Cara a cara en el Senado por debate de Adopción por parte de parejas del mismo sexo
El referendo de la senadora Viviane Morales vive su primer ‘round’ en el Congreso.
Semana - Al lado de todas las leyes que se tendrán que tramitar si se refrenda el proceso de la paz, hay un debate que promete también encender todos los ánimos. Se trata del proyecto de ley de referendo que presentó la senadora Vivianne Morales, avalado por cerca de 2.300.000 firmas. Su objetivo es que sean los ciudadanos quienes tomen la decisión sobre si los niños y niñas que están a cargo del Estado pueden o no ser adoptados por parejas del mismo sexo.
La idea de ese referendo ha generado una agria controversia y ha enfrentado a dos pesos pesados de la política nacional: la exfiscal Morales y la senadora Claudia López. De hecho, la semana pasada, en el inicio de la audiencia –que continúa este miércoles desde las 9:30 a. m.- ambas eran las únicas congresistas que se encontraban presentes. Las dos representan posiciones antagónicas.
Morales emprendió esa iniciativa como reacción al fallo de la Corte Constitucional que el año pasado permitió que las parejas del mismo sexo pudieran adoptar. Para ella el referendo es necesario pues considera que ese alto tribunal se ha extralimitado en sus atribuciones. Considera que nueve personas no pueden tomar una decisión de semejante envergadura, a sabiendas de que la mayoría de los colombianos se opone a esta.
La propuesta ha generado críticas pues establece que estos niños deberían ser adoptados por familias conformadas exclusivamente por un papá y una mamá. En una reciente entrevista, Carlos Alonso Lucio, esposo de Morales y vocero del referendo, explicó que su objetivo no es discriminar a otro tipo de hogares. “Sólo decimos que los hijos criados por un padre y una madre suelen tener mayor estabilidad. Eso no hace unas familias más respetables que otras, sino que, por lo general, unas ofrecen mejores circunstancias que otras. En ningún momento estamos diciendo que las demás no sean una familia”, dijo.
La senadora Claudia López, por su parte, ha sido vehemente en asegurar que el referendo es regresivo en materia de derechos. Agrega que la Corte Constitucional ha garantizado a los colombianos el derecho a no ser discriminados por raza, religión, género u orientación sexual.
Asegura que la senadora Morales desconoce que existen diferentes tipos de familia y que hoy en Colombia sólo el 54 % de los niños crecen con un papá y una mamá. “Para mí, este no es un referendo antigay, es un referendo antihumano”, asegura.
A pesar de la controversia, el referendo de la senadora puede tener futuro político. En el Congreso se dice que la propuesta de Morales cuenta con al menos ocho de los 19 votos de la Comisión Primera. Aunque este suele ser un tema al que los congresistas le hacen el quite, las masivas marchas que provocó la cartilla de educación sexual del Ministerio de Educación parecen haber cambiado ese panorama. En estas movilizaciones Morales tuvo un gran liderazgo. Algunos congresistas aseguran en privado que no están dispuestos a pagar el costo que tiene en la opinión pública y en sus regiones apostarle a la defensa de la agenda LGBTI. Otros aseguran que en medio del proceso de paz, no quieren perjudicar el apoyo del voto cristiano, cada vez más esquivo en el plebiscito.
La discusión de fondo tiene un enorme peso. En parte porque el centro del debate es que no existe ningún derecho de los adultos de adoptar, sino de los niños tienen derecho a tener una familia. Y es ese concepto de “familia” al que tienen derecho los niños abandonados es el que quiere discutir la congresista. Para ella esta debe estar conformada por un papá y una mamá.
Los promotores también argumentan que la misma Constitución de 1991 en su artículo 42 soporta esa idea al decir que “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla”. Más de dos millones de colombianos apoyaron con su firma la propuesta de Morales.
La semana pasada este ‘round‘ tuvo que ser interrumpido pues el Senado iba a adelantar la votación por el caso de Jorge Pretelt. Sin embargo, expositores de lado y lado hicieron públicos sus testimonios. Alejandro Vaquero, coordinador de la política pública de psicólogos de Colombia, afirmó que la existencia de familias de diversa índole, como lo son una compuesta por parejas del mismo sexo, permite a los niños desarrollar una mayor comunicación y una tendencia a ser más abierta a todo tipo de temas. Agregó que no existe evidencia científica que demuestre perjuicios o maltrato en niños criados por parejas del mismo sexo.
El abogado penalista Abelardo de la Espriella fue otro de los oradores que apoyaron a la comunidad LGBTI. Aseguró que es "supremamente necesario hacer una evaluación de la sociedad contemporánea, pues es evidente que las costumbres y las tradiciones de hoy en día son distintas a las que inspiraron muchas de las leyes actuales, como la de la concepción tradicional de la familia. Creo que es necesario un cambio".
Quienes apoyan el referendo también se pronunciaron. Juan José Cuesta, abogado de la Universidad Nacional, resaltó que es "deber del pueblo soberano y de esos más de dos millones de votos que firmaron a favor de la iniciativa decidir sobre el futuro del referendo. Más aun en un país donde poco o nada se oye al pueblo para decisiones tan importantes", concluyó.
Algo similar dijo Alexandra Muñoz, abogada del Externado, quien afirmó que el derecho de adopción debe beneficiar a los niños y que "no es un derecho exclusivo de los adultos y el deber de la Corte debió ser el de fallar en favor de restablecer aquello que los niños han perdido: en este caso, un padre y una madre." La exconcejal Clara Sandoval afirmó que la Corte estaba "acabando las costumbres y las tradiciones colombianas a capricho".
Lo que viene para el referendo no es fácil. Salvo el que convocó Uribe en el año 2003, ninguno ha alcanzado a llegar a las urnas. Si el Congreso llegara a aprobarlo, la Corte Constitucional tendría que darle su aval. Hay quienes aseguran que es casi imposible que eso pase, pues los magistrados no permitirán un referendo que en contra de una de sus más emblemáticas sentencias. Sin embargo, en los próximos meses se sabe que cinco magistrados cambiarán y con eso las mayorías de ese organismo.
Aun así, para que este sea válido necesitaría superar el día de las votaciones un umbral del 25 % del censo electoral, es decir, con unos siete millones y medio de votos. Una cifra que no ha llegado a tener ningún mecanismo de participación en Colombia hasta la fecha.