Televisión digital para unos pocos El pueblo nunca esperó que este asunto fuera a ser tan costoso para su bolsillo
La señal digital permite una mayor calidad de imagen (foto: Manuel Díaz)
Y pensar que un 24 de octubre de 1950 Cuba inaugura las
trasmisiones de televisión, siendo una de las primeras en América.
Manuel Díaz Mons | La Habana | CubanetMientras en América Latina más de veinte países brindaban el servicio de televisión digital con un gran número de canales y muy buena calidad a inicios del 2014, Cuba comenzaba el proceso de digitalización de la señal televisiva. Pero el pueblo nunca esperó que este asunto fuera a ser tan costoso para su bolsillo.
Personas como Juan Manuel Perdomo, un técnico de refrigeración que se jubiló hace más de 15 años, tuvieron que limitarse durante seis meses de comprarse ropa y algunos alimentos para poder reunir y adquirir la cajita decodificadora que se necesita para captar la señal digital.
“No hay que negar que la señal ahora es excelente. Yo antes no podía ver bien la televisión porque la señal era muy mala”, señala.
Pese al tiempo transcurrido, la televisión digital aún no ha podido llegar a todos los hogares, los precios tan altos que tienen estos modernos dispositivos y los costos por otros accesorios necesarios para lograr una señal óptima –como cables coaxiales y antenas–, hacen muy difícil su compra.
Las primeras cajas decodificadores que se empezaron a vender en la red de tiendas fueron de la marca KONKA, modelo KSDT863-M, a 47.35 CUC; y la SOYEA, modelo SDP160 a 38.30 CUC, ambas capaces de brindar una definición estándar de imagen.
Por otro lado, el precio de los accesorios está entre los 0,40 y 0,45 centavos de CUC por un metro de cable coaxial; 0,30 centavos los conectores; 15 CUC las antenas exteriores, alrededor de 13 y 16 CUC las interiores; 3,20 y 3,90 CUC los distribuidores de señal; y 9,90 y 11,85 CUC los amplificadores.
Un jubilado en Cuba tiene una chequera promedio de entre 200 pesos hasta 400 pesos (entre 8 CUC y 16 CUC), y un trabajador gana un salario promedio mensual de poco menos de 600 pesos cubanos. Por lo tanto se les dificulta seriamente disfrutar de este beneficio tecnológico.
Actualmente existen 11 modelos de cajas decodificadoras en el mercado cubano. Siete de definición estándar y cuatro de alta definición. De esos siete, hay dos básicos y cinco con puerto USB, y los cuatro modelos de alta definición poseen igualmente puerto USB.
¿Precios altos? Las tiendas encargas de vender todo el equipamiento para la señal digital son las cadenas de TRD Caribe y CIMEX.
Actualmente las cajas decodificadoras de señal tienen un precio que oscila entre los 26 y los 50 CUC. Las más económicas no abundan en el mercado. Las últimas en salir tienen un costo de 49,95 CUC y cuentan con un cable HDMI que mejora la calidad de la imagen.
Pese a los altos precios, varios funcionarios del gobierno cubano como Luis Orlando López Pérez, jefe de grupo de compra de electrodomésticos de TRD Caribe, aseguró para un programa televisivo que cuando se concibió la venta de estos dispositivos, el gobierno cubano decidió que las cajas tuvieran un margen no recaudatorio.
“Puedo asegurar que la caja decodificadora tiene el mínimo de precio posible porque, aunque se compra en el exterior, está liberada de aranceles por la aduana; además, estamos hablando de una tecnología avanzada”, afirmó.
Todavía los datos oficiales de los precios de comercialización de los productos no han salido a la luz pública, por tanto sería un error hacer afirmaciones como estas sin un papel que respalde dichos argumentos.
Un tema muy discutido también es la subvención a los jubilados y demás individuos con dificultades para comprar estos dispositivos.
“Muchos televisores aceptan la señal digital sin usar una cajita necesariamente. Los están vendiendo en las tiendas por precios elevadísimos, sin embargo el Estado se lo está vendiendo a algunos oficiales retirados de las FAR por un precio de 1200 CUP (48CUC). Entonces, ¿por qué con los demás jubilados no pueden hacer ese tipo de subvenciones en los casos más necesitados?”, comenta Juan Manuel Perdomo, quien vive de su jubilación.
Causal o prevista… Catalogadas por su utilidades, existen en el país tres tipos de cajas decodificadoras, las de gama básica y media con definición estándar; y las de gama alta con alta definición y puerto USB, que casualmente empezaron salir a la venta después que un gran número de usurarios comprara entre 2014 y principio del 2015 las de gama baja y media.
Las cajas decodificadoras de alta definición permiten la programación de prueba, un canal HD que trasmite una programación experimental los fines de semana (viernes, sábado y domingo), con películas, deportes y musicales.
“Yo había comprado la primera cajita de 48 CUC que no tenía la señal HD. Luego, en cuatro meses y por sorpresa, anunciaron que iban a sacar una nueva casi bajo el mismo precio (49.95CUC) que tenía un canal de prueba en HD, donde entre otras cosas se puede ver los fines de semanas algunos partidos de fútbol en vivo. Mi novio nada más se enteró de esto y compramos otra cajita más para poder ver nada más ese canal”, comenta Roxana López, una joven estudiante de medicina.
“Tenían que haber sacado todos los modelos a la vez o al menos haber informado los posibles modelos que iban a sacar, porque por 2 CUC más sacaron uno mejor”, agrega.
Por otra parte, Luis Fraga, un trabajador estatal en la capital, señala que compró la de 38 CUC pero le hubiese gustado comprar la HD, por sólo 10 CUC más; pero ahora no puede, tendría que vender la que tiene por un precio más bajo.
Un porvenir incierto Miladis Fundora Betancourt, directora del Canal Educativo y responsable de la Televisión Digital en el ICRT explicó en televisión nacional que no será hasta 2024 que el ICRT complete el proceso inversionista en la TV Cubana. Por tanto, los canales de los telecentros provinciales todavía continuarán sin aparecer en la señal digital.
Otra interrogante es si dentro de los canales nuevos que ha prometido el ICRT para mejorar su programación, los cubanos podremos degustar de una televisión seria y comprometida con la verdad de la realidad cubana actual y del mundo.
También surge la incógnita de si podrá existir el llamado apagón analógico en Cuba cuando todavía el ciudadano promedio no puede comprar con un salario normal, “de moneda nacional”, una caja decodificadora ni mucho menos un televisor moderno.
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