Las frases más divertidas de los niños y la homosexualidad
Por Oveja Rosa Sin duda, los niños siempre nos hacen reír. Sus frases graciosas y su particular manera de ver el mundo. Hoy recopilamos lo que nos han contado nuestros lectores y lectoras. Niños y homosexualidad… ¿qué se les ocurre?
“Mi sobrino llegó del colegio y le dijo a mi hermana: ‘¿sabes mamá? Cuando dos hombres son novios se llaman gais. Y cuando dos mujeres están juntas son sevillanas'”, Bea.
“Estábamos en un cumpleaños y eramos dos familias de dos mamis, nosotras con nuestra peque y la otra familia con dos nenas de 8 y 10. Dos parejas heterosexuales con sus respectivos retoños y un chico gay. Las mamás de la otra pareja les explican a sus hijas que mi peque tiene también dos mamás , como ellas, y la más pequeña de ellas dice: ‘Anda, qué bien, una familia normal como la mía’. Todavía quiero comérmela de lo feliz que me hizo escucharle decir eso”, Rosa.
“Soy lesbiana, tengo un hijo. Hace unos años, cuando mi hijo tenía 7 años estábamos en el parque. Yo tenía una novia y nos estábamos besando. Unos chicos mayores nos miraron y fueron a hablar con mi hijo para meterse con él. ‘¿Sabes lo que es una lesbiana?’, le preguntaron entre risas. ‘Sí’, dijo él, ‘mi madre’. Los chicos no tuvieron qué hacer y se fueron”, Marta.
“Cuando salí del armario mi madre lo llevaba muy mal, no soportaba hablar del tema. Pero mi hermana pequeña, de 6 años, lo entendía perfectamente. Un día estábamos comiendo en un centro comercial y empezó a decir: ‘¿mami, cierto que ya es hora de que mi hermana se eche un novio?’. Mi madre la ignoró, cuando nos quedamos solas le pregunté por que había dicho eso si ella sabía que a mi me gustaban las chicas. Me explicó que como a nuestra madre no le gustaba hablar de eso era mejor idea que la engañáramos. Le dije que no, que las lesbianas tenían que ser visibles. Al rato entramos a una tienda, estábamos buscando un probador libre y mi hermana corrió a uno. Desde ahí comenzó a gritar: ‘aquí hay un probador libre para lesbianas’. Mi madre la regañó tanto que vino llorando hacia mi y me dijo: ‘a esto de ser visible que te ayude otra, yo ya me cansé'”, María.
“Cuando Lope, nuestro peque, tenía 3 años, un día jugando con un amiguito les escuchamos: -Pedro: Oye Lope, ¿tú no tienes papá? -Lope: No. -Pedro: ¿Y pijama? -Lope: Pijama sí. Y esa fue toda la importancia que dio a no tener papá”, Ester.
“Tengo una perrita y mi sobrino flipa con los trucos que le enseño. A traer cosas, a dar vueltas, a sentarse. Cuando estuvo en celo rechazaba a los perros e intentaba montar a otras perritas. Mi sobri estuvo paseando conmigo ese día por el parque, abrió montón los ojos y lo escuché decir emocionado: ‘¡qué fuerte! ¿cómo le enseñaste a ser lesbiana?’, Alba.
Hace unos meses fui a una boda con mi familia. La más pequeña de mis hermanas tiene 5 años y hace poco se enteró que soy lesbiana. Cuando todo acabó y la novia y el novio se besaron, ella gritó: ‘Ahora me caso yo con mi hermana’. Alguien le dijo: ‘no puedes, sois chicas las dos’. Mi hermana puso los brazos así en jarra y muy chulita dijo: ‘a mi hermana le gustan las chicas (sacándome del armario ante todo el mundo), antes tuvo un novio, después una novia y ahora tiene dos gatos, ¿y qué?'”, María.
“Mi primo pequeño, de 5 años, estuvo presente el día que mi hermano salió del armario. Mi padre se lo tomó fatal, hizo un gran escándalo. Días después íbamos paseando y pasó una mujer con un perro que llevaba un jersey de muchos colores. Mi primo lo miró y me dijo bajito: ‘mira, un perro disfrazado de bandera gay. Que no lo vea tu padre que seguro que lo mata'”, Carlos.
“Yo salí una noche de fiesta con la madre de una amiguita del cole de mi hija (4 años), cuando ésta le dijo: ‘te quedas en casa con papá, que yo voy a salir con la mamá de Valentina (mi hija)’, su hija le contestó, “ya claro, pero Valentina se queda con su otra mamá… ¡¡qué morro!!”, Beatriz.
“Mi hija con unos 6 años o así había oído hablar en casa de la posibilidad de tener un bebé, un hermanito… y un día viene muy seria y me dice: ‘Mamá tú tienes espermatozos?’, y la digo: ‘no hija, yo no tengo espermatozoides, ¿por qué?’, y me dice: ‘vale, pues como tú no tienes vamos a ir a comprarlos, que eso hace falta para el hermanito, pero yo quiero ir contigo'”, Virginia.
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