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General: La ESCORIA de las cárceles cubanas
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: CUBA ETERNA  (Mensaje original) Enviado: 04/02/2017 17:42
SON esos presos CUBANOS que cometieron UN
“DELITO” en territorio nacional siendo RESIDENTES de otros PAÍSES
 
carcel-cubana.jpg (575×400)
La ‘escoria’ de las cárceles cubanas
                 Ángel Santiesteban | La Habana | Cubanet
Creo en Dios, y quizá sea ese credo el que me hace pensar que mi prisión sirvió para algo, que no pasé en vano tantos días, meses y años, encerrado. Por despreciar a esta cruel dictadura, por pensar diferente, fui aislado, y ese aislamiento consiguió que aquel escritor de ficciones derivara luego en un periodista que quería hablar de lo que no hacían esos otros periodistas que paga el gobierno. Ahora soy un  “presidiario” que hace visible, con su escritura, los desmanes que un gobierno despótico comete contra los cubanos que se le oponen, un periodista que vive orgulloso de estar bien lejos del discurso oficial.

No he podido dejar a un lado, ni siquiera por un segundo, esos días de encierro; y como desde esta “libertad” recuerdo esos instantes, pienso también en esos que aún están entre rejas por oponerse a un gobierno que trajo tanto dolor a los cubanos, lo mismo a quienes están en “libertad” que a los encerrados. Por eso defiendo y defenderé los derechos que deben disfrutar los reclusos, esos derechos que las autoridades intencionadamente olvidan. Porque recuerdo no me cansaré de denunciar.

Y es que en Cuba, en pleno siglo XXI, mientras el gobierno avanza en sus relaciones con los Estados Unidos de América, y anuncia que actualiza su modelo judicial, y hasta tiene el descaro de asegurar que sus presos disfrutan de gran respeto en cada una de las cárceles del país, yo hago una y otra denuncia. Porque la verdad es totalmente diferente, y cada vez se pisotea más el respeto que debían disfrutar esos hermanos presos en las cárceles de la isla, esas que el gobierno supone, descaradamente, cada vez más cercanas a los modelos del mundo moderno.

A veces recibo cartas de mis colegas de encierro, y de otros que ni siquiera miré alguna vez. En esas cartas siempre hay alguna línea que hace evidente lo terrible que son esos sitios, sobre todo para los presos que son catalogados como “Categoría especial”. ¿Y quiénes son esos presos que son llamados así: “Categoría especial?”. Esos no son otros que aquellos cubanos que cometieron un “delito” en territorio nacional cuando eran residentes de otros países.

En la cárcel de Toledo I, con una capacidad para 600 presos, existen 22 de esos que son clasificados con esa categoría discriminatoria, aun cuando los artículos 41 y 42 de la Constitución de la República de Cuba “protejan” el derecho a la igualdad de todos los cubanos; una flagrante violación. El precepto No. 7, de la Declaración Internacional de Derechos Humanos habla de lo repudiable que es esa discriminación que se produce por el simple hecho de ser residente en el exterior.

Colocados en un limbo jurídico donde no son ni cubanos ni extranjeros, se les aplica el reglamento penal solo en sus aspectos negativos. Los que así se clasifican se ven obligados, en casi el 99% de los casos, a extinguir la totalidad de la pena sin que se les permita acceder al beneficio de la Libertad Condicional.

Muchos de estos presos han pasado por diversos regímenes de reclusión, desde “máxima seguridad” hasta el de “mínima seguridad” (tercer grado penitenciario), pero aún así son mantenidos en prisión cerrada, lo que no se corresponde con las leyes del Estado para los reclusos en general, donde ningún acápite recoge tal grado de penitencia.

A ellos se les excluye de esas brigadas que laboran en el exterior del penal, esas en las que sus miembros perciben un salario “mejor”, si es que se compara con los pagos notablemente inferiores que reciben quienes trabajan dentro del penal; lo que impide que estos segregados puedan ayudar a sus familias y aliviarlos, al menos, en los gastos que se ven obligados a hacer por sus parientes presos.

Son muchos los que hoy se encuentran con la suspensión de permisos de salida al hogar, evitando así el acercamiento con sus familiares en Cuba, y también con el resto de los cubanos, lo que va en contra de la reinserción social establecida para las penas privativas de libertad, solo por el hecho de que esas leyes “revolucionarias” los han convertido en “apátridas”. Esos presos, olvidados por muchos, no son ni de “aquí”, ni de “allá”.

Esto se hace extensible a todos los que viven fuera de Cuba y que son procesados por delitos en Cuba, lo que hace que desde el inicio se les diferencie. Desde el comienzo conocerán esos hombres la exigencia del pago de grandes sumas de dólares para poder acceder a una infructuosa “defensa”, y también sabrán del trato discriminatorio en la prisión, donde se encuentran en un evidente aislamiento jurídico, donde no son escuchadas ni respondidas las quejas que estos hombres dirigen al gobierno. Ellos piden auxilio a los buenos cubanos, a esos que quieran, y puedan escucharlos, para que hagan algo a favor de la justicia.

Yo, desde estas líneas, reclamo el concurso de cada uno que las lea, reclamo a todas las comisiones de derechos humanos, a los hombres de buena voluntad, que exijamos juntos la liberación de estos cubanos que están en tierra de nadie y olvidados por casi todos. Estos hombres son víctimas de un régimen totalitario, y a nosotros nos corresponde hacer reclamos, gritar si es preciso, por la libertad de ellos.

        ACERCA DEL AUTOR
Ángel Santiesteban - (La Habana, 1966). Graduado de Dirección de Cine, reside en La Habana, Cuba. Mención en el concurso Juan Rulfo (1989), Premio nacional del gremio de escritores UNEAC (1995). El libro: Sueño de un día de verano, fue publicado en 1998. En 1999 ganó el premio César Galeano. Y en el 2001, el Premio Alejo Carpentier que organiza el Instituto Cubano del Libro con el conjunto de relatos: Los hijos que nadie quiso. En el 2006, gana el premio Casa de las Américas en el género de cuento con el libro: Dichosos los que lloran. En 2013 ganó el Premio Internacional Franz Kafka de Novelas de Gaveta, convocado en la República Checa con la novela El verano en que Dios dormía. Ha publicado en México, España, Puerto Rico, Suiza, China, Inglaterra, República Dominicana, Francia, EE UU, Colombia, Portugal, Martinica, Italia, Canadá, entre otros países.
Fuente Cubanet
 


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