Zoé Valdés desde su solar y por escrito ataca al cantante Manolín - Cuba Eterna

"Algo hay que hacer, pero vamos a hacerlo bien"

Por Manuel Gonzalez

Yo defiendo principios, no defiendo a ningún artista de Cuba, no vale la pena, porque ellos mismos me lo han demostrado, son muy egoístas, inconscientes, indolentes y cobardes.
No les importa Cuba, ni los cubanos, ni el exilio, ni los que mueren en el mar, ni las damas de blanco, inclusive, que es el colmo, no les importa, ni sus propios colegas musicos de Miami, no les importa, si nos permiten tocar en Cuba o si no, no les importa nada.

Son incapaces de alzar su voz para ser recíprocos, más bien están encantados de que solo ellos puedan hacer las dos cosas y hasta se ríen de nosotros, increíble, pero cierto.

Están súper encantados de esta situación que solo los favorece a ellos, son unos hipócritas y unos egoístas, desde Gente de Zona hasta todos, traidores de su propia gente, los conozco a todos, y mientras no rectifiquen esa actitud, no pueden contar más conmigo, pues ellos mismos me han demostrado que no vale la pena y mira que le hemos dado todo el tiempo del mundo para que lo demostrasen.

Pero eso sí, al mismo tiempo digo que aquí en Miami no podemos caer en actitudes que nos desacreditan y nos desmoralizan. El exilio, como siempre se ha sabido con la razón, nunca ha cuidado su imagen y eso no es bueno, porque hacer lo mismo que Fidel, es ir en contra de nuestros principios de libertad , es ir en contra de lo que defendemos.

En lo que sí estoy de acuerdo es, en que hay que hacer algo porque ya ha pasado suficiente tiempo y el gobierno de Cuba no da pasos en ese sentido y los artistas de allá han demostrado no tener valores ni principios, solo les interesa el dinero, única y exclusivamente y descaradamente, el dinero.

Evitan hasta cantar con artistas cubanos del exilio para no buscarse problemas en Cuba, y aquí en Miami es donde más dinero ganan , se llevan de todo tipo de cosas y cuando llegan a Cuba los muy descarados dicen:

Venimos de una gira por EEUU y mencionan a todos los lugares menos a Miani, por cobardes y falsos que son.

Aquí en Miami podemos hacer varias cosas, por ejemplo, podemos hacer conciencia al público de Miami que no los apoye para que tengan que dejar de venir por falta de público.

O, escribir y recoger firmas y pedir que no dejen cantar a ningún artista de Cuba en 'Miami, hasta que los artistas de aquí, puedan hacer lo mismo allá libremente. Exactamente como ellos lo hacen aquí.

Repito, yo no defiendo a ninguno, pues me han demostrado ellos mismos que ninguno vale la pena, yo defiendo principios, hay que hacer las cosas bien.

No podemos perseguir ni señalar al que opina, o al que piensa diferente y premiar al que calla y se esconde y lleva doble vida, porque eso es reprimir la libre expresión y estimular la hipocresía y la doble cara, y también porque da la impresión de estar haciendo lo mismo que allá.

Yo siempre los he defendido y soy partidario del puente, pero un puente tiene dos direcciones, y este tiene una sola dirección. Los artistas cubanos dirán si lo quieren como debe ser, pues que alcen la voz.

Y si no hay valor, pues tengan vergüenza y no vengan más, no esperen a que los boten de aquí.

No se, algo hay que hacer, pero vamos a hacerlo bien.

Manolin

6 de enero a las 20:25 ·

Zoé Valdés:

Sin salsa, pero con la chusmería de un solar habanero

le responde al cubanaso y buen cantante Manolín el Médico de la Salsa

APLASTADO POR SU PROPIA BOLA.

Por Zoé Valdés
Manolín, el médico de la salsa, lleva algún tiempo creyéndose que es escritor, no lo es, pero él se lo cree y persiste aunque el mundo le niegue toda la razón. Como también se cree músico, y hasta médico, y tampoco es ninguna de las dos cosas, se haya graduado de lo que sea. Manolín, según advierto, fue descubierto por unos europeos, franceses para más INRI, y como mismo lo descubrieron lo soltaron, al percibir ellos a su vez que tras una canción de relativo éxito no había más que un humo más espeso que aquella niebla que inundó Londres en 1952. Manolín cayó en picada y a la deriva, después de haber bailado -es un decir- hasta el hartazgo encima de su bola, quedó al campo aplastado por esa misma bola.

