La permanencia de los médicos
cubanos en Brasil: ¿hasta cuándo y cómo?
Rousseff, Brasil y los médicos cubanos
Redacción Cuba Encuentro | Madrid El Gobierno de Raúl Castro condenó la destitución de Dilma Rousseff en Brasil. Era de esperar el gesto, pero la interrogante es cuánto afectará lo que ocurre en Brasilia a La Habana, no solo en lo que respecta a la pérdida de un aliado político sino a la disminución o parálisis de una fuente de ingreso para la deteriorada economía de la Isla.
“El Gobierno Revolucionario de la República de Cuba rechaza enérgicamente el golpe de estado parlamentario-judicial que se ha consumado contra la Presidenta Dilma Rousseff”, afirma la declaración del Gobierno de La Habana.
Solo en un punto del texto hay una referencia a un aspecto que podría afectar directamente a la Plaza de la Revolución y es cuando cita los “cortes a los programas sociales” que podría llevar a cabo el Gobierno de Michel Temer.
Los ingresos por los servicios médicos, educacionales y de asesoramiento de todo tipo son aún el renglón fundamental de la economía cubana. Pese a que la política de “deshielo” entre Washington y La Habana ha incrementado a cifras récord las ganancias por el turismo, estas constituyen solo un tercio de los $7.000 millones que la venta de servicios al exterior en 2014, según la agencia Reuters.
Durante los últimos 13 años, los gobiernos izquierdistas de Brasil —primero Luiz Inácio Lula da Silva y luego Dilma Rousseff— proveyeron al menos $1.750 millones en créditos en términos favorables, lo que desató críticas de las fuerzas opositoras brasileñas, las cuales también se han expresado de forma airada sobre un programa que llevó a Brasil a 11.400 médicos cubanos contratados por el gobierno.
Estos proyectos serán reexaminados tras la destitución de Rousseff, aunque no necesariamente suprimidos de inmediato.
“Se realizará una revisión a corto plazo de nuestra política hacia Cuba, debido a que los fondos se han agotado y a que existen serios cuestionamientos a la administración en relación a los préstamos. De momento todo será detenido, colocado en espera”, afirmó a Reuters un diplomático brasileño que ha realizado funciones en La Habana.
Algunos de los préstamos brasileños sirvieron para la expansión del puerto cubano del Mariel, con plazos de pagos a 25 años y tasas de interés entre el 4,4 % y el 6,9 %, muestran las cifras suministradas por Brasil. Los críticos consideran que dichos términos son demasiado géneros, dado el pobre historial crediticio con que cuenta el Gobierno cubano.
No abundan los datos económicos respecto a los negocios entre Brasilia y La Habana. Las transacciones comerciales y financieras de Brasil con Cuba y Angola son consideradas secretas por el gobierno sudamericano.
Posibles cambios El apoyo de un grupo de gobiernos de izquierda más o menos radical en Latinoamérica, tras la desaparición de la Unión Soviética, posibilitó cierta recuperación económica al régimen de La Habana, tras el colapso sufrido por el fin del apoyo multimillonario desde Moscú, durante la década de 1990. El mejoramiento de relaciones con Europa y Estados Unidos ha creado la ilusión de nuevas fuentes de ingreso. Sin embargo, en la actualidad el gobierno cubano ha comenzado a sufrir las consecuencias no solo de la caída del precio del crudo y la crisis económica y política en su aliado principal, Venezuela, sino también por este cambio en la correlación de fuerzas en el panorama latinoamericano.
Pese al cambio político producido en Brasil, no se espera que el Gobierno de Temer envíe de regreso a los médicos cubanos, contratados entre 2013 y 2014, de un día para otro, pero sí se puede apostar a que no contratará más.
Poco tiempo antes de ser sacada provisionalmente de la presidencia —medida que ahora se ha hecho permanente—, Rousseff extendió por tres años más la contratación de los médicos cubanos, pero el Congreso debe ratificarlo.
Algunos de los facultativos cubanos trabajan en regiones remotas, donde cuentan con el apoyo de los alcaldes de las zonas. Ese apoyo, junto al hecho de que se celebren elecciones municipales en octubre, hace pensar que es posible que el Congreso prefiera de momento no poner un fin abrupto al programa.
El senador Ronaldo Caiado, líder del Partido Social Democrático, dentro de la coalición partidaria de Temer, considera que los médicos deberían permanecer en el país, pero que el dinero pagado a Cuba, unos $500 millones, no debería abandonar el país, e ir directamente a los médicos. Por supuesto que el gobierno de La Habana no aceptaría una medida de ese tipo.
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