“Desaparece” un seminarista irlandés que,
supuestamente, agredió sexualmente a un señor de Grindr
El arzobispo de Irlanda manda a un seminarista a un monasterio en Italia al saber que era asiduo a Grindr.
Por Hidroboy
Ay, Grindr. Cuántas alegrías nos das. Y cuántos dramas también, no lo vamos a negar. Al abrir la app puedes encontrarte lo más maravilloso del mundo o lo peor de lo peor. Y te puedes encontrar también a un cura, que es un tipo de ser humano que no quiero colocar ni en una categoría ni en la otra. Todo el mundo tiene su público.
Si por alguna casualidad estabas hace un tiempo cerca del seminario más antiguo de Irlanda, el Saint Patrick’s College, puede que al encender Grindr te encontraras con alguno de los jóvenes y pizpiretos seminaristas buscando tema, fiesta, sesión, colocón y oración. Y es que se montó un escándalo considerable cuando el arzobispo, Diarmuid Martin, envió a varios curas-wannabe del seminario de Maynooth a Roma a curarles su “adicción” a Grindr.
Que aquello era un cachondeo, vamos. Ahora se ha sabido que uno de eso seminaristas era Michael Jack Byrne, un chico muy mono y muy filosófico que se anunciaba en Grindr como “versátil“, amante de las “conversaciones profundas” (no confundir con las “gargantas profundas“) y que decía disfrutar del “sexo sin ataduras de vez en cuando“. Además a Michael le gustaban los hombres “entre 50 y 90” años. Y aquí hemos de decir que el chico tuvo una gran idea al hacerse cura si lo que le ponen son los daddies.
Por lo visto en algún momento de 2015 Byrne quedó con un señor a través de Grindr después de chatear y pasarse fotos subiditas de tono y le invitó a pasar la noche en el seminario. El señor aceptó, estuvo un rato charlando con Byrne y, según parece, se quedó dormido. La parte delicada viene cuando el buen hombre se despierta y se encuentra a Byrne realizándole “actos sexuales no deseados“. Que a ver, no vamos a quitarle hierro a una agresión sexual (sí, chupársela a alguien que está dormido y no te ha dicho que se la puedes chupar si está dormido es una agresión sexual), pero tampoco entendemos muy bien para qué te metes en la cama de un seminarista después de intercambiar fotos guarras si no es para que te realice actos sexuales.
Sea como sea, si el señor dice que fue una agresión porque no fue consentido, pues fue una agresión. Y punto pelota.
Esta semana el hombre ha ido contárselo todo al arzobispo Martin. Según su historia, después del incidente comenzó a recibir mensajes amenazantes por parte del seminarista y tenía miedo de que hiciera pública su sexualidad. Al arzobispo no le hizo falta investigar mucho: Michael era el único estudiante que estaba en ese momento en el centro y además el hombre le enseñó una de las fotos del cura desnudo. (Propuesta para el seminario, nueva asignatura: Mandar fotos guarras sin que se te vea la cara).
Con todo esa información en su poder, el arzobispo decidió hacer desaparecer al seminarista.
No no, a ver, no se lo ha cargado. Por lo que parece lo ha mandado a Roma a que viva en un monasterio en el que, esperamos, no estén los otros seminaristas que ya envió allí el año pasado porque si se han juntado todos por favor, envíenos la dirección del monasterio que queremos rezar.
El arzobispo ha declarado al Irish Independent que, bajo su punto de vista, Michael Jack Byrne no es apto para el sacerdocio y fuentes cercanas aseguran que Martin estaba preocupado de que el chico, que acababa de tomar su voto de castidad, “pueda hacer esto otra vez en el futuro“. Martin, además, no quiere decir exactamente dónde está el joven cura, ni quiere dar más detalles sobre el tema; pero sí se ha asegurado de que el perfil de Byrne en Grindr esté más offline que el tuyo desde que te echaste novio.