El 27 de noviembre se conmemora otro año del asesinato de Harvey Milk, político gay californiano que murió defendiendo los derechos civiles de GLTB, tras conseguir avances sociales importantes en la comunidad que lo eligió su representante. Una vez más, la homofobia más cruel cargó sus balas contra alguien cuyo único delito fue abrir nuevos horizontes al mundo. También el siglo XX tiene sus propios mártires.
De no haber sido por Harvey Milk la lista políticos norteamericanos que se han confesado abiertamente homosexuales habría mermado considerablemente, porque este hombre carismático fue un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones de estadounidenses. Su extraordinaria sintonía con George Moscone, alcalde de la ciudad de San Francisco, hizo posible un clima popular que se tradujo en importantes avances sociales. Ambos lucharon abiertamente por defender las libertades civiles, consiguiendo para gays y lesbianas algunas reivindicaciones importantes a lo largo de sus truncadas carreras políticas.
EL ALCALDE MOSCONE
En el año 2004, el alcalde de la muy gay ciudad de San Francisco, Gavin Newsom, permitía casarse a cientos de parejas gays de su ciudad, desafiando las leyes y recomendaciones del presidente George Bush. Tenía a quien salirle. Porque tiempo atrás, un predecesor suyo en este cargo, llamado George Moscone, abría la puerta a la elección de su amigo Harvey Milk como presidente de la Cámara de Concejales, en sustitución del ultraconservador Dan White. De esta manera, Moscone, heterosexual, sentaba las bases de una legislatura en la que, a pesar de su brevedad, llegaron a aprobarse disposiciones muy progresistas para aquella época, permitiendo a gays y lesbianas disfrutar de mejoras considerables.
HARVEY ‘SUPERSTAR’
Harvey Bernard Milk había nacido el 22 de mayo de 1930 en Woodmare (Nueva York) en el seno de una familia de emigrantes lituanos judíos propietarios de un pequeño comercio familiar. Joven alegre y deportista, amante del teatro y la ópera, no asumió su homosexualidad hasta terminar el bachillerato. En los años cincuenta, tras enrolarse en la Marina, fue expulsado de ella. Más tarde desempeñó el cargo de profesor en un instituto de segunda enseñanza de Nueva York, donde convivía abiertamente con su amante Joe Campbell. También fue ayudante de dirección en varias obras de teatro, como el musical Jesucristo Superstar, que vuelve a ser actualidad en nuestro país.
Sin embargo, hay que decir que los primeros pasos de Milk transitaron en un ambiente ideológico conservador, en consonancia con la educación que había recibido desde pequeño. Fue a partir de los años sesenta cuando comienza a asumir valores más progresistas. En este cambio sustancial jugó un papel determinante su nuevo compañero sentimental, el actor Jack Galen McKinley. Jack le ayudó a asumir activamente su identidad homosexual. Además, la irrenunciable afición de Harvey por las bambalinas hizo que tomara contacto con grupos de activismo gay que frecuentaban el mundo del teatro.
En 1968 se traslada a California con su novio Scott Smith. Por estos años, una serie de escándalos, entre ellos el caso Watergate, despiertan sus aptitudes innatas para la política. En 1973 decide presentarse al cargo de concejal, el más importante de la ciudad después del de alcalde, y lo hizo apoyado en una plataforma popular creada por asociaciones GLTB y otros grupos progresistas. Aunque no ganó las elecciones, su fama creció tanto que se le llegó a conocer como ‘el alcalde de Castro Street’, el barrio gay de San Francisco.
EL PRIMER CONSEJAL GAY
Su elección en 1977, apoyado en la plataforma Gay Democratic Club de San Francisco, trajo nuevas esperanzas a las aspiraciones de gays y lesbianas del lugar. Sin embargo, todas las actuaciones que llevó a cabo en favor de los homosexuales no constituyeron su único objetivo político. Por el contrario, han de ser vistas dentro de un contexto más amplio que perseguía mejoras civiles para toda la población, especialmente entre los menos favorecidos, en asuntos vitales como la educación y la infancia, la vivienda o el transporte público.
Los logros conseguidos por Milk en su corta carrera abarcan tres frentes fundamentales: la sensibilización de las distintas administraciones cara a cubrir las necesidades de los ciudadanos; la atención a los derechos de las minorías sexuales, étnicas, de los trabajadores y de la tercera edad; y, por último, la lucha por preservar el carácter peculiar de la ciudad y los pobladores de San Francisco. Entre las muchas mejoras destinadas a la comunidad GLTB, consiguió derrotar la Proposición 6, defendida por el senador Briggs del estado californiano, que pretendía prohibir a homosexuales enseñar en escuelas públicas. También incorporó a gays y lesbianas en la administración, la policía y los bomberos.