Reapareció entonces en Miami, esa ciudad tan piadosa, siempre maltratada de mafiosa por los mismos con los que ella se apiada. Yo estaba en la casa de una amiga en Miami la noche en la que Manolín llegó por la frontera mexicana, y de ahí a casa de esa misma amiga. Lucía suave, fresco y bajito de sal, protestó enseguida porque su mujer se había quedado rezagada (si, yo tengo buena memoria). Sin una gota de sudor que delatara un enorme esfuerzo. Alguien había pagado por su "traslado", me anunciaron. Manolín llegó a Miami y Miami como siempre lo recibió con los brazos abiertos, incluso cuando quedó claro desde el inicio que Manolín no era un exiliado ni un perseguido político, más bien un medicucho en su salsa. Craso error.

De un tiempo a esta parte, Manolín escribe cartas llenas de incongruencias y de llanticos melodramáticos, muy pajaritos para ser más exacta. Perdón, rectifico, porque tengo amigos pajaritos que jamás han llorado como llora este pedazo de chernona engreída que se cree intelectual. Sí, pajaritos que estuvieron presos en la UMAP, pajaritos que atravesaron el Estrecho de la Florida, pajaritos que han escrito tremendos libros encojonaísimos en contra del castrismo, y ahí están, en Miami, trabajando en lo que les toque, como trabajó hasta el último día de su vida Lorenzo García Vega, una de las grandes figuras del Grupo Orígenes, y trabajaron Carlos Victoria, Reinaldo Bragado (muy hombres ellos), entre otros que hoy están vivos y siguen trabajando en su obra y ganándose la vida. Sí, porque esos que mencioné por sus nombres ya están muertos, y nadie les dio nunca una explicación, ni recibieron una disculpa, ni les dedicaron una canción, ni les escribieron cartas defendiéndolos, o al menos reconociéndolos.

Manolín vomita en su última misiva una defensa abierta y asquerosa de los esbirros del castrismo que se aparecen en Miami a cobrar por las basuras de mamarrachadas que ellos llaman conciertos. Nadie los conoce en el mundo, no tienen carrera internacional, salen de los remates del castrismo a cobrar por su pendejada baratucha en locales más que extrañitos, pero ahí están locos por el verde, y no precisamente el verdeolivo, aunque de vez en cuando también. Manolín insulta al exilio ya desde el título de su teledirigida cartica, alegando que el exilio juega a ser como Fidel Castro. Nada más que por ese insulto, el exilio en masa, larga cola mediante, debiera sonarle unas buenas patadas por las nalgas a este imbécil que se cree la última Coca Cola del desierto cuando ni siquiera es la última chancleta envuelta en huevo que tocó por una casilla de la libreta de racionamiento.

Todavía no he leído una carta de Manolín dirigida en contra de esos esbirros que como recuerda Alex S Gonzalez en su reciente video firmaron cartas en contra de los presos de la Primavera Negra del 2003 y exigieron paredón para los tres jóvenes negros que pretendían huir de la tiranía arriesgando sus vidas en el mar. Pero Manolín no puede hacer esa carta justa, porque Manolín se encuentra en lo que él cree que es un equilibrio y no es más que el filo de su nocivo escupitajo oportunista y mediocre. Manolín no atravesó el mar en una balsa. A Manolín lo catapultaron con salsita podrida y todo en primera clase hacia Miami.

¿Qué le importa al exilio que este insípido nalguifricandeloso nos acuse con sus mentiras de lo que a él se le ocurra con ese cerebro de chorlito que no produce una canción desde el machadato, si sabemos que es una mentira como todas las que soltó su Comediante en Jefe, su modelo y maestro? Nada, no nos debe importar ni un milímetro en lo más mínimo lo que él diga o escriba.

Lo que el exilio de Miami está haciendo ahora, unido, no es para que Manolín lo apruebe o no, es para que el mundo lo respete de nuevo y lo apruebe y lo apoye. Como dijo ayer Ariane González ¡Make Miami Great Again! De eso se trata. Y Manolín y un pedo perdido en un baile es lo mismo.

