El blog ciudadanos de Nueva York trazaron un perfil del hombre que intentaba “dejar” de ser gay
Amamos a los seres humanos de Nueva York , especialmente cuando cuentan con una historia LGBT que realmente habla a nuestra comunidad. El fotógrafo Brandon Stanton es el hombre detrás del blog y el libro. Presentó la lucha desgarradora de este hombre gay de llegar a un acuerdo con su sexualidad mientras trataba de mantener su relación con Dios.
En el título para la fotografía en la nieve, el hombre cuenta una historia que mucha gente en nuestra comunidad sabe muy bien. "Si pudiera haber tomado una píldora, lo habría hecho", dice. "Me uní al ministerio. Me casé. Le dije a mi esposa que había tenido experiencias con hombres, nos convencimos de que yo podía elegir ser diferente. Quería ser normal, yo quería niños. Pensé que era sólo una cuestión de compromiso y tiempo".
Lo que hizo fue intentar la terapia de conversión gay, que todos sabemos tiene efectos perjudiciales en las personas que están sujetas a ella. Unicorn Booty's Daniel Villareal escribió: "Casi todas las asociaciones psicológicas estadounidenses llaman a la terapia de conversión dañina. La mayoría de los Estados en el país prohiben la así llamada “curación gay” para los niño,. pero para los adultos a pesar del apoyo del presidente Obama a una prohibición a nivel nacional, tal práctica desafortunadamente todavía existe.
Brandon Stanton - Humans of New York, que es dirigido por Brandon Stanton, publica imágenes diarias de la gente corriente alrededor de Nueva York – y atrae a un gran número de seguidores en Internet. Una foto del blog se volvió viral esta semana. En ella había un hombre que se sinceró sobre su relación con la fe y la sexualidad. “Les llamo “clobber verses”. Los hay seis. Son los versículos que ofenden a las personas gay,” cuenta el hombre. “Lo curioso es que nunca me sentí presionado por Dios, sólo por sus seguidores. Pero yo quería desesperadamente que Dios me cambiase, no quería ser parte de este grupo.
Así que empecé a rezar a los veinte años para que Dios me hiciera heterosexual. Si pudiera haber tomado alguna pastilla, lo habría hecho. Empecé a trabajar en el ministerio.
“Quería ser normal, quería tener hijos, pensé que era sólo una cuestión de compromiso y tiempo, incluso llegue a tomar clases de terapia de conversión reparativa gay– sólo para mostrarle que lo quería en serio.
Me trataban de enseñar que homosexualidad no era real, me dijeron que esto me pasaba solamente porque tenía una madre autoritaria. Pero no pude cambiarme.
Seguía equivocándome, no podia dar a mi mujer lo que necesitaba al final mi matrimonio se acabo,” él siguió, “Intentaba tantas cosas, pero nada funcionó, no quería formar parte de un grupo con tanta vergüenza para la familia.. Me enojé con Dios por no haber cumplido su parte del trato.
Pero depués de algún tiempo finalmente me di cuenta por qué [Dios] no me cambiaría. Él nunca sentía que era necesario mi cambio”.
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