EEUU en la Primera Guerra Mundial:
La victoria que definió el camino de una gran potencia
El sargento Kevin Harmon (izq.) y el soldado David Aguirre, del cuerpo de Marines de EEUU, izan la bandera
frente a un monumento a los caídos en la Primera Guerra Mundial, en el cementerio de Mount Mora, en Montana
Por Raf Casert y Virginia Mayo -- El Nuevo Herald
Al carpintero Guy Ford le gustaba ver a los peces bailotear alrededor de su barco cuando partió hacia Europa para combatir en una guerra que definiría el siglo por delante.
Pronto Ford perdió su inocencia. Pero a diferencia de tantos estadounidenses jóvenes que pelearon en la Primera Guerra Mundial, vivió para ver la transformación de su país de una nación ensimismada en una potencia mundial.
Antes del 6 de abril de 1917, Estados Unidos todavía era, según el escritor Walter Lippmann, un país en el que “el dinero gastado en barcos de guerra hubiera sido mejor empleado en escuelas”.
Hace 100 años, Estados Unidos le declaró la guerra a Alemania y, tras la victoria de 1918, puso en marcha lo que pasó a ser conocido como el “Siglo Estadounidense”.
ESTADOS UNIDOS PRIMERO
Guy Ford, hijo único, nacido en Roncenverte, Virginia Occidental, se acercaba a los 30 años cuando comenzó la guerra en agosto de 1914, tres años antes de que Estados Unidos se incorporase al conflicto.
El presidente Woodrow Wilson fue reelegido en 1916 con el eslogan “Nos mantuvo afuera de la guerra”. Otra frase que gustó mucho: “Estados Unidos primero”.
En Europa, ambos bandos estaban enfrascados en una guerra de trincheras, con bombardeos constantes y ataques con gases en el norte de Francia y en Bélgica. Algunos días había miles de bajas en una carnicería sin precedentes.
Una nieta de Ford, Mary Thompson, que vive en Virginia Occidental, hizo el mismo recorrido que su abuelo y vio todas las tumbas y los sitios donde hubo combates.
“No me imagino a un chico del condado de Summers, en Virginia Occidental, que viene a este país y marcha hacia las bombas”, comentó.
Ni tampoco se lo podían imaginar la mayoría de los estadounidenses.
FUERON VITALES
A pesar del furor en torno a la destrucción causada por los alemanes y sus atrocidades, no fue hasta el 2 de abril de 1917 que Wilson pidió ir a la guerra en un discurso ante el Congreso. “Hundieron barcos estadounidenses, muchos estadounidenses murieron, en formas que nos han sacudido”, expresó. Cuatro días después, el Congreso accedió y Estados Unidos entró a la guerra.
Para entonces, ya habían muerto millones de personas. El ingreso de Estados Unidos cambió todo.
“Estaba todo estancado”, comentó el profesor de historia militar Luc De Vos, de la Leuven University. Les tomó más de un año a Guy Ford y cientos de miles de estadounidenses estar listos para el combate. Cuando se declaró la guerra, “el ejército de Estados Unidos era más pequeño que el de Dinamarca y mucho más pequeño que el de Bélgica”, agregó el académico.
Ford partió el 26 de mayo de 1918. En un diario relató que el mar estaba agitado, que hacían prácticas de tiro y que “el viento arrastraba pescados que jugaban” cerca del barco.
El 4 de julio, cuando otros en Estados Unidos festejaban el Día de la Independencia, su diario dice que recorría la campiña francesa hacia el frente de combate. “Me dieron un abrigo antes de partir. Incursión aérea esa noche”.
Hacía una travesía de 850 kilómetros (530 millas) por Francia hasta la región de Verdún. La guerra entraba en su etapa final, aunque el desenlace todavía parecía incierto.
La llegada de 2.1 millones de soldados estadounidenses inclinó la balanza.
“En un momento clave del equilibrio de fuerzas, llegan dos millones de estadounidenses, jóvenes, entusiastas, y atacan por todas partes”, dijo De Vos.