Manolín no es ni músico del exilio y se quiere vender como que tampoco es músico de la tiranía, aspira él a ir por libre. Qué pena me da su caso, qué risa, más bien. Manolín es el clásico cambiacasaca de los que tanto hubo en todas las guerras. Y esto es una guerra. Óyelo bien, esto es una guerra en contra del castrocomunismo y sus secuaces donde no hay espacio para vacilantes ni vaciladores.

Todavía no he leído, ni la leeré seguramente, una carta vomitada por esa "excelsa" "pluma" "manierée" de Manolín defendiendo a los numerosos artistas y escritores cubanos a los que el castrismo prohibe entrar en su país, y mucho menos actuar y publicar en su tierra. ¿Quieren saber algo? No me importa en lo más mínimo.

Para terminar, espero que esa epístola del señor salsero medicamentoso sea ampliamente recompensada con cientos de conciertos programados en el Protestódromo, allí donde a él probablemente empiecen a darle cobertura a falta de buenos músicos, todos exiliados, pipa de ron barato a granel mediante. Porque para oír a Manolín hay primero que curdearse a matarse, y si es con guafarina partepescuezo mejor.

Tienen suerte los esbirros estos de que Estados Unidos sea un país de leyes, y por una parte de eso se aprovechan, de las leyes que también los benefician y encubren hasta cierto punto, y contra las cuales berrean ellos en los escenarios impuestos por quienes les han impedido vivir dentro de la legalidad de una sociedad que pudo haber sido de las más desarrolladas. Alguna ley existirá en Estados Unidos que impida que los representantes de los genocidas vengan a esquilmar el dinero de los contribuyentes para brindarle oxígeno a una dictadura de 58 años. Y si esa ley no existe habrá que inventarla.

Zoé Valdés

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Manolín a Zoé Valdés:

'Qué más quisiera yo que ser comunista'

Por Manuel Gonzalez

A: Zoe Valdes:

Hola Zoe, como estás ?
Un poco contrariada y stresada me imagino.

Cuando me dijeron que habías hecho un escrito muy crítico sobre mi, te confieso que hasta me emocioné.
Pero, cuando lo leí, que decepción me lleve, no era sobre mi, ni conmigo ... y del lenguaje, mejor ni hablar.

Y aunque es fácilmente palpable que lo hiciste con marcada intención de ofenderme y denigrarme, no me sentí aludido en ningún momento, pues te repito, tu escrito no es de mi, ni es conmigo, nada que ver.
Mas bien, me dio pena por ti, pues logras todo lo contrario, ese escrito habla muy mal de ti, como persona, como mujer y como escritora.

Te juro que no es mi intención ofenderte, pero no pretenderás que yo tome en serio esa barbaridad, como dice mi amigo Japi: ese "desaguacatamiento" tuyo.
De verdad que no es mi intención ofenderte, pero no puedo dejar de decirte, que yo no sabía que tú estabas tan loca, yo tenía otra opinión de ti.

Tal vez te creaste una historia en tu cabeza, no se. Ya sabemos la locura que tenemos los seres humanos y lo fantasioso y creativos que somos los artistas y creo que tú lo eres.

Pero bueno, no seré oportunista, cualquiera tiene un mal día, yo también los he tenido.

Tu carta es incontestable, no suelo responder semejantes locuras, pero como me gusta escribir, aprovechare para darte algunas informaciones, pues creo estas falta de ellas ..... y de muchas cosas más.

Zoe, yo no vine a USA por la frontera como dices. Yo llegue a USA en avión por Atlanta, vete al departamento de inmigración, eso lo sabe todo el mundo menos tú, como dice una amiga: Eso lo sabe hasta Berlusconi... jaja.

Zoe, yo no fui descubierto por ningún francés, de donde inventas eso ?
Cuando surgí me descubrió José Luis Cortés y me firmo una disquera española y desde siempre he hecho mis giras por Francia y por todo el mundo, con empresarios Italianos.

También dices en tu escrito que soy comunista .. y vuelves a equivocarte.

Que más quisiera yo que ser comunista, es ese precisamente mi problemita, por eso llevo 16 años pagando biles y taxes en USA, porque no he podido ser comunista, que más quisiera yo, estuviera viviendo en una mansión en la Habana, allá en miramar diciendo viva Fidel y al mismo tiempo, tocando en Cuba y en Miami, y ganando miles y miles de dólares, exactamente igual a lo que están haciendo todos, pero como no soy comunista, aquí me ves, pagando biles y taxes en USA, es lo que nos toca a los "gusanos".

