La fascinante vida de Lili Elbe, la primera transexual de la historia
No pudo describir con palabras lo que sentía: no existía aún una de definición.
Lili Elbe, la primera transexual de la historia
Una novela desenterró su vida, pero han pasado 18 años hasta que un director se ha atrevido a llevarla al cine en 'La chica Danesa'.
Ese día la modelo no se presentó. Gerda Wegener, la joven ilustradora que se había hecho un hueco con sus estilizados retratos femeninos, quería acabar su esbozo y, a sugerencia de una amiga actriz que pasaba por allí, le pidió a su marido, Einar Mogens, quien siempre había sido delgado y esbelto, que se pusiese el vestido con falda plisada, los tacones y las medias. Un rato de posado sería suficiente.
Es imposible adivinar si Gerda, quien de tonta tenía poco y conocía y amaba a Einar como nadie, sabía dónde se estaban metiendo ambos cuando le pidió a su marido que se vistiese de mujer aquella tarde, en el apartamento que compartían en Copenhague. Pero para ninguno de los dos la vida volvería a ser la misma. Einar nunca se había sentido tan auténtico como cuando se puso esos tacones y, gradualmente, empezó a vestirse de mujer. No de una mujer cualquiera, sino de Lili, la persona que inventó y que cada vez fue pasando más tiempo con Gerda, quien la paseaba por los cafés y la presentaba como su hermana. Tras viajar por Italia y Francia, ambas acabarían instalándose en París en 1912, donde Lili vivía y vestía como una fémina, y Gerda tenía relaciones con otras mujeres.
Unos años más tarde, Lili se convertiría legalmente en Lili Elbe, la primera persona transexual, o por lo menos la primera registrada, en pasar por un procedimiento de reasignación de género. Primero se sometió a una castración quirúrgica bajo la supervisión de Magnus Hirchsfeld, el famoso doctor alemán que fundó la primera asociación de defensa de homosexuales y transexuales, y después pasó por varias operaciones a manos de Kurt Warnekros, el cirujano de Dresde al que Elbe se refería como su creador y salvador. En 1933, Warnekros planeaba completar el proceso implantando a Elbe un útero y creándole una vagina artificial, pero la pintora (que ya casi no lo era: Elbe pensaba que el arte pertenecía a Einar, a su pasado) no pudo superar la operación y murió días antes de cumplir los 50.
Una lucha en soledad
A pesar de su relevancia histórica, la historia de Lili, quien escogió para su apellido de mujer el nombre del río que pasa por la ciudad en la que volvió a nacer, el Elbe, tan solo era conocida entre académicos y activistas de la comunidad LGBTQ hasta que cayó en manos de David Ebershoff hace 18 años. Ebershoff, entonces editor en Random House, la noveló en lo que sería para él su debut literario, La chica danesa (Anagrama). Tras dar muchas vueltas por los despachos de Hollywood –durante un tiempo, Nicole Kidman estuvo asociada al proyecto– el libro ha llegado por fin al cine de la mano de Tom Hooper y con Eddie Redmayne y Alicia Vikander en los papeles de Lili y Gerda. Se estrenará el 15 de enero. El autor se siente orgulloso: «En septiembre, visité la tumba de Lili en Dresde y el director del cementerio me dijo que cada mes unas 10 personas acuden a presentar sus respetos. Le dejan flores y velas o pasan tiempo con ella. Imagino que el número ha crecido en los últimos años y que con el filme se entenderá todavía más quién fue y qué consiguió. Es por eso que necesitamos más historias y es por eso que el público ha escuchado y aceptado las de Caitlyn Jenner, Laverne Cox, Chaz Bono, Renée Richards y muchos otros. Cada vez que una persona transgénero cuenta su experiencia, nuestra comprensión colectiva crece».
Cuando Ebershoff habla de una «pionera» el término adquiere connotaciones heroicas, pero ser el primero, la primera en este caso, en llegar a cualquier sitio implica hacerlo en la más absoluta soledad. Por no tener, Elbe no tenía ni una palabra para referirse a lo suyo. El doctor Hirchsfeld, que trató durante toda su vida de honrar la investigación sobre sexualidad y género en una disciplina médica tan respetable como cualquier otra, hacía poco que había acuñado el término «transexualismus» para referirse a aquellos que querían convertirse en, y no solo parecerse al sexo opuesto. Nadie se la dijo a Einar. Los doctores a los que visitó durante su juventud en Dinamarca lo calificaron de histérico o pervertido. «Una de las cosas que encuentro más significativas sobre Lili Elbe es que ella no tuvo ejemplos o modelos, ningún mentor a quien admirar, ningún recurso, ningún medio que reflejara su vida y prácticamente ninguna información médica. No solo transitó por un camino inhóspito, sino que ella tuvo que ir poniendo los cimientos de ese camino. Estaba sola excepto por su esposa», dice Ebershoff.
