Belice despenaliza la homosexualidad y allana el camino
para que otros países del Caribe como Jamaica sigan sus pasos
Buenas noticias las que nos llegan desde este pequeño país centroamericano, cuya población ronda los 380.000 habitantes. El Tribunal Superior, finalmente, ha declarado “inconstitucional” la criminalización de la “sodomía”, que acarreaba penas de hasta 10 años de prisión. El activismo LGTB ha sido clave en este proceso judicial, que se remonta a 2010. Muy especialmente, sobresale el nombre de Caleb Orozco, presidente de United Belize Advocacy Movement (UNIBAM), quien presentó en su día el primer recurso de inconstitucionalidad contra el Código Penal. Tanto en Belice como en otros países de la región, la legislación homófoba tiene su origen en el antiguo colonialismo británico. Ahora, todas las miradas apuntan hacia Jamaica, un país con altos índices de homofobia social y política.
“Mientras que Belice es el tercer país de despenalizar las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo este año, defensores y abogados desde la India hasta Kenia están trabajando diligentemente en los esfuerzos de descriminalización”, asegura Ty Cobb, director de Human Rights Campaign (HRC). Con la declaración de inconstitucionalidad de la persecución de la homosexualidad en Belice, el número de países que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo cae a 72.
La organización LGTB que ha liderado la lucha contra la eliminación del homófobo artículo 53 del Código Penal de Belice, UNIBAM, ha expresado su enorme satisfacción por la histórica sentencia judicial. A través de su cuenta de Twitter, los activistas de esta entidad se congratulaban porque “hemos ganado en todos los sentidos” y han confesado encontrarse “sin palabras” para manifestar su emoción.
Antes de conocerse el fallo del Tribunal Superior, recientemente, se han producido algunos indicios positivos de que la situación de Belice parecía estar cambiando. El pasado mes junio la Embajada de los Estados Unidos en Belmopán (capital del país) izó una bandera del arcoíris para conmemorar el mes del Orgullo LGBT. Era la primera vez que el emblema igualitario se exhibía públicamente en el país por parte de una institución (en este caso, una embajada).
El embajador estadounidense en Belice, Carlos Moreno, aseveraba entonces que “los derechos LGBT son derechos humanos, los derechos humanos son los derechos LGBT, no hay distinción y no hay ninguna diferencia”. Por su parte, el activista LGTB Caleb Orozco (sin duda, uno de los principales protagonistas de la despenalización de la homosexualidad en Belice) decía que “ningún otro caso legal ha provocado un debate igual en una mesa durante la cena, ningún otro caso ha desafiado a los beliceños a reflexionar sobre la dignidad y los derechos de los ciudadanos como lo ha hecho la situación de la comunidad LGBT”.
Una larga batalla en los tribunales del activismo LGTB
Desde 2013, como recogía dosmanzanas, el Tribunal Supremo del pequeño estado centroamericano de Belice lleva debatiendo sobre la eliminación de la homosexualidad de su Código Penal a instancias del activista por los derechos LGTB Caleb Orozco, que en septiembre de 2010 interpuso un recurso de inconstitucionalidad. Orozco, debido a su valiente iniciativa, se ha tenido que enfrentar a constantes amenazas de muerte.
El entonces fiscal general de Belice, Nigel Hawke, defendía “el derecho como nación soberana de mantener el artículo 53 del Código Penal si así se desea”, estimando que no se quebrantaba con ello ningún derecho constitucional. Un extremo que, afortunadamente, ha sido 3 años después contrariado por la Justicia. La homosexualidad ha dejado de ser ilegal en Belice.
A la espera de un efecto dominó en la región
Belice es el tercer país que despenaliza la actividad sexual entre personas del mismo sexo este año, uniéndose a Nauru (un pequeño Estado insular en el Océano Pacífico) y Seychelles (un estado insular en el Océano Índico). Ahora, todas las miradas y las esperanzas de las respectivas comunidades LGTB apuntan a un efecto dominó en el Caribe y Centroamérica. Entre otros países, muy singularmente se esperan cambios en Jamaica.
Carolyn Gomes, directora ejecutiva de la Coalición de Comunidades Vulnerables del Caribe, se ha felicitado por el fallo del Tribunal Superior de Belice. Gomes argumenta que esta sentencia no solo tendrá consecuencias positivas para los hombres homosexuales en Belice sino en toda la región en general. Asimismo, ha indicado que “fomentará una mayor tolerancia para los miembros de la comunidad gay, teniendo en cuenta que todas las personas nacemos iguales en dignidad y derechos”.
En unos términos similares se ha manifestado Dane Lewis, directora ejecutiva del Foro de Jamaica de Lesbianas, Todo-Sexuales y Gais (J-FLAG). “La respuesta de la comunidad es que la victoria es una victoria para la región. Estamos muy orgullosos de Caleb Orozco, que ha sido muy valiente en su pretensión de ser reconocido como un ciudadano igual en su país”, remarca Lewis.
El Partido Laborista de Jamaica, encabezado por Andrew Holness, que ganó las elecciones generales de 25 de febrero, dijo que la ley de “sodomía” sería una de varias cuestiones que se someterían a referéndum. Sin embargo, no ha habido ningún movimiento reciente que indicara que el nuevo Gobierno cumpliría con su palabra. Esperemos que las noticias de Belice sirvan para precipitar un cambio en Jamaica y otros países del entorno.