Zoe, anota ahí:

No existe en este exilio de Miami, un artista que se haya enfrentado, criticado y que haya desafiado más a los Castro y al gobierno cubano desde dentro de Cuba, que este humilde servidor:

Ni los Estefan, ni Willy Chirino, ni mi gran amigo Amaury Gutiérrez, ni mi amiga Albita, ni nadie, y no desde Miami, desde dentro de Cuba. Antes de irme de Cuba y hace un par de años fui hasta allá y lo volví a hacer.
Ni tampoco hay en Miami un artista que haya renunciado a tantos privilegios en Cuba, como lo he hecho yo, por mis principios. Averigua camina la Habana, pues lo tuyo debe ser más ignorancia que otras cosas, aunque también en tu escrito dejas ver otras cosas.

Zoe, terrible como eres y me imagino que intentando echar por tierra todo mi impecable historial de macho.. jaja ... dices en tu escrito que soy "maricon"... y también te equivocas.
Como dice Sabina, no tengo esa virtud.
Mi gran debilidad siempre ha sido la belleza femenina y permíteme alardear un poco en este tema.

Has conocido o has visto alguna foto de las mujeres de mi vida ?
He tenido las hembras más bellas de este mundo ... y las sigo teniendo, sigo arriba de la bola.... jaja.

"Tengo una guapería musical, que te pongo a bailar, en una cuarta e' tierra
Tengo una sabrosura natural, que te pongo a gozar, aunque tú no lo quieras
Y te emborracho más que el ron
Y te caliento más que el vino
Porque fui yo, el que invento el vacilon y el orgasmo femenino".. jaja.

Zoe, dice una amiga mía de Boston, que los cubanos somos muy cómicos, que nos pasamos la vida criticando a Fidel y somos igualitos a él.
Dice ella, que los cubanos no sabemos decir: No estoy de acuerdo, discrepo, tengo otra opinión, que va, nada de eso, dice que lo de nosotros los cubanos es a lo Fidel: Que se vaya la escoria ... jaja.

Y leyendo tu escrito me acorde de ella, porque se nota que llevas a Fidel en tus entrañas. Eres soberbia, intolerante, y dicen los que lo conocieron, que Fidel era muy mal hablado, pues más te pareces a él, no te quiero ver con poder.

Así que, solo por dar mi opinión crítica y que además, siempre la doy, tu dices que "el exilio debiera darme dos patadas, no se por donde y botarme de aquí"

Zoe, bájate de esa nube, en que mundo tú vives ?

Porque hasta donde yo sé, tú llevas unos cuantos años viviendo fuera de Cuba y me pregunto:

Como se puede llevar tanto tiempo viviendo en democracia, presumir de ser una intelectual y tener un pensamiento tan primitivo ?

Esa actitud tuya es muy de Fidel, no se podía hablar de él, porque el solo se creía Cuba.
Zoe, tú tienes todo el derecho de criticarme, ojalá lo hicieras bien. Como yo también tengo todo el derecho de hablar y criticar al exilio y todo lo que crea no es correcto. Yo también soy el exilio, llevo más de 16 años aquí.

En fin, solo se me ocurre celebrar tu gran talento para la ciencia ficción y el horror.

Debo reconocer la única verdad que dices en tu escrito, cuando dices: Que yo me creo escritor y no lo soy".
Ahí sí tienes toda razón, y se me ocurre que debiera darte las gracias, pues siendo tú una escritora reconocida, leyendo tu escrito, por primera vez en la vida me sentí buen escritor.. jaja.

Zoe, cuando andes por Miami, o te enteres que ando por Francia, vete a un concierto mío, que te voy a poner a gozar.

Lo que dios te da, nadie te lo quita. Siempre arriba de la bola y sigo siendo el rey, si te gusta bien y si no también.

No tengo nada contra ti, ya se me olvido tu escrito, ojalá se te pase.

Saludos Zoe.

Manolin.

Fuente Facebook

Cubanet · Nueva York
Es una verguenza que una gran escritora, que pudieramos decir que orgullo de los cubanos en el éxilio, una maestra de la pluma, dedique tanto tiempo a ofender y menospreciar a un músico cubano y ademas buen cantante, que esta en todo su derecho a escribir lo que piensa..