LOS MUERTOS
Un siglo después, los campos de Meuse-Argonne donde combatió Ford siguen siendo pastizales y bosques donde alguna vez se escondieron soldados estadounidenses y alemanes.
En un momento clave, en el otoño de 1918, la ofensiva de Meuse-Argonne fue la operación más grande y más sangrienta emprendida por las fuerzas expedicionarias estadounidenses. Involucró a 1.2 millones de soldados y duró 47 días. Fallecieron 26,000 soldados estadounidenses, aunque Ford no figuró entre ellos.
Hoy solo se escucha el canto de los pájaros y, a lo lejos, el rugido de cortadoras de césped en el enorme Cementerio Estadounidense de Meuse-Argonne. En los días previos al centenario, hay jardineros recortando los bordes y recogiendo las hojas que quedan del invierno. Es el cementerio estadounidense más grande de Europa y recuerda la muerte de 15,200 soldados.
Pagaron un precio caro, pero los estadounidenses hicieron retroceder más todavía a los alemanes, que el 11 de noviembre firmaron un armisticio.
TAL VEZ FUE LA GUERRA
En mayo de 1919, Guy Ford partió de una Europa en ruinas y regresó a Virginia Occidental.
Se casó, tuvo un varón y luego un par de mellizos. Falleció en 1934, a los 46 años. Cantidades de soldados regresaron con lesiones físicas y mentales que nunca fueron atendidas debidamente.
“Nunca sabremos qué causó su muerte”, dice Mary Thompson. “Tenemos entendido que fue el corazón, pero quién sabe. Pudo haber sido algo de la guerra”.
LA ‘GRAN GUERRA’
La Gran Guerra estalla tras el asesinato en Sarajevo el 28 de junio de 1914, del heredero a la corona del Imperio austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando de Austria, y de su esposa, la duquesa Sofía Chotek, a manos de Gavrilo Princip, un activista del movimiento separatista entre Bosnia y Austria-Hungría. Pero esta es la excusa final para entrar en una conflicto abierto, Desde hacía años los países del continente europeo estaban en pequeños conflictos por la expansión de sus territorios, pero estos eran resueltos a través de la diplomacia o guerras de corta duración. Algunos de estos países estaban sumidos en conflictos políticos internos con el nacimiento de nuevas visiones nacionalistas y económicas, y los levantamientos y conflictos civiles contra los gobiernos eran comunes.
Tras el asesinato de Francisco Fernando de Austria, los austrohúngaros declaran la guerra a Serbia e invade su territorio. Alemania, con intenciones de expansión territorial, aprovecha el caos en la región e invade a Bélgica y Luxemburgo con miras a llegar al territorio francés. Esta agresión obliga al Reino Unido a declararse en guerra contra Alemania por la invasión de países aliados al imperio británico.
Estados Unidos se ve obligado a entrar en el conflicto tras el hundimiento del buque de pasajeros Lusitania en 1915. El buque salió de Nueva York hacia Liverpool y fue torpedeado por un submarino alemán. Cerca de 2,000 personas murieron a bordo del buque, en el cual viajaban 114 norteamericanos.
La guerra culmina el 11 de noviembre del 1918, tras la rendición de Alemania. Un año más tarde los países involucrados en la primera conflagración de carácter mundial firman el Tratado de Versalles, que termina oficialmente la guerra entre Alemania y los países aliados. La guerra trae como resultado el cambio de las fronteras del continente europeo y asiático. Caen imperios y nuevos países surgen tras la divisiones territoriales. Rusia emerge como República Soviética y en 1922 se convierte en la URSS. Nacen así nuevas potencias militares.
Este conflicto ahora conocido como la Primera Guerra Mundial tuvo la participación de unas 32 naciones aliadas, entre las que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, que lucharon contra la coalición de los llamados Imperios Centrales, que integraban Alemania, Austria-Hungría, el Imperio Otomano y Bulgaria. Al culminar las hostilidades, más de 16 millones de personas entre soldados y civiles, habían perdido la vida.