'Diario de un verano indio', la reacción de un artista a la negativa de visado de Canadá
Por María Matienzo Puerto | La Habana |Diario de Cuba El artista Luis Manuel Otero Alcántara expone enFacebook y YouTube su frustración, después de que Canadá le negara una visa para una residencia de tres meses a la que había sido invitado por la OCAD University de Toronto e instituciones de arte contemporáneo canadienses y estadounidenses.
"La primera entrevista en la embajada fue muy agresiva", se queja. "La funcionaria me interrogó sobre cosas muy personales, como si yo sostenía relaciones con mi curadora, Catherine Sicot, o con las madres de mis hijos, y cuestionó además de dónde salía el dinero que yo estaba utilizando, pese a que todos mis papeles estaban en regla", asegura. Al final "me la negaron por considerar que era 'posible inmigrante'".
La experiencia no es extraña para los cubanos que intentan conseguir visas en diversas embajadas.
La de Otero Alcántara coincidió con presiones de la Seguridad del Estado por su obra Museo de la disidencia en Cuba.
"Recibí una una citación de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA) diciéndome que debían hablar conmigo" sobre la obra. "Cuando llego, es la Seguridad del Estado quien me está esperando. Me amenazan con todo lo que ellos creen que pueden amenazar a los cubanos y, aunque mi respuesta fue de 'mira, yo soy un tipo que cree en lo que está haciendo y es mi derecho, es mi idea y estoy dispuesto a morirme por ella', terminaron diciéndome que si ellos querían yo no salía más del país", relata.
Aunque las entidades que lo invitaban a Canadá protestaron y Otero Alcántara redujo a diez días su plan de viaje, la embajada canadiense mantuvo su negativa de visado.
En reacción a esto y a las presiones de la Seguridad del Estado, decidió crear Diario de un verano indio. Yo amo Canadá, Canadá me ama, una obra en la cual, con humor, recrea su propia Canadá.
El primer impulso fue acampar frente a la Embajada de Canadá en La Habana, dice, pero "habría sido la perreta de un tipo al que le negaron la visa".
Como en Museo de la disidencia en Cuba, en la obra colaboran Yanelys Núñez, Catherine Sicot, el fotógrafo Claudio Peláez.
Otero Alcántara, acostumbrado a trabajar con los clichés, con los estereotipos, y a construir obras con desechos, recrea su Canadá en un cuarto de El Cerro. Juega con "las ilusiones que uno se construye antes de viajar a otro país y que al final puede ser cien por ciento diferente a la realidad".
"Estamos hablando de cómo el poder te construye una imagen y de cómo te la deconstruye o te frustra, y de cómo uno, como individuo, tiene que superarse también", explica.
Reflexiona asimismo sobre las negativas de los visados a artistas: "Para nosotros, los cubanos, las negativas son múltiples. Hoy es Canadá, mañana es Estados Unidos o Francia, y así todos los días tú te vas construyendo un plan de trabajo, un plan a seguir en tu vida y, al final, otros, los que tienen mucho poder sobre ti, te frustran".
"Esto es un ejercicio de resistencia y le digo a quien me quiera entender: 'tú me frustras el viaje, pero no me frustras mis ilusiones ni mis planes'. Decidí llenar un espacio de libertad como es internet", explica.
Durante más de diez días, Diario de un verano indio ha creado debate en Facebook, pese a que los niveles de accesibilidad en la Isla son bajos, otra de las frustraciones del artista, que no ha podido tener referencia directa del efecto de su obra en quienes la han visto.
"Según me han contado, la gente se está preguntando y entre ellos mismos se están contestando. Yo no pienso intervenir directamente", afirma Otero Alcántara. "Simplemente, estoy reutilizando los clichés que nos llegan a través del cine y estoy protestando ante la imposibilidad de no poder confrontarlos con la realidad".
EnFacebook, Catherine Sicot, dedicó Diario de un verano indio a los servicios de Inmigración canadienses.
Dijo tener la esperanza de que tanto Otero Alcántara como otros artistas que solicitan visados "con el apoyo de agentes e instituciones canadienses comprometidas", puedan visitar Canadá "para el intercambio cultural con los canadienses, y la investigación y el desarrollo de sus obras de arte".
"Deseo que la creatividad pueda ser reconocida como un elemento integral del diálogo intercultural, y se tenga en cuenta en la evaluación de las solicitudes de visados para visitar Canadá", dijo la curadora.