El ícono estadounidense regalo de
Francia fue originalmente pensado para un país árabe
El origen árabe o musulmán de la Estatua de la Libertad
Es, sin duda, uno de los grandes íconos estadounidenses: la Estatua de la Libertad iluminando al mundo que desde 1886 se alza en la bahía de Nueva York.
El monumento, que Francia le regaló a EEUU para conmemorar el primer centenario de su independencia, rápidamente se convirtió en un símbolo de esperanza para los cientos de miles migrantes que llegaron por ahí a tierras norteamericanas.
Y, tal vez por eso, después de que el presidente Donald Trump tratara de prohibir la entrada de viajeros provenientes de siete países de mayoría musulmana, muchos han empezado a destacar un detalle poco conocido —y ciertamente irónico— de su pasado.
La estatua es obra del escultor francés Frédéric Bartholdi.Y según el profesor de historia de la Universidad de Nueva York Edward Berenson, la idea original de Bartholdi era representar a una mujer árabe, informa la BBC.
La idea de Bartholdi estaba inspirada en el Coloso de Rodas, pero utilizando a una mujer para representar a “Egipto llevando la luz a Asia”.
Efectivamente, el escultor francés acarició durante años el proyecto de una gigantesca estatua —una versión moderna del famoso Coloso de Rodas— para celebrar la apertura del Canal de Suez, en Egipto.
“El monumento iba a ser una mujer ubicada en la entrada sur del Canal sosteniendo una antorcha sobre su cabeza”, le explicó Berenson a The World, un programa de Public Radio International en colaboración con la BBC.
“Y esa mujer iba a estar vestida con el traje tradicional de una campesina árabe”, agregó el autor de La Estatua de la Libertad: una historia trasatlántica.
El proyecto egipcio, sin embargo, fue eventualmente descartado por falta de fondos.
Pero, según Berenson, Bartholdi encontró una forma de “reciclar” su trabajo.
“Un par de años antes, Bartholdi y sus amigos habían decidido hacerle un regalo a EEUU para la celebración del centenario de la Revolución Estadounidense”, recuerda el historiador.
“Y entonces pensó: ‘¡Ah! ¡Tengo una gran idea! Puedo reusar esta imagen, pero con algunos cambios’”.
Según Berenson, el escultor francés básicamente transformó el vestido árabe del diseño original para convertir a la mujer —muy probablemente musulmana— de su proyecto original en una diosa de la libertad greco-romana.
Y en el libro La Estatua de la Libertad, del historiador y bibliotecario del monumento Barry Moreno, se pueden ver varias imágenes de los modelos del escultor francés que sugieren una clara conexión entre la fallida “Egipto llevándole la luz a Asia” y “La libertad iluminando al mundo”, que sería erigida varios años más tarde.
Aunque, según los biógrafos de Bartholdi Robert Belot y Daniel Bermond, el escultor siempre insistió en que la más conocida de sus estatuas era una obra original y no la simple reutilización de un proyecto frustrado.
Esto, sin embargo, tal vez fuera porque, como reconoce el mismo Berenson, la idea de una estatua de una mujer árabe en la bahía de Nueva York en el siglo XIX también hubiera sido problemática en esa época.
“No hubiera sido algo con lo que la gente de este país se habría podido identificar”, opina el profesor de la NYU.
Durante años, la estatua de encargó de darle la bienvenida a los migrantes que llegaban a EEUU por barco vía Nueva York.
“De hecho, su propuesta de una libertad greco-romana fue rechazada por todo tipo de gente en EEUU, pues no había tradición de monumentos públicos y la simbología greco-romana tampoco era muy reconocida en ese entonces”, explica Berenson.
“Y si una imagen occidental ya era controversial, creo que una imagen no occidental habría hecho que el proyecto fuera rechazado completamente”, le dijo a The World el catedrático.
De hecho, como recuerda Berenson, ese no fue el único cambio entre los primeros modelos de Bartholdi y la estatua que todos conocemos.
En los primeros diseños de “La libertad iluminando al mundo” la diosa aparecía sosteniendo, además de la antorcha, unas cadenas rotas.
“Es bastante probable que el simbolismo original de la estatua estuviera vinculado a la abolición de la esclavitud”, afirma Berenson.
“Pero para cuando Bartholdi erigió la estatua, en los 1880, ya ese era un recuerdo lejano, por lo que eventualmente se optó por una imagen más benigna y menos controversial”, dice de la decisión de remplazar las cadenas con unas tablas con la fecha de la independencia de EEUU.
Las cadenas rotas, sin embargo, no fueron completamente descartadas, pues Bartholdi dejó unas al pie de la estatua.
Y el historiador no cree que la conexión árabe —y muy probablemente musulmana— del emblemático monumento sea necesaria para hacer notar la contradicción entre las políticas del presidente Trump y lo que la estatua siempre ha simbolizado.
“Es algo muy triste, pues la Estatua de la Libertad siempre ha representado una bienvenida para la gente llegada de otro lado huyendo del sufrimiento o buscando refugio”, dice Berenson.
“Y todo el mundo conoce el poema que está inscrito en la estatua, escrito por Emma Lazarus: ‘¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres, a vuestras masas hacinadas…’”, apunta.
“Pero ahora parece que estamos rechazando a esos rendidos, a esos pobres. Y esto va en contra de lo que significa la estatua”.
'Y LLEGO EL COMANDANTE Y MANDO A PARAR'