En gran parte del mundo todavía no se hace
Nada para garantizar los derechos de los homosexuales
La masacre de 49 personas en un club gay de Orlando y la declaración del asesino respecto a su inspiración en el Estado Islámico tuvieron un eco instantáneo alrededor del mundo.
Aunque esta masacre recuerda a los ataques terroristas ocurridos hace poco en París, Bruselas, Beirut y Bamako, también evocó dolorosos recuerdos de ataques dirigidos a hombres y mujeres homosexuales en todo el mundo.
Sin embargo, a pesar de que se recibieron mensajes de condolencias y condena de líderes mundiales (muchos de los cuales ni siquiera mencionaron la orientación sexual de las víctimas) y se observaron conmovedoras muestras de solidaridad, como la Torre Eiffel y el Harbour Bridge de Sídney iluminados con los colores del arcoíris, el hecho es que en gran parte del mundo todavía no se hace nada para garantizar los derechos de la población homosexual.
Por lo menos en 74 países ser homosexual es un delito. Por lo menos en 10 países las relaciones homosexuales constituyen un delito que se castiga con la pena de muerte.
En Rusia, una perniciosa ley sobre “propaganda gay” promulgada en 2013 permite acusar a ciudadanos por delitos como publicar en las redes sociales poemas o mensajes que hacen referencia al amor entre personas del mismo sexo. En la India, una ley de la época colonial que define el delito de sexo “en contra del orden de la naturaleza” en contadas ocasiones resulta en sanciones, pero es una herramienta poderosa para acosar a hombres y mujeres homosexuales.
Como sucede con Donald Trump en Estados Unidos, la hostilidad aumenta por todo el mundo. Líderes autoritarios y grupos nacionalistas de derecha atacan a los inmigrantes, los homosexuales o las minorías para convertirlos en chivos expiatorios de sus frustraciones. “El odio se hace cada vez más común”, advirtió el lunes Zeid Ra’ad al Hussein, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
David Pressman, embajador adjunto de Estados Unidos en las Naciones Unidas, urgió el lunes a los países miembro a unirse y proteger “la dignidad universal de las personas, sin importar a quien amen”.
Rusia, China, India, el grupo africano, el grupo islámico y el grupo “amigos de la familia” en las Naciones Unidas han rechazado en el pasado acciones de apoyo a los derechos homosexuales.
Al menos fue una señal prometedora que no se opusieran a una declaración del Consejo de Seguridad en la que se condenó el ataque ocurrido en Orlando y se dijo específicamente que las víctimas fueron seleccionadas “debido a su orientación sexual”.
Ahora, Naciones Unidas necesita crear mecanismos de protección a los derechos humanos de mayor alcance, de manera que queden protegidas la orientación sexual y la identidad de género. Este tipo de medidas, combinadas con acciones para promover la eliminación de leyes que definan como delito ser homosexual, serían un mejor tributo a las víctimas de Orlando que desplegar los colores del arcoíris y condenar de manera poco más que ritual otro ataque provocado por el odio.