Los deportistas gays más influyentes de la historia - Cuba Eterna

Los deportistas gays más influyentes de la historia

EL ORGULLO MÁS INFLUYENTE

Al igual que en el mundo del Cine o de la Música, y por fortuna con menos frecuencia, en el de la Política de los últimos años, el del Deporte de Competición es terreno minado para los deportistas gays. Será por eso, que aunque existen tantos atletas gays como cabría imaginar, sin embargo el riesgo a ser ‘marcados’ de un modo u otro por sus seguidores, entrenadores, jueces o compañeros, hace que la mayoría de ellos permanezcan escrupulosamente metidos en el armario durante sus carreras deportivas, o incluso mucho tiempo después de haberse entregado al merecido retiro físico.

En contra de todos los tabúes y de cara a normalizar el deporte de una vez por todas, te traemos una lista con los deportistas gays más influyentes de la historia.

Desgradaciadamente, la homosexualidad sigue siendo un tema tabú en el deporte de élite y sigue estando muy lejos de los niveles de aceptación que por fin se han conseguido en otros ámbitos profesionales. Por suerte, tenemos razones para pensar que al fin el deporte abandonará la Edad Media gracias a una serie de referentes que quieren abrir los ojos y acabar con la homofobia de una vez por todas.

Glenn Burke

Glenn Burke fue toda una estrella del béisbol en los Ángeles Dodgers y en Oakland en la década de los 70. El gran pionero en una época de puro oscurantismo, Burke fue el primer gran deportista en negarse a ocultar su orientación sexual. De naturaleza extravagante y con un pico de oro, la gran estrella de los Dodgers conquistó el corazón de los fans en una época en que la tolerancia estaba a millones de años luz de la actualidad. El vestuario se comportó a la altura de las circunstancias, tal y como declararía Davey Lopes: "No nos importaba en absoluto, todos le adorábamos". Su muerte en los años 90 a causa del SIDA fue llorada por todo el mundo del deporte.

Billie Jean King

5 años seguidos como número uno del mundo, 6 Wimbledon y 4 U.S. Open son los números estratosféricos de la tenista más dominante de la década de los 60 y una de las mejores de la historia. Con su aspecto de secretaria pizpireta, Billie volaba sobre la pista y aplastaba a sus rivales como moscas, convirtiéndose en toda una heroína nacional en Estados Unidos. Años después de su retiro, hablaría al mundo sobre su bisexualidad y se convertiría en toda una activista a favor de la igualdad y la lucha contra la homofobia en el deporte, para que otros grandísimos atletas como ella no tuviesen que vivir ocultándose como ella durante sus años en la alta competición.

Jason Collins

“Tengo 34 años, soy negro y gay”.

Jason Collins hizo pública su homosexualidad en una columna que escribió para la revista Sports Illustrated, el 29 de abril de 2013. Colosal pívot que llegó a jugar en hasta seis equipos a lo largo de su carrera de 12 años, Collins se convirtió en el primer jugador de la NBA en activo en anunciar abiertamente que era gay.

Orlando Cruz

Portentoso peso pluma portorriqueño, Orlando Cruz se convirtió en el primer boxeador en desvelar al mundo su homosexualidad a través de un maravilloso comunicado: "Siempre he sido y seguiré siendo un orgulloso puertorriqueño. Siempre he sido y seguiré siendo un orgulloso hombre gay". No fue nada fácil en el duro mundo del boxeo, pero sí de lo más inspirador, especialmente cuando en septiembre de 2013, subiría al ring central de Las Vegas para disputar el título de campeón del mundo con la bandera LGTB en su calzón, y aunque perdería el combate, ganaría millones de fans y el respeto de todo el mundo con un gesto que el boxeo necesitaba.

Martina Navratilova

Sólo superada en número de Grand Slams por Serena Williams y Steffi Graff, Navratilova es leyenda viva del tenis. Su salida del armario en los años 80 generó un infinito ruido mediático que la ha llevado ha convertirse en una de las grandes embajadoras de la tolerancia y la normalización del colectivo LGTB en el mundo del deporte.

Liam Davis

Quizás justificado, o puede que no, el fútbol siempre ha sido el que se ha llevado la palma en la mala fama por homofobia y nula capacidad de aceptación. Los insultos que entre las aficiones y los propios jugadores entre ellos se dedican hacen pensar en lo peor, a pesar de lo cual, ya habido muchos casos de futbolistas que decicieron salir del armario. Uno de los pioneros ha sido Liam Davis, que a diferencia de otros como Robbie Rogers o Hitzspelger, no lo hizo cuando anunciaba su retirada, sino al comiento de su carrera, con 22 años. "Les dije que era gay a todos el primer día de entrenamiento", declaró el futbolista. Y... sorpresa, no ha tenido el más mínimo problema ni por parte de sus compañeros, rivales o afición. A ver si vamois a estar todos equivocados y el fútbol es menos troglodita de lo que la gente cree...

Tom Daley

Recientísimamente anunciado su próximo matrimonio con su novio Dustin Lance, el saltador de trampolín Tom Daley se ha convertido en todo un ícono como el medallista olímpico que rompió su silencio a través de youtube y de su cuenta en twitter recibiendo miles de mensajes muy positivos.

Michael Sam

Michael Sam ha sido el primer jugador de fútbol americano en confesar que es gay. Ha recibido hasta el apoyo de Barack Obama y se ha convertido en un abanderado de la causa en un deporte en el que los prejuicios se han dejado de lado para darle una más que cálida bienvenida con mensaje de apoyo por parte de la NFL incluído: "Admiramos la honestidad de Michael Sam y su coraje. Michael es un jugador de futbol. Cualquier jugador con la habilidad y determinación puede tener éxito en la NFL".

Todavía a espensas de la normalización y de que el deporte de la bienvenida al siglo XXI de una vez por todas, ésta es la lista de los deportistas gays más influyentes, los que decidieron romper su silencio para inspirar a otros atletas a lo largo y ancho del planeta.

Ian Roberts

Jugador de rugby australiano, es el primero de la historia que hizo pública su homosexualidad mientras aún competía. Nacido hace 44 añazos, el guapo Roberts, que destila morbo por cada uno de los poros de su rostro, comenzó su carrera deportiva en 1986, ejerciéndola durante doce años, hasta que la mella de las lesiones le hicieron apartarse definitavemente del deporte de competición, tres años después de declararse públicamente gay.

Habiendo desarrollado tras su retiro, una meritoria aunque discreta carrera como actor, sobre todo en televisión, Roberts no sufrió ningún rechazo tras desarmarizarse. Al contrario, su ‘nuevo’ estatus cambió el punto de vista de muchos sobre los absurdos miedos sociales que siguen impidiendo a muchos conjugar gay con masculinidad. Roberts las hizo trizas en las Antípodas.