Tras casi dos décadas viviendo como una mujer con una biografía inventada, la historia de Lili se hizo pública y causó en su país un ruido similar al que generó Christine Jorgensen en Estados Unidos en los años 50. Jorgensen, el soldado que combatió en la Segunda Guerra Mundial que pasó por una operación de reasignación de sexo, se convirtió en una celebridad menor y objeto de fascinación para los tabloides. «Cuando se filtró su historia, Lili no tuvo otra opción que salir del armario y contarla», relata su biógrafo. «Por un lado, disfrutó la oportunidad de contar su transición, pero por otro dudaba sobre cómo respondería el mundo. Una parte de Lili amaba la atención y otra tan solo quería ser una chica danesa con una vida normal». Convertirse en una figura pública la obligó a romper con su pasado y con Gerda. Dinamarca reconoció su nueva identidad con un pasaporte y anuló el matrimonio. Lili albergaba ilusiones fantasiosas, como concebir un hijo con su nueva pareja, pero tenía negras premoniciones. Antes de pasar por la operación que la mataría, escribió a un amigo: «He probado que tengo derecho a vivir existiendo como Lili durante 14 meses. Se podría decir que 14 meses no son mucho, pero para mí es una vida humana completa y feliz».
De candente actualidad
No es casualidad que la película se haya materializado ahora y no hace cinco o diez años y que haya conseguido un reparto envidiable –para Redmayne es su primer papel tras el Oscar y Vikander vive un momento estelar con Ex Machina y Testament of Youth–. Caitlyn Jenner, Transparent, Laverne Cox y Andrej Pejic entre otros han conseguido que las reivindicaciones de las personas transgénero se hagan más visibles. La chica danesa se proyectó en la Casa Blanca en una velada dedicada a los derechos de los transexuales. Que la dirija Hooper, un director de quien se puede decir que su género es «lo oscarizable» (suyas son El discurso del rey y Los miserables) es ya de por sí significativo, como él mismo admite en una entrevista en Time: «Ahora todo el mundo cree que es una opción obvia para mí; dice mucho de la revolución que ha habido en la aceptación de las historias trans». La elección de Redmayne, sin embargo, no estuvo exenta de polémica. Se señaló que debería ser una actriz transexual quien interpretase a Elbe. David Ebershoff, por lo menos, está satisfecho con el actor cisgénero (lo contrario de transgénero) y heterosexual que da vida a su Lili. «Cuando visité el plató, vi que Eddy derramaba cada gota de su talento interpretándola con profundidad, sutileza y una amplia gama de emociones. Como escritor, no me gusta la idea de que algunas historias están fuera de mi alcance». Aun así, reconoce que hay que tener en cuenta esas voces disidentes. «Lili es una parte importante de la historia de esa comunidad. Se sienten orgullosos de ella y su vida se tiene que contar con empatía y dignidad».
‘Más sobre la película La chica danesa’
1925. Einar y Gerda Gewener son una pareja de ilustradores unida desde principios de siglo. Se casaron jóvenes, él con 22 y ella con 19, cuando todavía estudiaban en la escuela de arte de Copenhage. Einar es un paisajista de renombre (ganó el premio Neuhausens en 1907) y las delicadas ilustraciones de jóvenes y glamourosas damas de Gerda aparecen habitualmente en el Vogue francés o en La Vie Parisienne. Una pareja envidiable y con éxito sobre sus espaldas. Una tarde, una de las modelos de Gerda no aparece por su estudio. Einar se presta voluntario para ayudarla y se enfunda un vestido de seda que se convierte en una revelación vital. Se siente tan cómodo con él puesto que decide empezar a vestirse de mujer y posar habitualmente así para su esposa. También lo hará esporádicamente durante sus viajes a Francia o Italia. Para cuando se instalen definitivamente en París, Einar abandonará su masculinidad y se presentará al mundo como Lili, la hermana de Gerda. Gerda mantendrá aventuras con otras mujeres y los dos ofrecerán fiestas salvajes con el artisteo de París de los años 30.
