Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Donde quiera que Fidel Castro va, también va su silla
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: cubanet20  (Mensaje original) Enviado: 15/08/2016 17:21
LA SILLA DEL TIRANOSAURO
 
Fidel-Castro-reaparecio-Nicolas-Maduro_CLAIMA20160813_0273_28.jpg (600×338)
Donde quiera que Fidel Castro va, también va su silla.
Podría pensarse en necesidades de la edad, pero es más que ello: es un símbolo del poder
                     Alejandro Armengol | Cuba Encuentro     
Fidel Castro cambió el trono por la silla. Acabamos de verlo en el acto en su honor, por cumplir 90 años, en un teatro de La Habana. La silla, omnipresente y ajena, interrumpe la fila de butacas. Uno se pregunta qué fue necesario para tenerla allí: simples destornilladores, sopletes de acetileno, soldadores de arco. Es lo de menos. Donde quiera que Fidel Castro va, también va su silla. Podría pensarse en necesidades de la edad, comodidades requeridas por un anciano, estampa de decadencia, pero es más que ello: es un símbolo del poder.
 
Los griegos colocaban tronos adicionales, vacíos, en los palacios reales y los templos de modo que los dioses pudieran estar presentes donde quisieran estar. Los romanos tenían dos tronos, uno para el emperador y otro para la diosa Roma, cuyas estatuas fueron asentadas sobre los tronos y los convirtieron en centros de adoración. El trono del emperador de China fue visto como el centro de la Ciudad Prohibida, que era el centro del mundo. La serie de puertas y de pasos que un visitante necesitaba traspasar antes de alcanzar al emperador fue diseñada para sobrecoger.
 
Una silla acompaña a Fidel Castro a todas partes. Aparece en las fotos de las visitas de mandatarios extranjeros en su casa; en las celebraciones públicas de estos diez últimos años, cuando ha participado en la presentación de un libro o en cualquier homenaje público; también en sus reducidas apariciones en la Asamblea Nacional de Poder Popular.
 
Para Castro, un asiento tiene gran importancia. Cuando el niño Elián González se encontraba en Miami, el entonces gobernante cubano visitó su escuela y declaró “intocable” la silla de Elián.
 
De espaldar más alto que las demás del salón plenario, tapizada en cuero beige, la silla de Fidel Castro permaneció vacía cuando su hermano Raúl fue electo presidente. “Fidel es insustituible”, dijo en su discurso el nuevo gobernante.
 
Entre julio de 2006 y diciembre de 2007, durante tres reuniones ordinarias del Parlamento cubano, la silla de Fidel Castro permaneció vacía. Una botella de agua, cerrada, inútil y sin destinatario, contribuyó al simbolismo.
 
El encerrarse en un sitio exclusivo, distinto al común de los mortales, es propio de monarcas y papas, aunque ahora algunos reyes lo rechazan. Los políticos electos —en parte por obligación e hipocresía— tratan de brindar la imagen de no caer en ello.
 
Uno contempla a Christian Thielemann dirigir una obertura de Wagner. Finaliza la ejecución y la cámara cambia, muestra a Joseph Alois Ratzinger, sentado en una especie de trono, colocado en medio del pasillo que permite la entrada a dos filas de lunetas. El pontífice aplaude con parsimonia estudiada y la curia a su alrededor lo imita con prudencia, incluso con cierto temor a extralimitarse o quedarse corta en el entusiasmo. Aislado y al mismo tiempo parte de la representación, compitiendo con ella como la esencia del verdadero espectáculo. Único y rodeado de seguidores, como un papa laico, Fidel Castro convierte la celebración de su cumpleaños en reafirmación y acto político, imponiendo su presencia, que es el pasado.
 
         OPINIÓN
Lo que nadie sabe es que esa silla tiene un tibor,electronico que le lava el trasero y se lo seca con aire.
             *Miguel Fernandez
 
afp_ep75z.jpg (700×471)
 
      tu_comentario_es_valioso.jpg (432×76)


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: cubanet20 Enviado: 15/08/2016 17:25
¿Y como llegaria al teatro, cargado, o es que la silla tiene rueda?....
    Saludos, Jorge Cubanet


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados