La prostitución masculina en Cuba es mucho mayor de lo que se cree. Alimenta un mercado interno en alza y se esconde peligrosamente detrás de los prejuicios y el machismo.
“Siempre que vengo a La Habana no me acuesto con cubanos, pagan poco y quieren que uno haga de todo. Cuando hago “el pan” con un extranjero me voy y me retiro un tiempo. Cuando se me acaba el dinero vuelvo de nuevo a la Lucha”. Así describe un joven de 21 años, su experiencia como trabajador sexual en Cuba. Carlos es uno de los 120 testimonios que recoge el libro “Pingueros en La Habana” del historiador Julio César González Pagés, presentado recientemente en la Feria del Libro de esa ciudad.
Escandaliza el tema y el libro
El libro retrata una realidad incómoda para la sociedad cubana como es la de la prostitución masculina. Su autor tardó más de 15 años en realizar todas las entrevistas y recolectar la información debido a que contrariamente a la prostitución femenina, la masculina, a pesar de ser histórica en la isla, es un fenómeno escondido o apertrechado en la homosexualidad, de difícil reconocimiento y rodeado por los prejuicios y el machismo. Esto se debe en parte, dice Gonzáles Pagés a que la prostitución masculina está en zonas más visibles en donde la policía tiene mayor dificultad para identificar y sacar de la vía a los trabajadores sexuales. Además, ellos no llaman la atención siendo para las autoridades muy común ver a 3 o 4 hombres juntos sin que levanten sospechas. Muy contrariamente a lo que ocurre con las jineteras o con las trabajadores sexuales travestis sobre quienes la policía ejerce la mayor presión y persecución. Hay códigos de la propia cultura machista que les permite protegerse de posibles represiones y sanciones.
“Yo salgo todas las noches con mi novia para que la policía no nos moleste pensando que somos una paraje más en la zona del malecón. El primero que ligue un Yuma se va y el otro espera. Hay veces que nos llevan a los dos para hacer cuadros” Raúl- Villa Clara- 22 años *
El tema es tan tabú en Cuba, que hasta el mismo autor reconoce que su investigación, aunque no ha sido mal recibida, tampoco lo ha sido del todo bienvenida. “Para no ir muy lejos, en varios de los foros donde se ha presentado el libro, la gente se ha sentido molesta por el tema. Cito, por ejemplo, lo que ocurrió en uno de los principales diarios de este país, Juventud Rebelde, en donde el primer comentario de una de las lectoras, dice que cómo es posible que se haya permitido la presentación en la Feria del Libro, de un libro con semejante nombre. Muchas personas se han sentido incómodas a nivel personal porque lo que se ha mostrado aquí, es que estos muchachos son los puros machos cubanos y eso choca con los estereotipos culturales”.
Machos, blancos y vulnerables
La investigación se fundamenta en los testimonios de jóvenes entre los 16 a los 24 años, oriundos de 10 de las 14 provincias de Cuba y en un 59 por ciento de raza blanca. Devela que contrariamente a lo que se cree, la prostitución masculina está atendiendo, en un gran porcentaje, a un consumo doméstico, de hombres mayores de 50 años que buscan muchachos jóvenes, con buen estado físico y cuerpos esculturales.
“Un día a los 7 años mi papá entro al baño a orinar y yo estaba en la ducha- Al rato fue donde estaba y me obligó a que le chupara el pene. Desde esta edad hasta los 14 años que vine para La Habana me obligó a realizar este y otros actos sexuales”. Damián (Guantánamo) 18 años *
Según el autor del libro algunas de las causas del éste fenómeno en Cuba obedecen a los mismo parámetros de la prostitución femenina como son la pobreza y el abandono escolar. Sin embargo, hay un elemento diferenciador que señala González Pagés y es el abusos sexual. “Lo que yo he podido ver en estos muchachos es que más del 40 por ciento ha sido abusados sexualmente por gente de su mismo entorno. Eso no esta tan presente en la prostitución femenina”.
Está claro que “Pingueros en La Habana”, desde su mismo título, ha planteado un tema polémico y ha abierto una ventana para que se comience a ventilar una discusión necesaria y oportuna en Cuba..
* Fragmentos del Libro de Julio César González Pagés Pingueros en la Habana, Bogotá, Ediciones RIAM Digital, 2014.