El waterpolista español
Víctor Gutiérrez sale del armario
El deportista de 25 años e internacional ha declarado su homosexualidad
en una entrevista porque “sentía la responsabilidad de dar la cara como deportista gay”
El jugador de la sección española de Waterpoli sale del closet públicamente porque asegura
sentir la responsabilidad, como deportista gay, de dar la cara y compartir sus positivas experiencias.
Ignacio Gomar - El Paísla“Espero que mi salida del armario sirva para romper un tabú dentro del deporte”, asegura el jugador de waterpolo español Víctor Gutiérrez en portada de la revista Shangay. En una de las etapas clave de su carrera deportiva y justo antes de concentrarse con la selección para preparar los próximos Juegos Olímpicos, el internacional de 25 años ha decidido hacer pública su homosexualidad en una entrevista en la que cuenta que sentía “la responsabilidad, como deportista gay, de dar la cara”.
El jugador del club madrileño Real Canoe y considerado uno de los mejores boyas de España, confiesa que llevaba bastante tiempo pensando en hacerlo, y que ha elegido este momento, además de por haber alcanzado “la madurez deportiva y personal necesaria”, porque considera muy importante la visibilidad. “Ha habido más de setenta agresiones homófobas en Madrid en lo que llevamos de año, es una realidad que vivimos. Y no hay casi deportistas que digan que son gays. Pero, según mi experiencia, la gente ha cambiado; como deportista, todo lo que vivido es absolutamente positivo”. Con estas declaraciones, Víctor Gutiérrez se convierte en el segundo olímpico español abiertamente gay, después de que el patinador Javier Raya, participante en los últimos Juegos de Sochi 2014, fuese el pionero hace poco más de una semana tras publicar una foto junto a su novio en las redes sociales.
Víctor Gutiérrez justifica su tranquilidad para salir del armario en el hecho de tener el respaldo de su familia, pero su experiencia en su entorno como deportista de élite ha sido fundamental. “Nunca me he sentado con el presidente de mi club, el entrenador y los compañeros para decírselo.Al final, es mi vida y hago lo que quiero, pero cuando estás en un equipo de élite, convives con muchas personas con las que estrechas lazos, y con ellos siempre he compartido mi vida”. Sin esconderse, “pero sin ser nunca abanderado de nada”, quiere compartir que no se ha sentido discriminado por ser gay. “Jamás me he encontrado con nadie que me haya juzgado como deportista por mi condición, siempre ha sido en función de mi rendimiento”, insiste.
Defiende la libertad de quien decide no hacerlo público, pero cree que las cosas “serían más fáciles” si saliese del armario una gran figura mundial de alguno de los deportes más mediáticos. “Sigue siendo un mundo machista. No debe de ser fácil escuchar en un campo de fútbol a muchas personas gritándote ‘maricón’. Los grandes clubes son empresas, y hay muchos intereses involucrados... Pero si alguno de ellos diera ese paso, podría influir en la opinión de millones de personas y cambiar las cosas de una manera mucho más rápida, porque siguen siendo muy pocos los deportistas que han hecho visible su homosexualidad”.
Gutiérrez no es el primer deportista de élite que ha hecho pública su condición de homosexual. Pero ha habido muy pocas salidas del armario estando en activo al más alto nivel. La tenista Martina Navratilova fue una pionera al hacerlo público en los años ochenta, y Amelie Mauresmo siguió sus pasos y se declaró lesbiana a los 19 años después de ganar el Open de Australia. Hace dos años, el jugador de fútbol americano Michael Sam se convertía en el primero en su deporte en dar el paso, lo que le valió el apoyo del presidente Barack Obama.
En activo destacan el saltador de trampolín olímpico británico Tom Daley y el boxeador puertorriqueño Orlando Cruz, que se casó con su novio en 2013 en Nueva York. Otros como el nueve veces medallista olímpico de natación, el australiano Ian Thorpe, o el pívot de la NBA John Amaechi no se atrevieron estando en la cúspide y esperaron a terminar sus carreras deportivas. Víctor Gutiérrez confía en que su decisión no afecte a su proyección como waterpolista, aunque ha salido del armario antes de saber si será seleccionado para competir en Río de Janeiro. “Estoy entrenando y manteniendo la forma, espero saber si voy a los Juegos a primeros de julio. He hecho una buena temporada, y el seleccionador me ha dicho que tengo posibilidades”. Pero asegura que aceptará tranquilo lo que venga después de haberlo contado. “No soy el primero, soy uno más”.