Si a ella no le gustan los hombres, cosa que no se, ni me interesa, si a ella no le gusta Manolín como cantante y persona, .. ella también esta en su derecho y es su problema, pero 'No' juzgue, ya que nadie esta limpio de pecado, yo se que para usted una profesional de la escritura, le resulta facil, ópinar y hablar de política, así a ganado prestijio y dinero en su éxilio en Francia ..de eso vive, de sus libros y de ser anticastrista ...pero recuerde que todos salimos de Cuba para vivir en libertad,.. libertad de palabra, movimiento y de pensamiento, cosa que se nos negó en nuestro país y ahora en tierra de libertad, muchos son más Papista que el Papa, se creen tener toda la verdad, protestan, gritan y votan por cualquiera que les prometa que va a tumbar el régimen de Castro, el cual como todos sabemos es una dictadura que dura más de 55 años,,,, pero cuándo vivián en la isla cárcel andaban con el rabo entre las piernas, no reclamaron sus derechos en alta voz, eramos todos corderos obedientes, para no vernos en problemas..la doble cara, la doble vida que todavía persiste allá y qué unos más, otros menos practicamos, aúnque no lo reconozcan. Mientras sigamos pensando como un dictador, núnca podremos alcanzar el sueño de ver a Cuba libre..No dividas y venceras... Tolerancia y respeto es lo más importante para vivir bien.. Zoé Valdez vive tú vida y deja a los demás que vivan la suya.

La escritora Zoé Valdés

Pugilato en Miami

Lamentablemente y penoso, Zoé Valdés vuelve a responder a Manolín el Médico de la Salsa

Francisco Almagro Domínguez | La Habana | Diario de Cuba

Para el próximo sábado está anunciada la pelea entre el cubano Erislandy Lara y el excampeón Yuri Foreman en el emblemático Hialeah Park Racing & Casino, de Miami.

Para quienes no lo recuerdan o eran muy jóvenes, Lara y Guillermo Rigondeaux protagonizaron un aquelarre durante los juegos Panamericanos en Brasil 2007. Ambos fueron dados como "desertores", luego aparecieron en una playa carioca, y finalmente fueron devueltos a Cuba, al parecer con una sanción por "indisciplina". Después, como si se tratara de una novela, estos dos estelares boxeadores —Lara un campeón nacional amateur y "Rigo" un estilista dos veces campeón olímpico y mundial— lograron llegar a la Florida y hacerse imbatibles pugilistas en el profesionalismo.

Lo interesante es que los boxeadores cubanos, como los peloteros, son la joya de la corona deportiva nacional; se les cuida y vigila como a pocos. Lo curioso, además, es que hasta hace muy poco la llamada deserción en esta especialidad era cosa rara. Lo contradictorio era que, tras alcanzar las medallas, se las dedicaban a uno sabe quién, y al poco tiempo aparecían en Miami, Berlín o Las Vegas; esos mismos aduladores estaban discutiendo una faja profesional como si no hubieran hecho ni dicho nada. Personalmente no recuerdo a Rigondeaux, Lara u otro boxeador "excubano" quejándose del régimen o despotricando contra los maestros de todos, Alcides Sagarra o Servelio Fuentes. ¿Tendrían que hacerlo? Es una pregunta para la cual no tengo respuesta cierta ni única.

Por esa misma razón, porque cada cual tiene una, varias o encontradas opiniones, Miami es una ciudad compleja y convulsa a donde va a parar el que fue comunista y el que todavía lo es, el que defendió a Fulgencio Batista y el que lo enfrentó pero después luchó contra Fidel Castro, y en el exilio tuvo que compartir con el mismo policía que lo arrestó y torturó.

A veces se tiene la sensación de que el círculo perverso víctima-victimario-víctima no tendrá fin. La convivencia entre acusados y acusadores no ha sido, y parece que no seguirá siendo fácil. Ese es el Miami nuestro. Es el Miami donde vivió el comandante Huber Matos, quien cumplió 20 años de cárcel por negarse a bajar la cabeza, pero a quien también endilgan varios fusilamientos de inocentes en su etapa de jefe del ejército en Camagüey.

El último pugilato comenzó poco antes de que terminara el año y no entre boxeadores, sino entre artistas. Debo ahorrar los detalles iniciales porque carecen de valor axiomático, o para decirlo en lenguaje claro, nada aportan a la búsqueda de la verdad y el entendimiento. Lo cierto es que la escalada de acusaciones e insultos han ido subiendo de tono, y en las últimas horas se han incorporado otros contendientes cuando la "cartelera" parecía cerrada.

