La importancia de llamarse William Adolphe Bouguereau
Es un honor tener
muchas virtudes, pero es una suerte muy dura.
El primer duelo, de William Adolphe Bouguereau
Por Pamela Linette -
Todos hemos oído alguna vez de Rembrandt, de Miguel Ángel o de Caravaggio, pero ¿cuándo hemos escuchado el nombre de Bouguereau? Seguramente nunca, y a pesar de estar a la altura de estos artistas, como representante de las más perfectas recreaciones de la anatomía humana y de las más hermosas y sublimes manifestaciones en la pintura, no tenemos noción alguna de este personaje.
Cuando estaba en auge su obra, el impresionismo estaba tomando forma y los modernistas acusaban a sus pinturas de seguir cánones viejos y sin innovación. Entonces sus pinturas se guardaron en los áticos de los museos, envejeciendo y empolvándose, hasta que en 1960, tras casi cien años de no ver la luz, empezaron a desmentir los mitos que lo rodeaban, y los historiadores, curadores y críticos comenzaron a resucitar la magia dormida de este pintor. Pero ¿cuál es la importancia de llamarse William A. Bouguereau?
El despertar de la tristeza, 1888
Autor reconocido de más de ochocientas pinturas, de las cuales la mitad son consideradas obras maestras, William Adolphe Bougureau (1825-1905) fue un pintor francés, heredero del Clasicismo. Gracias a su estilo con una alta aspiración de representar perfectamente la anatomía humana, es considerado como uno de los más grandes genios artísticos de la historia y entre los primeros lugares de maestros en toda la historia del arte occidental.
Poseedor de un talento excepcional y una constante disciplina a los 21 años de edad William fue aceptado en la prestigiosa escuela de arte École des Beaux-Arts. Cuatro años después resultó ganador del Grand Prix de Roma, beca otorgada a estudiantes de arte para ser enviados a la Villa Medici. Aquí recibe cierta inspiración e influencia de la pintura italiana renacentista.
Los protagonistas de sus pinturas van desde criaturas mitológicas hasta campesinos y niños; esto fue algo novedoso en aquélla época, pues sólo se solía retratar a gobernantes, aristócratas o religiosos. Este aspecto más tarde lo tomaría el impresionismo.
Llegó alcanzar un admirable prestigio que hasta el mismo emperador Napoleón III le pidió que lo retratase y en 1856 nació Napoleón III visitando a las víctimas de la inundación de Tarascón. Además fue miembro de la Academia Francesa de Bellas Artes y elegido como presidente para la primera y recién fundada Sociedad de Artistas Franceses.
Gracias a la influencia de Bouguereau y su esposa, también pintora, Elizabeth Gane Garner, se les permitió a las mujeres estudiar en las instituciones de arte francesas por primera vez en la historia. Esto conllevó ser un hecho importante y primordial para el desarrollo de la mujer en el arte. El 19 de Agosto de 1905 murió a causa de un problema cardíaco.
La exquisitez con que juega con el cuerpo humano es el resultado de una innovación y talentos magnos en las técnicas establecidas por aquéllas épocas, logrando con ello crear un paraíso limpio y armonioso en sus pinturas. El meticuloso y arduo trabajo en sus obras le otorgó un sello único y particular para la historia del arte. La grandeza cuesta e incluso se llega a ocultar por años, pero finalmente el buen arte saldrá a la luz y se honrará como se debe.
Hoy en día sus pinturas se llegan a vender en más de tres millones de dólares y en más de cien museos e instituciones tienen sus obras en exposiciones permanentes. Se sigue debatiendo sobre su vida y obra en la actualidad, con el fin de seguir manteniendo su nombre en un lugar importante dentro de la cultura y el arte, pues sería una terrible equivocación que la humanidad se mantenga ciega ante el majestuoso arte de Bouguereau.
The Remorse Of Orestes (1862)
El nacimiento de Venus, de William Adolphe Bouguereau
NOTA:
Todas las imágenes fueron tomadas de internet, con el solo propósito de dar a conocer
el Arte del pintor William Adolphe Bouguereau.