A pesar de sus 12 años, Roly se siente cómodo hablando del tema de la homosexualidad de su mamá. Para él es tan simple como que cada quien tiene el derecho a hacer lo que quiera.
Entre sonrisas describe la primera vez que se percató de que no siempre una familia está formada por mamá, papá e hijo, como la suya. Tenía entonces entre 9 o 10 años y su mamá había alquilado una casa para estar los 4 juntos: ella, él, la novia de ella y el bebé que está última acababa de tener. Confiesa que en ese momento fue que se dio cuenta de que ellas dos tenían una relación y de que los cuatro conformaban una familia.
Un tiempo antes Roly se había enterado de que su mamá tenía relaciones amorosas con otra mujer, de la manera más tranquila posible. Un día al despertarse se dio cuenta de que le escondían algo aunque no podía decir con certeza qué. Eso sí, le daba curiosidad notar que Reyna, se quedaba a dormir frecuentemente en el apartamento y para él esa era la primera vez que XIomara, su mamá, pasaba tanto tiempo con una mujer en la casa. Lo usual era que amigas los visitaran y luego se marchaban o se quedaban a dormir pero no tan asiduamente como lo hacía Reyna.
No hizo falta una explicación muy extensa para que Roly confirmara lo que estaba pasando en su casa. Él sabía que le escondían algo, y entre risas se lo hizo saber a su madre. Ella le preguntó si entendía lo que estaba pasando, que si le molestaba.
SU RESPUESTA FUE: “ELLA TAMBIÉN PUEDE QUE HACER LO QUE QUIERA”. A PARTIR DE ESE MOMENTO COMENZÓ A LLAMAR “MA” A REYNA.
No obstante, cuando su papá le preguntó sobre este asunto, en un inicio él no le quiso decir, porque creía que iba a pensar algo malo, aunque siempre consideró que también tenía que saber. Al final se lo dijo y para su sorpresa su papá tiene la misma opinión que él.
Actualmente, 3 años después, Roly no tiene preguntas especiales que hacerle a su madre. Él entiende la situación y considera que también puede estar con un hombre. “Estoy con mujeres porque a mi me gustan las mujeres”.
A Roly tampoco le preocupa presentar su mamá y a la pareja de ella en público. Me dice entonces que diría sus nombre y luego que son pareja, “Lo que hay que decir”.
Por último, este adolescente de 12 años confiesa no saber si la homosexualidad de su mamá puede influir en que él tenga relaciones con hombres. “No porque mi mamá esté con mujeres yo voy a estar con hombres”, me aclara.
“Puede que también esté con mujeres. En realidad no sé efectivamente por qué a mi mamá le gustan las mujeres, pero probablemente sea por las situaciones que ha pasado con los hombres. No sé. Puede ser que me pase lo mismo a mí también o puede que me gusten los hombres y ya está”.
ACERCA DE LA AUTORA
Sandra Abd’Allah-Alvarez Ramíre, Nacio en La Habana en 1973, Licenciada en psicología de la Universidad de la Habana y máster en estudios de género y periodismo, entre otras especialidades de la comunicación. Colabora en muchos medios digitales y escribe ya más de 8 años en su blog Negra cubana tenía que ser