Reacciones:
El único responsable de todos los cubanos que están regados por el mundo es el régimen cubano
Los cubanos deben ver que no queda
otra opción que defender sus derechos dentro de Cuba
Manuel Cuesta Morúa, portavoz del Partido Arco Progresista:
Apoyo el paso dado por el Gobierno de los Estados Unidos de ponerle fin a la política de 'pies secos/ pies mojados' porque con eso terminan años de dramatismo humano en el Estrecho de la Florida y la zozobra de las familias cubanas, sobre todo las madres, que han vivido pensando en el hecho de que sus hijos se pudieran aventurar a lo que, si tienen éxito en llegar a las costas de Estados Unidos, yo califico como suicidio fallido.
Esa política no beneficiaba a la familia cubana y en esa dirección me parece positivo. Es controversial porque Obama la aplica ya al final de su mandato, pero en todo caso es beneficioso para la calma y la tranquilidad de la familia cubana. Soy partidario de que la emigración sea segura y de que los cubanos pueda llegar a Estados Unidos sin arriesgar sus vidas.
Han fallecido muchos cubanos y eso comprende a niños, jóvenes básicamente, mujeres, personas de la tercera edad… no hay discriminación en el mar.
Es evidente que esto pondrá mucha más presión a la olla de Cuba. Los que deciden emigrar son personas que ya mentalmente están preparadas para otra cosa, para otra vida, otros espacios que no encuentran en la Isla.
Que ya no puedan irse pondrá más presión y, de alguna manera, podría obligar al Gobierno cubano a tomar más medidas internas que favorezcan el bienestar, las libertades de los cubanos, que es en definitiva lo que está en juego. Más allá de más o menos salarios, se trata de más libertades para tener más salario. Hay una relación entre medidas políticas y bienestar económico en Cuba muy estrecha.
La decisión de Obama obligaría al Gobierno cubano a imaginar una política de Estado, no una política de poder, que es lo que está haciendo ahora casi a la loca, sin rumbo ni sentido. No saben a dónde van. Saben lo que tienen que defender, pero no saben a dónde tienen que ir y es malo para un país que su élite dirigente no tenga rumbo.
El Gobierno tendría ahora que reflexionar sobre los pasos necesarios para que haya bienestar al interior del país y los cubanos no tengamos que emigrar, sobre todo de la manera que lo hemos hecho durante años.
Para los cubanos debe suponer ir pensando que el destino nuestro debemos construirlo nosotros aquí adentro y trabajar, que no hay salidas relativamente fáciles. Hay que empujar y hacer un sacrificio para buscar soluciones que sean realmente profundas, auténticas, nacionales y duraderas.
Este también es un momento de reflexión para la sociedad cubana. En todo caso, ayuda a que la gente piense mejor en qué debe hacer dentro del país para alcanzar el bienestar que necesitamos y estamos buscando.
José Daniel Ferrer, coordinador nacional de la Unión Patriótica de Cuba:
Después de tantos años los cubanos prefiriendo salir y arriesgar la vida buscando libertad, prosperidad y oportunidades en otras tierras antes que enfrentarse al régimen que nos oprime, ahora con este cambio muchos van a replantearse su situación, van a terminar siendo más responsables de su destino y el destino de la nación aquí dentro.
Esto va a hacer que muchas personas vean que no queda otra opción, que hay que luchar por la libertad, por los derechos, por el bienestar, por oportunidades aquí dentro de Cuba.
Siempre van a existir personas que van a preferir seguir arriesgando sus vidas en largas travesías en el mar y buscarán vivir en los Estados Unidos, aunque sea de manera ilegal. Es una posibilidad que también es real y más cuando el régimen de Raúl Castro se muestra cada día más represivo, no solo con la oposición de manera constante y creciente, también con cuentapropistas, con diferentes sectores de la población.
El Gobierno cubano de una manera bien hipócrita durante años ha estado pidiendo el fin, no solamente de la política de pies secos/pies mojados, también de la Ley de Ajuste Cubano, que es facultad del Congreso estadounidense derogarla, mantenerla o modificarla.