Esta vez han sido un músico de glorioso pasado en Cuba, más reconocido por sus apariciones y desapariciones mediáticas a ambos lados del Estrecho de la Florida, y una novelista cubana de obra que muchos creen prescindible, y cuya respuesta al músico parece escrita por un carretonero, con perdón de quienes arrean los burros.

Lo interesante de estos últimos intercambios-upercuts es que tanto el músico como la escritora fueron comprometidos adláteres del régimen, jamás cumplieron un día de cárcel o un castigo cruel, y no se les vigilaba para nada. Lo curioso es que el músico tuvo su tiempo de fama en la Isla, una presentación suya había que pagarla en dólares y con par de temas fue, efectivamente, vecino del exclusivo barrio de La Sierra, en Playa. La escritora, como bien se sabe, fue una protegida del zar del cine cubano, y gozó de absoluta confianza de parte de los comisarios culturales del régimen. Ambos emigraron cómodamente sentados en un avión, y en esta ciudad se les perdonó y se les ha publicado todo, como debe ser siempre que no haya sangre por medio.

Lo doloroso no es que ambos contiendan, y se den duro, porque ese es su derecho, el de equivocarse, rectificar, expresarse sin miedo, enfrentar las ideas del otro con argumentos, con evidencias. Lo contradictorio es que se acusen de lo que fueron o simularon ser. Y lo hagan en un tono subido, procaz, irrespetuoso, que nada tiene que ver con la cultura de donde venimos. Poco favor nos hacen. La polémica y el disenso de altos quilates ennoblecen, y no deben envilecer aún más a los cubanos de todo signo ideológico o religioso, que ya bastante tienen con medio siglo de vulgaridades.

Cuando Erislandy Lara suba al ring este sábado, millones de cubanos estarán pendientes de la pelea. Al final, le dará la mano al contrario después de haberse dado golpes duros, casi mortales. Si noquea a Foreman, él o su esquina estarán al tanto del daño ajeno. Es la regla del boxeo. Es un deporte. No es personal. No es solo para salir en los noticiarios o promocionar una novela, un disco. Es para disfrute de la afición. Para gente que merece respeto y ve en la confrontación fraterna una forma de crecimiento humano, de madurez psicológica, de reconciliación aun cuando la sangre y el dolor hayan sido el vehículo para el mensaje.

Tenemos un combate por delante, que es recuperar una patria feliz y reconciliada, donde quepamos todos. ¿Por que quienes se llaman intelectuales y artistas cubanos no pueden hacer lo mismo que hace los deportistas? ¿Acaso se consideraran más inteligentes? Es una pregunta para cual sigo sin tener respuesta cierta, única.

Fuente Diario de Cuba

Lamentablemente y penoso, Zoé Valdés vuelve a responder a Manolín el Médico de la Salsa
A continuación, reproducimos la más reciente “respuesta” de Zoé Valdés a Manolín.

Dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces. Es archiconocido que los más grandes jebosos de Aquella Isleta resultaron ser al final los más grandes Cherno-viles. No se puede estar tanto tiempo encaramado encima de una superficie redondeada y saltarina, terminación fálica, y removiéndose de gusto sin que se te remoje de placer el nalguifricandeloso fambeco.

Cualquiera hubiera podido imaginar que iría a citar a Amado Nervo, o en último de los casos a José Ángel Buesa (con perdón de ambos), pero no, se cita a sí mismo, y la estrofa no puede ser más calamitosa y desajustada. Nunca ha sabido rimar.

El grosero por excelencia acusa de groseros a los demás. Él, que alcanzó un mínimo éxito por berrear groserías e insultos a un exilio digno, ya en aquella otra estrofa inducida (desde el Comité Central y el PCC) y reiterativa, en la que aseguraba que el que se iba perdía y que el que se quedaba era el rey.

Ni se quedó ni se fue. Limbo propio de bufones.

Bufón. Bufón de bufones, ni siquiera del Rey.

Bah, timberito de lo que trajo el barco, que no sabe rimar, pero sí remar -es un decir- al ritmo de los latigazos esclavistas del oportunismo y la trepadera.

Zoé Valdés.