esposo de una prostituta, en la telenovela cubana “Cuando el amor no alcanza “que acaba de pasarse por la pantalla chica perdona a su novia a sabiendas que está embarazada y ni ella misma sabe si es de él o de su ex novio y ahora en este filme termina en un trio con una mujer y un homosexual, parece llamado a encarnar tanto en la pantalla chica como en la grande el “macho” cubano del siglo XXI, sus cualidades físicas e histriónicas despiertan admiración.
Aunque aparentemente el centro temático del filme son los vaivenes del gobierno cambiando constantemente las leyes del trabajo por cuenta propia, Alberto Joel va mucho más allá recrea de forma amena y casi cómica la devastación física y moral en que se encuentra sumida la población en el país enfatizándose como la subcultura de la marginalidad es tan extendida en la juventud que puede generalizarse y llegar a ser la “idiosincrasia” del cubano.
Tanto Maikel como algunos de los otros personajes son “luchadores” quieren tener negocios en los cuales las grandes ganancias sean inversamente proporcionales al trabajo, o sea tener mucho dinero trabajando muy poco o nada, en la desvencijada casa que él heredó de su fallecida tía, por el día alquila en la sala un equipo de videos juegos a los niños y adolescente del
barrio, en el comedor renta la mesa para jugar dominó, el patio para la filmación de un video de reguetón, por la noche renta la casa completa pernoctando con su mujer Dayana (Lidise Aguilera) en una casa de campaña que arman en dicho patio. Luego vende la casa para después de hacer lucrativos negocios recatarla, pero todos fracasan debido a los devaneos jurídicos del gobierno de las leyes que regulan las actividades del trabajo por cuenta propia (negocios privados).
Cubano por cuenta propia en 90 minutos de forma amena, concatenada, rápida y con la música como una protagonista trata de mostrar los problemas que sufren más del 80 % de la población y casi en general la juventud en una Cuba profunda que no aparece en los medios masivos de comunicación oficialistas por ello despierta admiración en la gran mayoría del pueblo y repulsión en la supermemoria triunfadora, en este “sálvese quien pueda” que los comunista llaman “actualización del modelo cubano”. El llamado a la salvación fundamentalmente dentro de la juventud es salir de este infierno emigrando del país.
Alberto Joel García Osorio que es ingeniero devenido actor de teatro televisión, cine ha actuado en casi una decena de películas, en Cuba, Colombia, Santo Domingo, en entrevista concedida a la revista Alma Mater el 26 de octubre del presente año declaró: “Todavía existen discriminaciones. La mayoría de los personajes protagónicos de la pequeña pantalla son jóvenes, blancos, heterosexuales, exitosos. Uno de los negros más favorecidos en el ámbito de la actuación es mi amigo Tomás Cao. Pero ciertamente este ejemplo no representa la norma. En determinadas ocasiones existen personajes que desde su concepción están pensados para personas blancas, y lo peor es que tal condición se asocia con la realización profesional. Sucede igual con el tema gay, sus problemáticas se abordan de manera superficial y estereotipada”, quizás por ello y en su deseo de superación ahora García Osorio se presenta como protagonista, guionista y productor de tan atrevida película para los “parámetros” ideológicos de los mandamases del patio.
Y aunque en la última y conmovedora escena Maikel le dice a Miguel (Reitel Oro) su mejor amigo y compañero: “a pesar del gobierno la vida o lo que sea somos cubanos por cuenta propia brother –repite- cubanos por cuenta propia, no aclara esta acuarela del desastre nacional es donde: si dentro o fuera del infierno isleño.
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CUBANO POR CUENTA PROPIA, ¿FILOSOFÍA O DECISIÓN?
Ser “Cubano por cuenta propia” es la metáfora que escogió Alberto Yoel García para narrar su historia y creo yo, no pudo ser más oportuna ahora en Cuba, donde el cuentapropismo, el negocio ilícito y el trabajo estatal pretenden coexistir en una sola economía. Sin embargo, la alegoría trasciende a la propia idiosincrasia popular.
La película Cubano por cuenta propia me llegó por casualidad, pero imagino que no encontraré la producción de Lenin Laffita en la cartelera de un cine ni en los nominados a premios. Realista, sincera, agresiva, oportuna, divertida, simple y verídica como las miles de historias similares que se tejen en la Cuba de hoy.
Confieso que mi primer gancho fue el rostro de Alberto Joel García, aquel que disfrutamos todas las semanas en la pantalla chica con la telenovela cubana Cuando el amor no alcanza como Víctor, un personaje machista, independiente, luchador, que encuentra en Nereida a quien “le mueve el piso”.
De ese estereotipo de mulato sensual ya lo recordábamos del filme Habana Blues, donde el tema de la inmigración y la contradicción entre el partir o quedarse dejó una dulce nostalgia en el recuerdo de quienes la pudimos disfrutar.
Y parece que Alberto fue diseñado para estos roles. En Cubano por cuenta propia el atractivo físico de Maikel, su gestualidad marcadamente masculina, su voz, moldean nuevamente al tipo machista, que traiciona como si tuviera justificación:
Convive con su pareja, Dayana (Lídise Aguilera), pero mantiene una relación informal con Mabel (Rosmery Guillén), casada a su vez con un joven homosexual y travesti, que se esconde en el estereotipo del machismo para conservar las apariencias ante los vecinos… ¿curioso, hilarante, novelesco? La risa hace pensar.
De Maikel no se explicita formación profesional, pero vive del “invento”. Con un trabajo fotográfico simple pero preciso, se detalla el ambiente humilde donde vive y negocia. En su casa, el recorrido comienza por la sala, donde alquila un equipo de videojuegos a los muchachos del barrio.
La mesa del comedor se renta para el juego del dominó, con apuestas incluidas; en el patio ensayan y filman un video de reguetón. A propósito, la selección musical da frescura y actualidad con temas nacionales y foráneos, incluyendo el popular género, supuestamente marginal como los protagonistas de la historia.
Y es que aquí, ser marginal es ser el cubano de a pie, luchador de cada día. La óptica para nada representa una censura; al contrario, la empatía del espectador crece cada vez que Maikel, emprende, intenta mejorar y fracasa.
Con cada negocio que inventa, legal o no, se recuerdan momentos importantes en los últimos años de Cuba, con transformaciones que beneficiaron a algunos y no tanto a otros. La moraleja parecía ser: “eso te pasa por querer vivir del cuento”, cada vez que Miguel (Reitel Oro), el mejor amigo, entra por la puerta con la última noticia.
El robo, la violencia, la intimidación, la indigencia, los problemas de vivienda, el costo de los alimentos y otros problemas de la cotidianidad son retomados con un prisma aparentemente casual, casi de pasada, en el guion y dirección del propio Alberto Yoel García.
La “mala suerte” de Maikel en Cubano por cuenta propia puede provocar risa liviana, pero también reflexión. ¿Cuán común es esa realidad?
La inestabilidad económica individual y social se traduce en un contagioso sentimiento de inconformidad: “por eso la gente se va del país”. La emigración habla de nuevo, tema constante en una Isla rodeada de tentaciones.
¿Nos defraudará Maikel? ¿Se rendirá o seguirá “luchando”? Cubano por cuenta propia encontró la respuesta.
  Tendremos que esperar por el trailer de la pelicula en YouTube.
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