MONOLOGO PARA UN TRAVESTI.
Esto de terminar de trabajar en la construccíon y salir corriendo para aca todas las noches, me esta matando. Cada vez tengo menos tiempo para prepararme. Hay noches que me acuesto sin siquiera lavarme la cara, cuando me levanto y me miro en el espejo, me asusto, me pregunto quien es esa vieja que se coló en mi apartamento, despues se me pasa y puedo tomarme mi café tranquilo, ya recuperado del susto.
Creanme que empecé jovencito en esto. Mis amigos de Coppelia, me embullaron, me decian que era una mezcla de Liza minelli y Juana bacallao. Realmente yo vivía enamorado de Rosita Fornes, desde que la ví en La Fornes tridimensional, soñaba ser como ella . Me creí una estrella desde la primera vez que me vestí y me subí a 3 cajas de cerveza que hacian de escenario. Esa noche me fuí como con 50 pesos. Recuerdo el trabajo que me dio quitarme la tiza de colores que use como sombra. No todo ha sido disfrutar de los aplausos y hacer algun dinerito extra, dinerito que al final termina gastandose en maquillajes o vestidos, siempre he sido muy presumido. Muchas veces, tuve que remangarme el vestido y salir corriendo con las puyas en las manos, para evitar que me llevaran en la persiguidora en esas terrible recogidas que hacian en la Habana. Yo no tenia el temple ni los cojones de mi amiga “Carmen Sevilla”, para gritarle al patrullero desde el asiento trasero; COCHERO A PALACIO! Ella, era tremenda, aquello fue el acabose, fue hace años y aún muchos se recuerdan. Cualquier día llevan la frase celebre a Escriba y lea en la tv cubana y se le hace honor a mi amiga que en paz descanse. Era joven y hermoso se nos fue en los inicios de la terrible epidemia.
Recuerdo cuando salí de Cuba, nunca lo había pensado, amaba demasiado a mi abuelita para dejarla sola. Cuando el Mariel, dos policias lograron agarrarme, me detuvieron, todo fue una pesadilla. Me di cuenta que era real, cuando me ví en Cayo Hueso. Mi primer pensamiento fue para esa pobre viejita que ahora estaria sola, nunca mas pude volver a verla. Por mi condicion de “escoria”, me negaban la entrada a Cuba. Me contó una amiga que siempre hablaba de mi. Murio con una foto mía entre sus manos, yo hubiera cambiado el carro del año, el apartamento, todo, por haber sido yo, en ese instante, quien estuviera entre sus manos, ya ven, se me salieron las lagrimas. Recuerdo ahora esa pelicula argentina que ponían en Cine del Hogar que la protagonista decía; una estrella, nunca debe llorar se le corre el maquillaje. Ahora, cada vez que voy a salir a escena le pido a la Caridad del Cobre y a mi abuelita que me cuiden, sé que ella estaría feliz de verme y me aplaudiría a rabiar.
No se crean ni por un minuto que mi vida es fácil, trabajo como un mulo y hago esto, primero porque me gusta y segundo, porque necesito el dinero, que los billis no se pagan con sonrisitas y guiñitos de ojo y muchísimo menos a mi edad. Si me pongo a estar guiñando mucho el ojo, capaz que me quede bizco
Hoy no tuve ni tiempo de maquillarme y tuve que hacerlo aqui, delante de ustedes, pero al final sé que les encanta el chisme y el brete y mañana le van a contar a todo el mundo que venieron a ver a un travestí que se maquillo y vistío delante del público. Que estuvieron mas tiempo viendo a la loca vestirse y maquillarse que lo que duró el numerito que hizo. Relajanse y disfruten, al final vieron algo nuevo, diferente. Haganse la idea que estan haciendo la cola en Coppelia y que mi número sera algo asi, como el helado prometido; una ensalada de fresa y chocolate, con día de suerte incluido.
Miren la hora que es, ya es tardísimo, saben qué, si quieren el número, lo hago asi mismo, no tengo tiempo, ni ganas de terminar de maquillarme y vestirme. Hoy, estoy como su ilustrísima, ¿se saben ese cuento? El del cura que le dice al monaguillo; el domingo el Obispo vendra a la iglesia y debes recibirle, decirle , su señoria, su ilustrísima. El monaguillo lo mira y le dice, padre, no será su ilustrísimo, su señoria, no, no, al Obispo, hay que tratarlo asi. Llega el domingo y el monaguillo le abre al puerta del auto al Obispo y le dice, pase su señoria, su ilustrìsima debe venir cansadisima, el Obispo contrae el rostro, mira a un lado y al otro y le responde, cansadisima no, MUERTA ES LO QUE ESTOY! Mis amigos y yo, decimos, hoy estoy como su ilustrisima, asi estoy yo hoy, MUERTA!, pero no se asusten, les voy a hacer el numerito. No se hagan ilusiones que les van a devolver el dinero en la puerta, esto no es Macy’s, aqui no hay devoluciones, pagaron por verme y van a verme aunque sea a medio vestir y maquillar, ¡Pepe , tira a mi manera por Annia, hoy estoy sabroso!