El régimen cubano sabe que esta ley le ha favorecido grandemente. Si bien ha favorecido a muchas familias cubanas también ha ayudado al régimen. Los cubanos que han salido del país siempre han estado mandando en mayor o menor medida dinero en remesas.
Durante años el Gobierno estado reclamando que se quite, pero sabe que ahora se empiezan a complicar las cosas al cerrarse la válvula de escape. El régimen castrista se ha beneficiado con los grandes éxodos como el de los balseros del 1994, el Mariel o Camarioca antes. Eso ha sido para la dictadura un gran alivio, el de perder a las personas más descontentas.
El régimen cubano si en algo gana ahora —tampoco pienso que gane mucho— es en que se acaba el programa de refugio para los médicos cubanos enviados al exterior.
La válvula de escape se cierra y estamos seguros de que una de las razones por las que últimamente la dictadura ha incrementado la represión es porque esto venía, porque tenían que anunciar este acuerdo al que han llegado con los Estados Unidos, acuerdo que a la vez pretenden presentar como victoria por sus tantos reclamos de cambiar estas leyes, pero que saben que va a traer problemas.
La represión es la única fórmula que tienen para tratar de paralizar o retardar manifestaciones de descontento de la población que ya no va a estar pensando en vender sus casas para echarse al mar o para viajar a un tercer país y atravesar territorios peligrosos.
Antonio G. Rodiles, coordinador del Foro por los Derechos y Libertades:
Creo que a estas alturas el régimen había creado un mecanismo para eliminar la presión interna dentro de la Isla, la presión social y sacarle provecho a esta política (migratoria) con el envío de remesas y los viajes constantes de cubanos a la Isla.
La forma en que se ha dado este paso coincide con toda la visión que ha tenido la Administración Obama de darle al régimen el carácter de un Gobierno legítimo.
Cuando escuché la declaración conjunta del régimen con la Administración me sorprendió escuchar los términos "respeto a los derechos humanos" como uno de los ejes que se suponía que llevaba detrás este cambio de política. Esto me parece lamentable, muy lamentable.
Ya era una política que había sido torcida y usada por el régimen a su favor. Tenemos que ver qué pasa con la presión interna. La situación dentro de la Isla es cada día más difícil. Muchos cubanos habían puesto como principal objetivo de su vida escapar o ahora esto cambia o quizás siguen escapando pero estarán en otras circunstancias en Estados Unidos.
Políticamente logran ser aceptados como un Gobierno legítimo. Eso es algo que ellos siempre han estado persiguiendo. Con la medida de ayer y, sobre todo, la forma en que se toma, logran eso. Pero por otra parte, pierden esa válvula de escape que han estado usando durante años para evitar la presión interna.
Creo que por una parte es positivo para ellos, pero por otra parte va a ser definitivamente negativo.
Va a tener un gran efecto. El objetivo principal del cubano se había convertido en escapar. Ahora lo seguirán haciendo, indudablemente, pero las situaciones van a ser un poco más difíciles. Eso traerá por consecuencia que el ciudadano cubano tenga que mirar hacia dentro de la Isla, que hacer.
La situación interna irá tornándose más tensa, más complicada en un escenario internacional donde el régimen se le han ido cerrando sus ingresos. Venezuela está en una situación crítica, Brasil se fue. El escenario regional es mucho más difícil. Un cambio de Administración estadounidense en los próximos días también. Todo esto hará para el régimen un escenario general bastante complicado.
Berta Soler, líder de las Damas de Blanco:
Siento mucho la situación en que quedan mis hermanos cubanos que están en terceros países queriendo llegar a Estados Unidos. A la gran mayoría los van a devolver a Cuba.
Después de darse el deshielo de relaciones entre ambos gobiernos, pensé que en algún momento esta política se derogaría, igual que puede suceder con la Ley de Ajuste Cubano, porque no tienen razón de existir.
Esta medida significa el cierre a la válvula de escape del régimen cubano, será una nueva carga. Muchos cubanos no protestaban dentro de Cuba y salían a Estados Unidos a buscar lo que no tenían aquí dentro. En este momento el régimen cubano, a pesar de que da a entender que está a favor de la medida, lo estará sintiendo.