Esta es parte de la extraordinaria vida de Lili Elbe, la primera transexual conocida que se sometió a una operación quirúrgica para someterse a un cambio de sexo. Una fascinante historia que vuelve a ponerse de actualidad ahora que las imágenes de Eddie Redmayne caracterizado como Lili Elbe han dado la vuelta al mundo. Tras hacerse con el Oscar por interpretar a Stephen Hawking en La teoría del todo, el británico se enfrenta a otro tour de force con La chica danesa, la película dirigida por Tom Hooper, el mismo que le hizo cantar en Los Miserables y el mismo que acercó al Oscar a Colin Firth al emular a Jorge VI en El discurso del rey.
La película está basada en la novela homónima de David Ebershoff (en España traducida por Anagrama), que ficcionó la historia personal del matrimonio y cómo encararon su relación con la reasignación de género. En la película, Alicia Vikander (El séptimo hijo, Ex machina) interpreterá a Gerda y contará con otros secundarios como Amber Heard o Matthias Schoenaerts (De óxido y hueso).
Fue en 1930 cuando Lili Elbe decidió pasar por quirófano. Entabló amistad con el doctor Kurt Wanekros de la clínica de mujeres de Dresden y dejó la casa que compartía con Gerda para mudarse a Berlín, donde empezaría una serie de operaciones (cinco en total) para reasignar su género. Se deshizo de sus testículos y se le transplantaron los ovarios de una mujer de 26 años, algo totalmente revolucionario en la medicina de la época. Su cuerpo los rechazó así que necesitó dos operaciones correctivas más.
Elbe, tras la primera operación, decidió deshacerse del nombre masculino con el que había sido conocida y contó con el beneplácito de Gerda para borrar todo vestigio de Einar Gewener. Pidieron al rey de Dinamarca que anulase su matrimonio. No solo aceptó hacerlo, sino que además dio a Lili Elbe un pasaporte acorde a su nueva identidad. Lili murió a los 50 años, dos días después de su quinta operación. Gerda volvería a casarse, con un militar italiano y se divorció pocos años después.
La expectación que ha levantado la imagen de Redmayne vestido de mujer con unos cuantos kilos menos se puede igualar a las críticas que está recibiendo el proyecto por no apostar por una actriz transexual para dar vida a Lili Elbe. Si bien hace años se rumoreó que la misma película la iba a protagonizar Nicole Kidman (como Einar/Lili) con Charlize Theron en el papel de Gerda, ahora los más escépticos critican que Hollywood enfoque la transexualidad desde un prisma que no abraza a los actores transexuales.
Le pasó a Jeffrey Tambor con Transparent (papel con el que se ha hecho con el Globo de Oro al mejor actor de comedia) y ahora le toca a Redmayne. “Por muy buen trabajo que haga Eddie Redmayne, ya va siendo hora de que la gente trans interprete papeles trans”, apuntaba Susan Stryker, profesora de estudios de género de la Universidad de Arizona enThink Progress. Redmayne, por su parte, ha querido salir al paso de la polémica. En una reciente entrevista al Telegraph ha dicho: “Existe una discusión muy válida sobre por qué una actriz trans no interpreta este papel, porque realmente hay muchísimas actrices brillantes y estoy convencido de que muchas lo harían de forma sensacional”. Redmayne, no obstante, remite al periodo histórico para validar su elección: “Una de las complicaciones es que hoy en día hay hormonas, y muchas mujeres trans han tomado hormonas. En este papel hay que interpretar a un lado masculino sin hormonas, y es un tema que hemos discutido mucho, porque en aquellos tiempos no había hormonas”.
Con polémica o sin ella, el furor por lo ‘trans’ arrasa en Hollywood. Tras el triunfo en televisión de Transparent (que prepara su segunda temporada), al proyecto de The Danish Girl también que hay sumar The Three Generations, la película en la que Elle Fanning interpretará a un transexual adolescente llamado Ray que reasignará su género de femenino a masculino. Dirigida por Gabby Dellal, la película cuenta con Naomi Watts en el papel de madre y con Susan Sarandon como abuela. La ‘trans’ que sí está triunfando y obteniendo papeles acordes a su condición es Laverne Cox. La actriz de Orange is the new black, portada de la revista Time hace unos meses, ha conseguido coprotagonizarDoubt, un drama de la CBS que ha construido un papel pensado específicamente para ella.
Eddie Redmayne en el papel de Lili