Ofelia Lidia López (Foto: Vladimir Turró)
Drogas y desalojo, la pesadilla de una madre habanera No sospechaba de los crímenes del hijo bajo su propio techo; ahora amenazan con quitarle su casa
Vladimir Turró Páez | La Habana | Cubanet Las autoridades de la Dirección Provincial de Vivienda han dado un plazo de tres días, a partir de este jueves, a Ofelia Lidia López Cueva y su familia para que abandonen su vivienda, tras esta ser confiscada por el Estado cubano. La medida fue tomada tras el arresto de su hijo por tráfico internacional de drogas.
El documento emitido por dicha entidad declara a los convivientes de la morada, ubicada en calle 112 número 5123, entre 51 y 59, municipio Marianao, como ocupantes ilegales de la misma, por lo cual, en caso de que se negaran a abandonarla, serían desalojados por la fuerza.
El 19 de junio de 2016 Ledian Vera López de 28 años, hijo de Ofelia, resultó arrestado en el momento en que recogía un paquete procedente de los Estados Unidos, el cual llegó a Cuba, según las autoridades, a través de una agencia de paquetería ilegal. Dicho paquete contenía, entre otros objetos, cuatro jabones de lavar que en su interior traían enmascarados quince sobres de color verde, los cuales fueron analizados por un laboratorio del Ministerio del Interior, arrojando resultados positivos para un canabinoide sintético, con un peso de 46,92 gramos.
Ante la declaración de Ledian, que reconoció su participación en los hechos que se le imputan por tráfico internacional de drogas, las autoridades aseguran el joven utilizaba la vivienda de su madre para perpetrar el delito. Asimismo refieren las autoridades en el documento de incautación de la vivienda, que es de suponer que su madre, propietaria del inmueble, conocía de estas actividades que se llevaban a cabo en su casa.
Estos argumentos, expuestos en el documento, dieron lugar a que la Dirección Provincial de la Vivienda accediera a la petición del Ministerio del Interior para confiscar la casa.
Según Ofelia, ella desconocía a lo que se dedicaba su hijo, atendiendo a que la vivienda se encuentra dividida en dos partes: en una reside ella con su esposo y su hijo menor, y en la otra parte residía Ledian con su mujer y su hija pequeña. Sin embargo, la división no consta en la propiedad del inmueble.
“Cómo se explica que si yo sabía del negocio de mi hijo, en el momento del arresto, la policía sólo registró la parte de él y la mía no; ya que según me confesó el mayor jefe del operativo, ellos sabían que yo no tenía nada que ver. Pero además, esta es mi casa, que la tengo a base de mi sacrificio; esto no es fruto de ningún negocio de droga, ni nada por el estilo’’, declara Ofelia, quien reside en el inmueble desde 2013.
Con respecto a esto la abogada independiente Laritza Diversent, consultada por CubaNet, explica que existen faltas de garantías en el proceso porque están obligando a responder por hechos penales a terceros, ya que la madre no tiene por qué sufrir las consecuencias por los actos de su hijo.
‘’Primero, aunque lo supiera, ella no tenía ninguna obligación legal de denunciarlo, porque es la madre y la ley la exonera; pero además, como no hizo ninguna reparación o remodelación, no se la pueden quitar y tiene derecho a reclamar. Si a alguien deberían quitarle la casa es al hijo, pero como él no tiene ninguna propiedad no es justo qué ella tenga que responder por eso, no está en la obligación; además, el Estado le va quitar la casa y a dónde la va a poner. No obstante ella tiene el derecho de seguir recurriendo’’, apuntó la abogada.
Niurka Lan Martínez, vecina de Ofelia, refirió a este diario que el inmueble fue fruto de un testamento emitido por el antiguo residente de esa casa a favor de Ofelia, el cual se la dejó en agradecimiento a los cuidados especiales que tuvo esta con él.
“Te puedo asegurar que esa mujer no conocía de las actividades de su hijo, por tanto no es justo que le quiten la casa. Todos los vecinos la vamos a apoyar, y si nos tenemos que enfrentar a la policía lo haremos, pero no vamos a permitir que la desalojen”, advirtió Niurka.
Nailen Ocaña, otra de las residentes de la zona, explicó a CubaNet que ella en persona ayudó a Ofelia a vender croquetas para ganar algún dinero, que destinó a la reparación de la vivienda.
“Esa casa ella la logró a base de mucho sacrificio, para que ahora vengan a quitársela. Eso es una patraña de la policía, seguro que la quieren para dársela algún coronel del Ministerio’’, añadió Nailen
Los funcionarios la Dirección Provincial de la Vivienda se negaron a dar declaraciones para este reporte.
Exterior de la casa de Ofelia (Foto: Vladimir Turró)
Documento de desalojo (Foto: Vladimir Turró)
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