CRIMEN IMPERFECTO
La sombra de la homofobia es alargada. Si a Harry Milk le bastó un solo año para lograr mejorar su ciudad, imaginemos lo que podría haber llegado a conseguir de no haber visto su vida bruscamente interrumpida… El 27 de noviembre de 1978 Milk y el alcalde Moscone se encontraban en la City Hall de San Francisco. Dan White, enemigo político de Milk, entró en el despacho del alcalde y tras una acalorada discusión, sacó un revólver del bolsillo y disparó a bocajarro contra él. Después hizo lo mismo con Harvey. Los dos murieron en el acto.
Una vez más se derramó sangre de mártir, que la justicia del hombre no quiso lavar como debiera. El autor del crimen fue absuelto del cargo de asesinato y condenado por homicidio voluntario a tan sólo siete años de cárcel. Los abogados de White habían apelado a la “defensa Twinkie”, que entre otras atenuantes se basaba en la absurda suposición de que la ingesta excesiva de comida basura había mermado las facultades mentales del acusado. La injusta sentencia fue seguida de múltiples revueltas callejeras y manifestaciones de dolor ciudadano.
EL LEGADO DE MILK
De Harvey Milk, además de su carismática figura y su lucha por las libertades, nos ha quedado una imperturbable sonrisa, patente en las fotos y reportajes que de él se conservan. Los EEUU también poseen un valioso legado vinculado a su obra. Su memoria también se perpetúa en muchos lugares e instituciones estatales y nacionales, como el Harvey Milk City Hall Memorial de San Francisco o el Harvey Milk High School de Nueva York (un instituto de enseñanza media para chicos y chicas GLTB). Hasta hay una banda de música rock que lleva su nombre.
En 1984, el filme The Times of Harvey Milk, de Rob Epstein, ganó el óscar de la Academia al mejor documental. Diez años después se estrenó la ópera Harvey Milk, de Stewart Wallace, coproducida entre Houston, Nueva York y San Francisco. Recientemente se se ha estrenado con éxito el filme La vida de Harvey Milk, de Gus Van Sant, con la actuación de Sean Penn en el papel de Harvey. También se sabe que el director Bryan Singer proyectó realizar un largometraje sobre este mismo tema.
Gracias al cine, el mundo pudo conocer mejor la vida, de este político honesto y vitalista, mártir gay, amante del mundo escénico, casi un desconocido en muchos paises, y antes que nada, un hombre decente cuyo ejemplo quedó inscrito en los anales de la historia con letras color arcoíris.
Milk no era un político de un tema. Para él, los homosexuales no eran más que una parte de una visión general de los derechos humanos. Durante su carrera política trágicamente corta, Milk luchò por una amplia gama de cambios sociales en áreas como la educación, el transporte público, cuidado de niños, y la vivienda de bajos ingresos.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, otorgó el 12 de agosto de 2009 , a título póstumo, a Harvey Milk la Medalla Presidencial de la Libertad, el máximo honor civil en este país, por su contribución al movimiento de los derechos civiles de los homosexuales, afirmando que Milk "luchó contra la discriminación con un coraje y una convicción visionarios". El sobrino de Milk, Stuart Milk, aceptó el premio en nombre de su tío.
El 25 de agosto de 2009, el gobernador Arnold Schwarzenegger y Maria Shriver anunciaron que Milk sería uno de las 13 nuevas admisiones en el Salón de la Fama de California, en la exhibición permanente del Museo de California. La admisión tuvo lugar el 1 de diciembre de 2009, en Sacramento. El 12 de octubre de 2009, el gobernador Schwarzenegger aprobó la designación del 22 de mayo como el "Día de Harvey Milk", tras diversos intentos previos del congresista Mark Leno para conseguirlo.
Desde su muerte, el líder de los derechos de homosexuales se ha convertido en un símbolo para la comunidad gay. Él ha sido inmortalizado, tiene escuelas, calles, parques que llevan su nombre en su honor. Tambien en el 2014, Harvey Milk fue inmortalizado en un sello conmemorativo para recordar su legado en la lucha por los derechos de la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB).
En julio del presente año (2016) la Armada de EE.UU. bautizo a uno de sus buques con el nombre del activista gay Harvey Milk.
«Si una bala atraviesa mi cerebro, dejad que esa
bala destruya las puertas de todos los armarios» (Harvey Milk)
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