'Tentación, vicio y pecado: la historia del sexo anal'
Esta práctica ha sido condenada en los últimos dos mil años y lo largo de la historia,
el sexo anal ha adquirido connotaciones negativas y ha sido rodeada de un halo de misterio y secretismo.
Dar por culo, encular, sodomía, amor griego, sexo de puerta trasera... Son incontables los nombres con los que esta práctica sexual ha sido bautizada a lo largo de la historia. El sexo anal, en definitiva, es tan antiguo como el ser humano y aunque ha sido tradicionalmente asociado en la cultura judeocristiana a una relación entre dos hombres, se extiende mucho más allá de las relaciones gays.
Hablar sobre sexo anal es un tabú. Freud decía que el pudor, la repugnancia y la moral, se oponen a los instintos sexuales. Como no se le ve utilidad al sexo anal, hemos decidido culturalmente que debemos relegarlo al olvido, a sólo decirlo entre voces, a intentar ocultarlo de los demás, llamarle sucio y asqueroso cuando en algún momento fue una de las prácticas más comunes de las sociedades.
Por dos mil años decir “sexo anal” fue y es sinónimo de depravación y condena, porque con el auge de la religión cristiana, en la que hombres y mujeres tenían relaciones sexuales para la supervivencia de la especie, se convirtió en una sucia pasión que no tenía ningún objetivo mas que la carnalidad.
Aquellos que consideren que el sexo anal es solamente para homosexuales, están muy equivocados, en realidad, desde la antigüedad había sido practicado por diferentes culturas tanto hombres y mujeres, en relaciones heterosexuales y también, pero no principalmente, homosexuales.
En los orígenes de la civilización, muchas veces durante los periodos menstruales, las parejas preferían tener sexo anal. Las piezas de cerámica peruana muestran producciones en las que el erotismo aparece con penetraciones en orificios que no son lo que imaginamos.
EGIPTO
Es tal vez, la pareja homosexual más documentada en la historia antigua y en 1964 se descubrió una tumba donde se representaban escenas de la vida cotidiana. Estas eran parejas de altos funcionarios de la corte (Nianjjnum y Jnumhote) y que se estaban abrazando afectuosamente.
Las imágenes de estos dos hombres en la tumba eran muy similares a las de matrimonios encontrados en otras tumbas del mismo período, y no podemos sino sospechar que los jeroglíficos homosexuales fueron muy abundantes.
No existen otras fuentes claras para la homosexualidad en el antiguo Egipto. Existen algunas representaciones eróticas, que quizás representen relaciones homosexuales entre hombres, pero estas representaciones no son lo suficientemente detalladas y, por lo tanto, no son seguras.
GRECIA
El otro aspecto de la sexualidad griega se centró en la homosexualidad. Los hombres adultos tenían el derecho a prostituirse y si su cliente era extranjero, se podían alquilar en calidad de mancebos por un buen salario.
La homosexualidad masculina estaba muy extendida en toda Grecia y se consideraba normal que un muchacho joven de 13 y 17 años, fuera el amante de un hombre mayor, el cual se ocupaba de la educación política, social, científica y moral del amado. Evidentemente eran los mayores quienes penetraban a los jóvenes, porque una relación con un hombre de la misma edad significaría deshonra, con la connotación de ser intelectualmente inferior o inexperto.
En Grecia era común la homosexualidad y también era bastante normal que los más jóvenes fueran amantes de hombres mayores, quienes debían procurar una vida adecuada tanto en educación, como política, científica y moral de su protegido. Evidentemente eran los mayores quienes penetraban a los jóvenes, porque una relación con un hombre de la misma edad significaría deshonra, con la connotación de ser intelectualmente inferior o inexperto.
ROMA
Aunque en Roma no estaba permitido ni bien visto, que un ciudadano romano mantuviera sexo anal con otro ciudadano romano, era relativamente frecuente que un hombre penetrara a un esclavo o a un joven, mientras que lo contrario, era considerado una desgracia.
La representación de actos sexuales en el arte romano es muy corriente, aunque han conservado muchas más escenas heterosexuales que homosexuales. Esto aumenta la singularidad de la copa Warren, que una copa de plata romano decorada con representaciones dos actos sexuales entre hombres.
En Roma, emperadores como Marco Antonio o Augusto César tenían amantes masculinos, estas relaciones mantenían unas reglas muy precisas, en la pareja homosexual, siempre existía un amo y un sometido, siendo estos últimos generalmente jóvenes de clase social inferior o esclavos, pero cuando el Oscurantismo llegó a Europa, la vida cambió por completo. Dejó de ser importante el amor por el cuerpo, por la perfección y la belleza de la naturaleza para concentrarse en la religión.
LA BIBLIA
El origen del término "sodomía" proveniente de Sodoma, ciudad de Canaán, donde se quiere sostener que el pasaje de Génesis 19, 5, en la Biblia, no tiene que ver con homosexualidad.
La palabra "sodomía", aun se hoy usa en el lenguaje legal o médico de algunos lugares del mundo, definiendo la relación sexual entre varones. Algunos ven en él un acto perverso y contra natura.
El Diccionario del Patrimonio Americano (American Heritage Dictionary) define “sodomía” como: “cualquiera de las diferentes formas de relación sexual consideradas como innaturales o anormales, especialmente la relación anal o la bestialidad”.
