Rafael Amargo:
"Soy bisexual, creo en Dios y estudié en un colegio del Opus"
Rafael Amargo en un montaje realizado por 'Vanitatis'
Al bailarín granadino no le gustan las medias tintas.
Amargo se sincera y habla del Opus Dei, de Dios, el sexo y el poliamor
Por Ana Sánchez Juárez - Orgullo Gay LGTB 2016
Barrio de Malasaña (Madrid), 11.00 horas. Café del Arte, a un paso de su domicilio. El flamante bailarín Rafael Amargo se muestra profundo y quiere contarlo todo. El granadino adora vivir intensamente, por eso en cada una de sus respuestas llega hasta el final, sin excusas. Pide agua, pide una ensalada. Y habla mientras que se le ocurren mil ideas. Una cosa tiene clara, que no ha engañado a nadie y nunca ha estado oculto. Amargo tiene dos hijos de 12 y 8 años de edad fruto de su relación con Yolanda Jiménez, con la que estuvo casado de 2003 a 2009. "Soy bisexual, nunca lo he ocultado", arranca. "Nunca he estado en el armario y no me gusta esta terminología porque pienso que las etiquetas son para Facebook. Tengo la plena convicción de que todo el mundo es libre para sentir; todos tenemos un lado animal que te hace enamorarte de personas muy dispares. Esto siempre ha ido conmigo y nunca he tenido la necesidad de reprimirme ni he vivido mi sexualidad como un tabú", dice sin dejar de mirar a los ojos.
Rafael Amargo nació sietemesino y todo, curiosamente, lo ha hecho prematuramente: con 15 años se independizó de sus padres, aunque contó siempre con su respaldo. Ha estado en Madrid, Tokio, Nueva York y a los 22 creó su propia compañía de baile. Con 33 volvió a España. Y le siguen lloviendo los premios, sobre todo en su Granada natal, donde sienten devoción por él. Amargo se siente cómodo hablando de sexo. Le criaron con libertad y se nota. "Mis padres me enseñaron a sentir y a soñar. En mi casa no hubo un armario, hubo vestidores. Todos siempre con las puertas bien abiertas", dice. Narra que fue educado en un colegio del Opus Dei en Granada. Que es católico y creyente. Y se agarra el Cristo dorado que lleva al cuello. Cambia el rictus y espeta: "Una cosa es la religión y otra la condición".
Lo matiza: "A mí me encanta creer en Dios y creo que a Dios le gusta que todas las personas sean iguales; Dios no entiende ni de barreras ni de prejuicios. Yo leo así el catolicismo. La Iglesia habla de amor, de no pelearse, de normalizarse. Hay muchos curas gais y muchas monjas lesbianas, ¿interfiere eso en que puedan creer en Dios?", se pregunta.
Sus hijos y la fidelidad
Amargo cuenta que a sus niños, que quiere por encima de todas las cosas, les ha inculcado desde críos el valor del respeto. "Mis hijos están habituados a las familias no convencionales. Se han criado con mucha normalidad para que vean a la gente solo a través del corazón. Es necesario normalizar ciertos comportamientos porque así se quita mucho sufrimiento a muchos jóvenes que viven vidas equivocadas por ocultar su identidad. Eso sí, cuando he estado con una pareja, sea mujer u hombre, he sido fiel. Lo contrario es vicio y en eso no creo", recalca.
Cuenta que a sus hijos les explicó que hay distintos tipos de familias. Y asegura que no descarta "algún día ser padre soltero". El bailarín dice que está muy implicado en el tema de la sexualidad e incluso ha pagado una operación a una niña hermafrodita del Nepal, a través de la ONG de la cooperante catalana Victoria Subirana, conocida como Vicky Sherpa. "Mis padres se implicaron también muchísimo en este proyecto".
"Esconderse para amar es lo último"
Me da mucha rabia que se complique tanto la normalidad, que se prejuzgue a las parejas abiertas, a las que hacen intercambio, a las poliamorosas... Todo es respetable. Yo celebro cualquier libertad de exposición. Amargo dice que es poco poeta, que le queda todavía el poso lorquiano de haber representado al maestro andaluz. Pide que se copien las respuestas literales, mientras llega una segunda botella de agua y su nueva pareja no deja de mandarle mensajes: "En el punto tan desordenado en el que estamos y tan caóticamente político, esconderse para amar es lo último. Seamos buenas personas y tengamos sentido común, amemos libremente sin hacer daño y sobre todo con la mente sincera".
No le preocupa el posible rechazo en el mundo del flamenco. "Ya somos muchos: Miguel Poveda, Mayte Martín, Falete... y los que faltan". Se calza los zapatos (ha estado descalzo toda la entrevista) y se va para los ensayos. Del 7 de julio al 21 de agosto estará en el madrileño teatro de La Latina con 'Tiempo Muerto 2' revolucionando su mundo, el del flamenco.
Míster Gay 2015 Luis Jorge Vicente ('Klein') ex novio Rafael Amargo en un fotomontaje realizado en 'Vanitatis'