¿Por qué los hombres tienen pezones?
Por Lucia Vazquez - Batanga Si bien la naturaleza es algo maravilloso, no siempre es completamente perfecta. Una razón válida para tal afirmación son los pezones en los hombres, algo sin mayor sentido ni funcionalidad que ser agradables a la vista. Los ratones macho, por ejemplo, no tienen ningún pezón en forma de “solidaridad” con las hembras. Pero, ¿por qué los hombres tienen tetillas o pezones?
Evolución de los pezones
Tanto los hombres como los ratones, cuando están en el útero materno, forman tejido mamario, necesario para crear los pezones, así como también glándulas y nervios que facilitan la producción de leche. Sin embargo, en los ratones, cuando estos tejidos comienzan a desarrollarse la proteína PTHrP, que genera hormonas masculinas, y estas a su vez destruyen este tejido.
En los hombres, después de tres o cuatro semanas, el embrión genera crestas mamarias paralelas antes de que los cromosomas tengan la capacidad de generar el dimorfismo sexual. Sin ninguna proteína que entre en acción, hombres y mujeres tenemos la misma “cañería” interna, solo que en el caso de las mujeres, durante la adolescencia, el estrógeno estimula el tejido mamario y el desarrollo de la glándula mamaria.
Por ende, los pezones en los hombres existen porque la evolución no ha generado una forma –como en los ratones– de deshacerse con esto.
En las mujeres, el pecho está relacionado con el éxito reproductivo de la mujer. Es por esta razón que los biólogos evolucionistas consideran que la presión adaptativa para destetar los pezones masculinos no era lo suficientemente fuerte.
¿Los hombres pueden amamantar?
Sin embargo, aunque no les damos mayor importancia que como elemento decorativo, lo cierto es que los pezones masculinos pueden hacer algo tan maravilloso como generar leche.
La hormona prolactina, que es la encargada de generar la leche materna, se produce en el cuerpo de la mujer y puede pasarse al pequeño en su vientre. Al nacer, este puede generar leche independientemente de que sea hombre o mujer, aunque este fenómeno, conocido como leche de bruja, no suele durar más de dos semanas.
En hombres adultos, la galactorrea o lactancia espontánea es algo bastante preocupante, ya que significa una falta de testosterona. Mientras que los médicos modernos consideran este hecho como un desequilibrio hormonal, Darwin, padre de la evolución, cree que en los primeros tiempos los hombres se repartían las tareas de lactancia con las mujeres.
Hoy en día, los hombres podrían llegar a amamantar, aunque no generen prolactina como lo hace una mujer embarazada. ¿Cómo? Haciéndolo mediante las caricias y el contacto con el bebé, lo que aumenta los niveles de prolactina y baja los de testosterona. Combinado con el estímulo físico de un lactante, esto podría generar leche.
Bajo ciertas circunstancias, los hombres pueden lactar. Esto es posible debido a que todo hombre tiene cierto nivel de estrógeno, hormona sexual femenina, en el cuerpo. Ciertas enfermedades endocrinas o del hígado pueden alterar el equilibrio hormonal en el cuerpo y producir Ginecomastia; engrandecimiento de las glándulas mamarias en el hombre, las cuales pueden llegar a producir leche.
Por otro lado, el pecho de un hombre, aunque no tan desarrollado como el de una mujer, puede padecer de los mismos problemas que uno femenino, entre los que se incluye el cáncer de mama.