El episodio completo de la destrucción de Sodoma y Gomorra abarca los capítulos 18 y 19 del Génesis. Sodoma es mencionada expresamente 46 veces en la Biblia y representa la perversión humana en muchas formas. Fueron parte de un jardín antes de ser destruida, luego de lo cual serán referencias típicas de ciudades de malvados y no solamente por la homosexualidad de sus habitantes, sino por muchas cosas, comenzando por el descaro de ufanarse de sus pecados. Las autoridades religiosas o laicas lo han condenado con frecuencia. Determinadas religiones consideran que la Homosexualidad y cualquier fetiche debería ser condenado y considerados pecados, ya que el sexo anal no permite la reproducción.
RENACIMIENTO - SIGLO XVII
En el siglo VI d.C. el Imperio Romano prohibió la homosexualidad por influencia religiosa, la Iglesia regulaba la frecuencia con la que un matrimonio debía tener sexo: las familias no podían hacerlo cuarenta días antes de Navidad, ocho días después a Pentecostés, los miércoles, viernes, domingos, las fiestas religiosas, los días de ayuno, cinco días antes de la Comunión y uno después, en total, unos ocho meses al año. .
Las leyes eran severas y de no acatarlas, el poder de la Iglesia era tanto que podías terminar en prisión. Ello favoreció el concubinato y la asistencia a prostíbulos. La homosexualidad femenina se llegó a permitir, a diferencia de la masculina, cuya práctica fue severamente reprimida. El sexo anal era considerado "contra natura" dado que, por tradición religiosa, era considerado como natural sólo aquello que tenía fines reproductivos.
Llama la atención que distintos países atribuían a sus vecinos esta práctica como si fuera algo ajeno y extraño: así los franceses hablaban del "vicio inglés" y los ingleses del "vicio francés", y los árabes del "vicio persa" y viceversa.
El dicho famoso de que los pactos con el demonio se sellaban con coito anal o beso en las nalgas, comenzó a circular por toda Europa, y aunque el Renacimiento llevó consigo un gran avance a la ciencia y un modo de vida más humano, el dicho permaneció. Sin embargo, el “pecado de tener relaciones por el lugar prohibido” dejó de ser castigado tan severamente, muchos lo utilizaban como método para conservar la virginidad y evitar embarazos. Autores como el Marqués de Sade, Bocaccio, Petronio o Chauser lo describieron en diferentes obras y así dejó de verse como antinatural para convertirse en un juego erótico.
ÉPOCA CONTEMPORÁNEA
Hoy no se acepta el término de “antinatural” ni el de “contranatura”, para las prácticas con penetración anal, viéndolas como un juego erótico o variante. En la actualidad, como dijimos, aún es un tabú, pero en el continente americano, especialmente en Brasil, el sexo anal es una práctica frecuente entre las jóvenes, para conservar la virginidad y evitar el embarazo. Asimismo, los movimientos juveniles de la década de 1960 y la transformación política y económica del momento, propiciaron la ruptura de la ortodoxia sexual impuesta por la religión. Se produce entonces la exaltación del erotismo, del amor libre y de la no represión. diferentes regiones el sexo anal es una práctica común.
Asimismo, los movimientos juveniles de la década de 1960 y la transformación política y económica del momento, propiciaron la ruptura de la ortodoxia sexual impuesta por la religión. Se produce entonces la exaltación del erotismo, del amor libre y de la no represión.
Sin embargo, todavía en los años 50 y 60, sociedades tan conservadoras como la norteamericana, quedaron conmocionadas con la aparición de diversos estudios sexo lógicos, tales como el Informe Kinsey y los de Masters y Johnson, donde una de cada dos mujeres se declara partidaria de la penetración anal.
Estos revelaban, entre otras cosas, el hecho de que en la sociedad se habían extendido ciertas prácticas sexuales como la felación o el sexo anal, prohibidos por la ley en algunos Estados. A pesar de las reacciones en contra, se implantó de forma progresiva un nuevo concepto de sexualidad y unas actitudes más permisivas al respecto, e incluso cierta promiscuidad en los años 80.
Pero la aparición del SIDA, como enfermedad de transmisión sexual, dio lugar a un nuevo enfoque en relación con las relaciones anales, tendente a recomendar la adopción de las precauciones necesarias, tales como el uso del preservativo o la realización del acto sexual exclusivamente con una pareja estable.
Numerosas parejas practican el sexo anal como "método anticonceptivo ", que es también una alternativa en el caso de reglas prolongadas o abundantes. Sin embargo, existen riesgos de embarazo: el esperma que sale del ano puede deslizarse hacia la vagina, sobre todo en la posición del perrito o a cuatro patas.
Pero los planteamientos sobre sexualidad varían enormemente en función de las diversas culturas, sociedades y religiones, y aunque en muchos lugares se ha conseguido eliminar la mayoría de los tabúes existentes e implantar una formación en materia sexual, todavía hay países en los que queda un largo camino por recorrer, para considerar la sexualidad humana en todas sus dimensiones.
Según el “Journal of Sexual Medicine“, al menos el 20% de las mujeres entre 18 y 19 años han experimentado este tipo de relación al menos una vez en su vida, mientras que el 40% de entre 20 y 24 años admitieron haber sido convencidas por sus novios para probarlo. En cuanto a los hombres, el 11% de entre 20 y 24 años ha sido penetrado cuando en 1992 sólo el 2% de ellos aceptaron algo parecido. ¿Tú lo aceptarías?
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