Esta es la historia de El Sexto, el grafitero cubano arrestado por pintar sus ideas
El pintor y grafitero cubano Danilo Maldonado, más conocido como El Sexto, se encuentra en la prisión de Valle Grande en las afueras de La Habana desde el pasado 26 de noviembre. El artista fue arrestado por hacer un grafiti que decía “Se fue” estampado con su firma en la pared del icónico edificio del Hotel Habana Libre en la céntrica avenida La Rampa.
El grafiti fue dedicado a la muerte de Fidel Castro la noche anterior a su arresto. Desde entonces, El Sexto se encuentra arrestado por maltrato a la propiedad, un delito que en Cuba se paga con una multa de entre 100 y 200 pesos. Sin embargo, el joven ha permanecido en prisión desde entonces y, según han dicho las autoridades, podría permanecer en prisión hasta dos meses.
Hace apenas unos días, El Sexto filtró desde la cárcel una carta donde se refiere a su lucha personal, la situación en que se encuentra el pueblo de Cuba y la muerte de Castro.
“Tengo la edad de Cristo cuando fue apedreado y crucificado por el pueblo que llenó de sabiduría. Yo no he asaltado ningún cuartel. Tampoco tenía empuñado un fusil. Yo tengo pluma, papel y spray.”
El Sexto es una de las voces disidentes del medio artístico con más resonancia dentro y fuera de la isla. En abril de este año, el artista plástico recibió el premio Václav Havel que otorga la Oslo Freedom Forum a las voces que se alzan de forma creativa por la libertad de expresión, la cual lleva el nombre del escritor que fue preso de conciencia en Checoslovaquia a finales de los 80.
El reconocimiento le fue otorgado mientras el artista estaba en prisión. En aquella ocasión, El Sexto pasó 10 meses encarcelado sin cargos oficiales ni juicio. Maldonado trató de llevar a cabo la tradición cubana del puerco encebado en el medio del Parque Central, la cual consiste en atrapar a mano limpia un cerdo empapado en aceite. El único detalle que hizo el “juego” ilegal es que los dos cerdos que se iban a utilizar llevaban pintados con pigmento fluorescente los nombres de Fidel y Raúl. El Sexto se inspiró en el filme distópico contra el régimen de Stalin del cineasta George Orwell titulado Animal Farm. En el filme, uno de los cerdos hace todo lo que su hermano mayor piensa y ordena.
Pero su activismo a través del arte comenzó mucho antes. Maldonado esbozó su primera obra a los 9 años de edad. Se trató de un dibujo de Fidel Castro en su emblemático uniforme verde oliva pero con la cara de un mono. A los 25 decidió que el grafiti sería su forma de extender su arte hacia las paredes en las calles de La Habana. Desde entonces su expresión se reparte entre la pintura y el arte urbano.
Maldonado decidió apodarse El Sexto como una forma irónica de retozar con las negociaciones entre estados Unidos y Cuba en el 2014 para liberar a los “5 héroes presos en el imperio”.
El Sexto también lleva impreso en su cuerpo la resistencia pacífica. Hace algunos años, las autoridades le rompieron una camiseta con el rostro de la opositora muerta en prisión, Laura Pollán. El artista plástico decidió entonces tatuarse el rostro de Pollán en su pecho. A este tatuaje le sucedió otro en la espalda con el rostro de Oswaldo Payá, opositor eliminado por el régimen en 2012.
El futuro de El Sexto depende de lo que decidan hacer las autoridades cubanas con su actual estatus como detenido. Por el momento, se ha reportado que el artista ha decidido no comer alimento alguno mientras esté en prisión. Según ha dicho Maldonado, esto se debe a que le estaban suministrando sedantes a través de los alimentos para que dejara de gritar “Abajo Fidel y abajo Raúl”.
Como él mismo dice en el siguiente vídeo, “Tienes que creer en tus sueños hasta el final.”