Muchos cubanos que se han ido han perdido sus propiedades y tienen que regresar y no va a haber casas para darle a esas personas.
Es hora de que los cubanos busquen sus libertades, no en Estados Unidos, sino aquí, dentro de Cuba. Que le exijan al Gobierno cubano, que protesten. La gran mayoría de los cubanos que están fuera siempre han dicho "nos vamos por problemas económicos", pero lo cierto es que se van porque el sistema no funciona.
El régimen cubano decía que lo que el Gobierno de EEUU hacía era alentar la emigración riesgosa, culpaba a las leyes de Washington, pero lo cierto es que los cubanos han perdido su vida en el Estrecho de la Florida y en terrenos peligrosos para llegar a una tierra de libertad porque la política del Estado cubano no funciona. El único responsable de todos los cubanos que están regados por el mundo es el régimen cubano.
Cinco momentos claves de la migración:
Más de dos millones de ciudadanos de Cuba -que actualmente cuenta con 11,2 millones de habitantes-, migraron en el último medio siglo. Casi el 80% de ellos lo hicieron a Estados Unidos, y sobre todo a Florida, 150 km al norte de la isla.
Primeras oleadas
En los tres primeros años después de la Revolución cubana de 1959, casi 300.000 cubanos abandonan de la isla, en la mayoría de casos personas vinculadas con la extinta dictadura de Fulgencio Batista. En esta época, La Habana establece su sistema de permisos de salida indispensables para los candidatos a viajar, y confisca los bienes de los migrantes.
En los años siguientes, las nacionalizaciones y expropiaciones empujan a miles de cubanos al exilio.
Estados Unidos, deseoso de acoger a los candidatos a la emigración, adopta en 1966 la Ley de Ajuste Cubano, que ofrece facilidades de instalación a los inmigrantes de la isla. Según La Habana, esta ley incita a la emigración salvaje y peligrosa a través del estrecho de Florida, así como el tráfico de personas.
A la emigración "política" de la década de 1960 le sigue una emigración más "económica", de cubanos que huyen de un sistema que les confina a la supervivencia.
Crisis migratorias
En 1980 estalla una primera crisis, cuando 10.000 personas encuentran refugio en los jardines de la Embajada de Perú en su búsqueda del exilio. Fidel Castro abre el puerto de Mariel, 50 km al oeste de La Habana, a los barcos llegados de Florida.
Unas 125.000 personas logran llegar así a Estados Unidos. Fidel Castro aprovecha la ocasión para vaciar cárceles y hospitales psiquiátricos. Desde entonces, Cuba se niega a acoger a los miles de nacionales con antecedentes criminales que Estados Unidos quiere extraditar.
En 1994 se produce otro éxodo, cuando los "balseros" se lanzan al mar a bordo de cualquier embarcación precaria que pueden encontrar o fabricar. Unos 37.000 de ellos logran llegar a Estados Unidos, pero las difíciles condiciones de viaje también dejan miles de muertos y desaparecidos.
Nuevo flujo tras el deshielo
En 1995 se instaura la política de "pies secos y pies mojados", que permite a los migrantes cubanos que llegan a tierra firme estadounidense, aún sin ningún tipo de visa, permanecer y beneficiarse de mecanismos agilizados para obtener la residencia permanente; mientras que los que son interceptados en el mar son devueltos a su país. Esta política fue suspendida el jueves.
En 2013, una reforma migratoria cubana suaviza las condiciones de viaje y permite a numerosos cubanos transitar legalmente por terceros países, desde los que pueden llegar a la frontera estadounidense. Al mismo tiempo, las autoridades de Washington, admiten cada año a más de 20.000 cubanos.
Con la reanudación de las relaciones bilaterales iniciada a finales de 2014, se observa un aumento de las salidas, motivadas por el temor -justificado a la vista de la decisión de este jueves- de que se suprimieran los privilegios concedidos exclusivos a los migrantes cubanos en Estados Unidos.
Según el Pew Research Center, que cita datos oficiales estadounidenses, el número de migrantes cubanos que llegaron a Estados Unidos pasó de 24.278 en el año fiscal 2014, a 43.159 en 2015, y a 46.635 en los 10 primeros meses de 2016.