Vivir por casi medio siglo en
Estados Unidos no es garantía de que podrá quedarse en el país
El activista Ramón Saúl Sánchez cree que los motivos son políticos
Los servicios migratorios le negaron una solicitud de residencia permanente que databa del 2002
El activista cubano Ramón Saúl Sánchez, al centro, durante una
protesta el 12 de abril del 2016 frente a las oficinas de Carnival Cruise Lines en Doral
ALFONSO CHARDY Y NORA GÁMEZ TORRES
Vivir por casi medio siglo en Estados Unidos no es garantía de que podrá quedarse en el país.
Así lo descubrió el activista cubano Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia, quien recibió una carta del gobierno federal ordenándole abandonar el país “tan pronto como sea posible”, a solo días de que zarpe una nueva flotilla que ayudó a organizar para mostrar solidaridad con los presos políticos cubanos.
Sánchez ha vivido en Estados Unidos desde 1967 con el documento original de entrada, conocido como parole, que recibió al arribar de Cuba, pero había solicitado al servicio de inmigración en el 2002 legalizar su estatus con residencia permanente para poder viajar legalmente con sus frecuentes flotillas a aguas internacionales frente a Cuba y poder regresar sin problemas a Estados Unidos.
“Usted no está autorizado a permanecer en Estados Unidos y debería hacer arreglos para irse tan pronto como sea posible“, dice la carta que recibió Sánchez el jueves de parte de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), que procesa los pedidos de tarjetas verdes de residencia así como solicitudes de asilo y naturalización. “Si no se va, esto podría resultar en que no sea elegible para obtener beneficios migratorios y se le considere inadmisible en Estados Unidos en el futuro”.
USCIS indicó que su solicitud de residencia permanente había sido denegada y que el paroleobtenido por Sánchez había “expirado”.
La carta que recibió Sánchez llegó a solo horas de la partida de la nueva flotilla pautada para salir el sábado desde Marathon en los cayos de la Florida, para navegar hasta el límite de las aguas cubanas y lanzar 88 fuegos artificiales, una por cada uno de los presos políticos que se estima están encarcelados en Cuba. La idea de la flotilla surgió luego que Castro pidiera la lista de estos prisioneros en una conferencia de prensa conjunta con el presidente Barack Obama en La Habana a finales de marzo, aunque finalmente no ha realizado ninguna liberación pues su gobierno no reconoce que estén encarcelados por motivos políticos.
Sánchez es un activista muy conocido en el sur de la Florida también por sus huelgas de hambre a favor de distintas causas y su trabajo de apoyo a familiares de balseros cubanos. Pero en el pasado, Sánchez estuvo involucrado con el grupo militante Omega 7 y en la década de los 80, cumplió cuatro años y medio de prisión por rehusarse a declarar sobre esa organización.
En los últimos días, había iniciado una campaña de protesta contra lo que consideró como un acto discriminatorio por parte de la compañía de cruceros Carnival, que no permite a los cubanoamericanos viajar a Cuba en la nueva línea Fathom, siguiendo una prohibición del gobierno de la isla.
En una entrevista telefónica, Sánchez vinculó la carta con “la presión política” por parte de la Administración Obama para tratar de frustrar sus planes de realizar la flotilla y otras acciones futuras en favor de la democracia en Cuba. La evidencia para esta conclusión, dijo Sánchez, es que su petición data del 2002 y que desde entonces no había tenido problemas con su parole.
La advertencia contra Sánchez viene en momentos de gran frustración en la comunidad tradicional de exiliados cubanos del sur de la Florida debido al deshielo entre Washington y La Habana y el reciente viaje del presidente Obama a la capital cubana, donde fue huésped oficial del gobernante cubano Raúl Castro.
La decisión del gobierno federal contra Sánchez ha suscitado indignación en la comunidad. Sylvia Iriondo, presidenta de MAR por Cuba pidió que fuera revertida y denunció que “responde a una agenda dirigida a avanzar la política de concesiones de la Administración del Presidente Obama al régimen castrista”.
Por su parte, Orlando Gutiérrez Boronat, secretario nacional del Directorio Democrático Cubano, destacó que “Ramón Saúl, más que un activista por la libertad de Cuba, más que un hombre que ha vivido decentemente por tantos años en suelo de Estados Unidos, es un hermano para todos en el Directorio Democrático Cubano y ha contado siempre y ahora más que nunca cuenta con nuestra solidaridad y respaldo”.
La carta de USCIS indica que la decisión es inapelable pero que puede solicitar reabrir el caso. Sánchez dijo que un grupo de abogados del sur de la Florida ya está estudiando cómo proceder.
¿Aceleración de deportaciones a Cuba?
Por otra parte, un prominente abogado de inmigración en Coral Gables dijo a el Nuevo Herald el viernes que teme que Estados Unidos esté acelerando la deportación de ciertos cubanos con antecedentes penales a raíz del mejoramiento de relaciones con Cuba.
Un cubano con antecedentes penales se encuentra actualmente en el centro de detención para inmigrantes de Krome, en el oeste de Miami-Dade, a la espera de ser deportado a Cuba en los próximos días, según reveló el viernes su abogado, Eduardo Soto.
Roberto González Alejo, de 61 años, ha solicitado a la corte federal en Miami -a través de Soto- que ordene a la agencia de inmigración detener su deportación. Asimismo, pidió a la corte de inmigración reabrir su caso, lo que le permitiría desafiar su expulsión a Cuba, alegando temor a ser perseguido políticamente por las autoridades de la isla.
Soto dijo que un segundo cubano, Carlos Virgilio Vázquez, había sido deportado a las isla en marzo luego de pasar un tiempo detenido en Krome.
Aunque Soto insinuó que los dos casos podrían indicar un cambio de política estadounidense en cuanto a deportaciones de cubanos, es posible también que González y Vázquez estén en la lista de 2,746 cubanos -la mayoría de la época del Mariel- que pueden ser regresados a la isla debido a un acuerdo de repatriación negociado en 1984 entre el gobierno de La Habana y la administración del entonces presidente Ronald Reagan.
Las autoridades migratorias periódicamente devuelven a cubanos que están en la lista a la isla. Hasta el año pasado casi 2,000 de los cubanos en la lista habían sido deportados.
Separadamente, cerca de 35,000 cubanos tienen órdenes de deportación expedidas por jueces de inmigración. Pero hasta ahora no ha habido ningún anuncio oficial en Washington o La Habana sobre qué va a pasar con estas personas, aunque abogados de inmigración especulan que pronto habrá una negociación entre Cuba y Estados Unidos para una reanudación oficial de las deportaciones pendientes.
Elsy Lisette Pérez, cuñada venezolana de Vázquez, dijo que éste había sido detenido en enero en Spokane, estado de Washington, debido a antecedentes penales que databan de 1983. Vázquez llegó a Estados Unidos durante el Mariel.
Pérez dijo que en enero Vázquez, de 55 años, fue detenido por autoridades de inmigración cuando se presentó a reportar su paradero, como lo hacía regularmente debido a su estatus como extranjero con antecedentes penales. De ahí, Vázquez fue trasladado a Krome, desde donde fue deportado en marzo, dijo Pérez.
Actualmente se encuentra retenido en el Combinado del Este, una cárcel en La Habana, dijo Pérez, quien agregó que familiares en la isla esperaban que Vázquez sea pronto liberado de la prisión.
Mientras tanto, González, que fue miembro del grupo militante Alpha 66, continúa detenido en Krome.