Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Congreso del Partido Comunista cubano: La cuadratura del círculo
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: administrador2  (Mensaje original) Enviado: 15/04/2016 18:19
La cuadratura del círculo
 
habana2016_pobres.jpg (865×538)
  
Cualquier cambio de perfil aperturista tras el congreso del Partido Comunista cubano será gradual
             JUAN JESÚS AZNAREZ - EL PAÍS
La normalización con Estados Unidos progresará hasta el levantamiento del embargo si Cuba acomete reformas democráticas, no previstas en la agenda del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), que se reúne este fin de semana para actualizar una hegemonía de medio siglo y establecer las bases teóricas del denominado Programa de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030. Ninguna conclusión del congreso facilitará el tránsito hacia un sistema de partidos, ni se privatizarán las empresas estatales, pero Raúl Castro, primer secretario, parece consciente de que parciales liberalizaciones políticas serán bienvenidas por la comunidad internacional y retribuidas por la administración Obama con nuevas licencias ministeriales para operar en Cuba. Por eso, más allá de conceptualizar las medidas contra los problemas estructurales de la maltrecha economía nacional, y dotar de mayor autonomía a las provincias, el congreso ponderará cambios en el sistema electoral que regula la presentación de candidaturas a diputados de la Asamblea del Poder Popular, el parlamento cubano, según fuentes oficiosas.

Imposible la confirmación oficial de esa supuesta apertura porque la opacidad es consustancial al funcionamiento del partido, las fuentes consultadas aventuran que si el congreso llegase a aprobarla, lo haría condicionalmente: prohibiendo las candidaturas de independientes con “antecedentes contrarrevolucionarios” o penales, y acotando el proselitismo mediático de los aceptados, pero no prohibiéndolo. Los mil delegados refrendarán propuestas precocinadas en el Buró Político: no legalizarán la competencia, ni el nacimiento de una leal oposición, ni tampoco la entrada en la liza parlamentaria de agrupaciones susceptibles de constituirse en plataformas antigubernamentales. Tratando de no romper costuras y mantener la cohesión de la nomenclatura civil y castrense, cualquier acuerdo congresual de perfil aperturista o innovador se implementará gradualmente, apegado al método de prueba y error. El ministro encargado de las reformas y miembro del buró político, Marino Murillo, lo anticipó al señalar que el documento central del encuentro partidista, la hoja de ruta de Cuba, “no será estático, sino dinámico”: sus redactores maniobrarán sobre la marcha y podrán enmendarlo.

El cónclave abordará las prioridades de la mayoría de los 11,5 millones de cubanos, entre las que no figura la democracia, por desconocida, y sí la vivienda, la producción de alimentos, carestía de la cesta básica, los salarios, el transporte, y una enrevesada dualidad monetaria que causa distorsiones macroeconómicas y castiga al funcionariado que cobra en pesos y no recibe remesas en divisas. Nada se acordará que ponga en peligro la estabilidad de un régimen abocado a transformaciones sustantivas, algunas constitucionales, para adaptar Cuba a los nuevos tiempos, conciliar con los organismos multilaterales de crédito, e insuflar aire a la normalización con Estados Unidos, que deberá resetearse con un nuevo presidente en la Casa Blanca.

El VII Congreso probablemente amplíe la libertad económica y los márgenes de actuación del capital extranjero para generar riqueza y bienestar modernizando unos medios de producción públicos lastrados por el atraso, el centralismo y las plantillas desmotivadas. Conseguir esa prosperidad con el actual sistema, sin libertades de actuación, es como intentar la cuadratura del círculo. El gobierno porfía con la conversión de las empresas más ruinosas en cooperativas y quiere atraer más inversión extranjera, que a su vez reclama menos candados en la ley de abril de 2014 que regula su entrada.

El socialismo marxista-leninista, vigente en la isla desde 1962 hasta 2011, año en que el VI Congreso incorporó la iniciativa privada en el sector de servicios, cambió de nombre y encaja mejor con el apellido cubano hacia el capitalismo, a juzgar por la creciente incorporación de elementos del mercado en el fracasado formato soviético. Las especulaciones sobre cambios políticos son diversas: Raúl Castro dejará en 2018 la presidencia y su sustituto será ser ratificado en referéndum, el parlamento se reunirá más frecuentemente y debatirá leyes sin monolíticos automatismos, y los candidatos a diputados podrán cruzar propuestas en debates públicos. Ni involución, ni la democracia reclamada; tampoco el gatopardismo, imposible en país necesitado de cambios profundos para salir adelante.
             VÍA EL PAÍS
   


Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: administrador2 Enviado: 15/04/2016 18:37
Pese a cambio con EEUU,
 Cuba se apresta a ratificar rumbo interno en congreso comunista
El gobierno comunista ya advirtió que persistirá en su modelo socialista que excluye la disidencia
Castro, de 84 años, dejará el poder en 2018 por lo que se supone que este debería ser su último Congreso al frente de la presidencia
 
328468.jpg (480×200)
Las autoridades parecen más interesadas en dejar claro que no habrá
restauración capitalista ni ahora ni cuando salga la generación histórica del poder
Carlos Batista / AFP/ LA HABANA
El Partido Comunista de Cuba (PCC), máximo órgano de decisión, instala el sábado su Séptimo Congreso empeñado apenas en avalar la lenta apertura económica del presidente Raúl Castro, a despecho de quienes esperaban un cambio más drástico tras la reconciliación política con Estados Unidos.

En un sistema de partido único como el que rige en Cuba desde hace más de cinco décadas, la reunión del PCC - que en teoría se celebra cada cinco años - supone el acontecimiento político más importante de la isla, pero en esta nueva edición las expectativas son más bien modestas.

Apenas se centran en el mensaje que dará Raúl Castro sobre el estado de las reformas económicas iniciadas en 2008, y la visión de Cuba tras la reciente e histórica visita a la isla del mandatario estadounidense Barack Obama en medio del embargo aun vigente.

Pese a los llamados estadounidenses a la apertura política y económica, el gobierno comunista ya advirtió que persistirá en su modelo socialista que excluye la disidencia.

Castro, de 84 años, dejará el poder en 2018 por lo que se supone que este debería ser su último Congreso al frente de la presidencia, más allá de que luego siga vinculado a la dirigencia del PCC e influenciando sus decisiones.

Castro asumió el poder tras la renuncia de su hermano Fidel (89 años) en 2006 a causa de una enfermedad.

Los organizadores del Séptimo Congreso, que finalizará el martes, dejaron en claro que sólo se “dará continuidad al anterior y a la Primera Conferencia Nacional del Partido”, realizados en 2011 y 2012, respectivamente.

El VI Congreso aprobó 313 “lineamientos”, previamente sometidos a una amplia consulta popular, que conforman la reforma económica para “actualizar” el agotado modelo económico de corte soviético aplicado durante medio siglo.

Ella incluye la apertura al trabajo privado, inversión extranjera, mecanismos para incentivar la producción de alimentos, la restructuración y descentralización de la empresa estatal, y la unificación de las dos monedas que circulan en la isla desde hace 12 años y son fuente de distorsiones macroeconómicas y desigualdades sociales.

En el lustro transcurrido, “el 21% de los lineamientos ya fue implementado, mientras que el 77% está en ese proceso. El 2% restante (cinco en total) no se ha ejecutado por causas diversas”, dijo el PCC, al justificar otra particularidad de la próxima reunión: por primera vez su agenda no se publicó ni consultó popularmente.

Sólo los 1,000 delegados y 3,500 “invitados” analizaron los documentos del congreso, a cuyos debates a puerta cerrada sólo tendrá acceso la prensa oficial.

“Soy escéptico frente al Séptimo Congreso. Creo que será más de lo mismo”, dijo el economista cubano Mauricio de Miranda, de la Universidad Javeriana de Colombia.

Para Miranda, “el problema fundamental es que existe una falta de consenso sobre la estrategia de desarrollo del país, sobre los cambios necesarios y sobre los tiempos en que estos deben tener lugar”.

Ante la nueva realidad generada por las reformas y el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 2015, tras medio siglo de enemistad, las autoridades parecen más interesadas en dejar claro que no habrá restauración capitalista ni ahora ni cuando salga la generación histórica del poder.

El Partido “tiene metas definidas, pero no programas y fórmulas para alcanzarlas. La carencia se debe a que los presupuestos doctrinarios, así como el modelo y las políticas económicas derivadas, quedaron virtualmente rebasados ante el fracaso del modelo establecido en la Unión Soviética”, dijo el politólogo y exfuncionario del órgano ideológico del PCC, Jorge Gómez Barata, en un comentario enviado a la AFP.

Gómez Barata sostiene que en Cuba coexisten dos corrientes de pensamiento: los que piensan “que las reformas económicas tendrían mejor efecto si fueran acompañadas por innovaciones políticas, constitucionales, electorales, y jurídicas” hacia un socialismo renovado.

Pero también los que “las tildan de concesiones, sospechan que puedan favorecer la penetración de ideas extrañas (antirrevolucionarias) e incluso conducir a la restauración capitalista”, agrega.

El Congreso debe elegir un nuevo Comité Central (116 miembros el actual) y al selecto Buró Político (14). Raúl Castro puede ser reelecto como primer secretario por un segundo y último período de cinco años.

Sin embargo, la renuncia en octubre del ministro del Interior, Abelardo Colomé, miembro del Buró Político y vicepresidente del Consejo de Estado, fue interpretada como una invitación a la vieja guardia octogenaria a jubilarse, tras medio siglo en el poder.

Esa posible renovación de figuras aceleraría procesos en curso, que deberían quedar concluidos antes de 2018, como una reforma constitucional y una reforma electoral.

“El próximo congreso pudiera avanzar en proponer a los cubanos un proyecto de país adaptado a las nuevas circunstancias y exigencias mundiales”, señaló Gómez Barata.
                                   Fuente El Nuevo Herald
 
congreso-partido.jpg (3810×2520)
Así es que votan los miembros del Partido Comunista de Cuba 

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: cubanet201 Enviado: 15/04/2016 18:53

 
   


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados